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⟳| Día 109 Presentes adelantados.

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⟳| Día 19

Su boca cayó hasta el núcleo de la tierra buscando con sus iris rubíes la silueta de Shouto en la cocina él ladeó la cabeza, extrañado con la actitud del cenizo que le regaló una sonrisa temblorosa antes de que la persona en la puerta se adentrara sin invitación previamente concedida.

—Bakugou, hazte a un lado voy a pasar. —Anunció empujándolo para entrar su sonrisa divertida fue recibida por un Shouto tenso como la cuerda de un arco, Katsuki negó porque no esperaba al pelinegro tan pronto en su casa, sus orbes rubíes fueron a parar en dirección a su chico pidiendo confianza que Shouto le entregó.

—Buenas tardes. —Saludó lentamente, el hombre en el pasillo le sonrió, mucho más alto que la expareja, imponente, cruzó la puerta de la cocina arrastrando a Katsuki con él para establecer su contrato.

—Buenas, Todoroki menor. —Rió con su pintoresca esencia, Shouto sonrió apenadamente, Katsuki sintió que le faltaba el aire ¿era su imaginación o el oxígeno estaba desapareciendo de la tierra? Quizás era el hecho de que Shouto se veía ligeramente enfadado con su jefe.

—¿Esta es tu cordial visita, Sero? —Katsuki llamó la atención del pelinegro que se acomodó en la barra con sus dedos entrelazados sobre la superficie, esperando por Katsuki para que dejara su trasero en la otra silla ya que Shouto estaba en la cocina, el cenizo rodeó la barra para sentarse a su lado.

—Vengo a hablarte de los detalles de tu contrato. —Anunció con fuerza, Katsuki buscó a Shouto que dejó una taza de té frente al azabache— ¿le vas a pedir permiso?

—No. Ya hablamos de esto y tampoco tendría porque pedirme permiso. —Respondió Shouto con seriedad, Sero asintió lentamente y bebió de su té.

—Gracias, está bueno —Alzó la taza en su dirección—, si no necesitas permiso te hablaré de tu contrato, viajarás a la Europa central y comenzarás una investigación en conjunto con Setsuna Tokage, la conoces, ¿no? —Katsuki asintió— quiero los mejores temas dedicados al viejo continente y solo tú con tu prosa y ella con su entusiasmo por observar podrían mantener el mejor programa tendrían una excelente química en cámara, estoy seguro de ello.

Katsuki asintió con serenidad en el fondo llenándose de emoción por volver a las investigaciones reales también sabiendo que debería volver a viajar, observó la reacción del heterocromático que se quedó fuera del asunto simplemente escuchando las propuestas del pelinegro, el oji-rubí aceptó el trato de palabra porque debería presentarse a su oficina para firmar lo necesario.

—Estoy de acuerdo. —Contestó seguro buscando con ligera desesperación la mirada de Shouto que le sonrió con calma sin ningún reclamo solo confianza, Katsuki relajó su cuerpo gracias a ese gesto, Sero siendo un buen observador no perdió detalle en su actitud.

—No me gusta meterme en la vida privada de mis empleados, pero notó aquí mucha tensión, si llegué en medio de una pelea conyugal puedo hablarte después, Bakugou. —Opinó con una sonrisa torcida—. De cualquier forma, el trabajo está asegurado solo un papeleo y me encargaré de ti. —Aseguró al cenizo.

—No hay problema, nosotros estamos bien… —Titubeó lo último porque no estaban juntos, Sero se terminó su té con sus analíticos ojos sobre ellos.

—Notó mucha tensión aquí, chicos, ¿es la propuesta de trabajo? No lo vayas a regañar… mejor celébrenlo, una casa linda, dos hombres exitosos… una habitación desocupada… —Se levantó con una sonrisa pícara, Katsuki enrojeció, pero Shouto se mantuvo tranquilo sin caer en las provocaciones, no frente a ese hombre.

—Nosotros terminamos. —Aclaró el bicolor parte de él solo quería ver su reacción.

—Oh, joder… lo siento Bakugou… como no tenía idea de porque estaban arrestados juntos… —Katsuki sonrió tenso, confundido porque Shouto le contó algo privado— bueno, el medio no te explica todo con detalle además fuiste muy precavido, Bakugou. —Se encogió de hombros y caminó a la salida— es una lástima Todoroki menor, si yo fuera tú no dejaría ir a este chico, es bueno.

—Gracias…

—Todavía estoy pensándolo… —Habló risueño, Katsuki le miró ofuscado.

—Buen si fuera gay o mínimo bisexual le daría una oportunidad, sí sabes que no renovó su plaza por ti, ¿cierto? —Shouto asintió con cautela, lo sabía y él se lo acababa de corroborar de lo que Katsuki era capaz— este chico te adora, ¿no crees que merece crecer en el medio?

—Sero… —Advirtió el cenizo con sus orbes implícitos en no revelar nada.

—Ya, me callo —Respondió—. Llámame para cotejar una cita por el contrato.

—Está bien. —Katsuki asintió siguiendo a Sero a la entrada, Shouto también fue con ellos para despedir al chico educadamente.

—Bueno, de mi parte es todo, cuídalo lo necesito al cien cuando regrese al trabajo. —Shouto asintió con un Katsuki coloreado hasta las orejas, el pelinegro se retiró campante silbando una tonada.

En completo mutismo y lleno de vergüenza Katsuki cerró la puerta sentía sus mejillas arder, se preparó para la escena que se venía y buscó los iris de Shouto que se burlaban de él con una sonrisa pícara genuinamente risueña.

—¿Tanto así? —Conmovido se acercó al oji-rubí que se estremeció y derritió en su sitio.

—Sí, ya te lo había dicho, no sabes de lo que soy capaz por ti, amor. —Afirmó ganando terreno nuevamente cuando Shouto se abochornó, lo acorraló alado de la puerta del cuarto de lavado— te besaría ahora mismo, pero somos amigos y los amigos no deberían hacerlo.

—¿Nunca te has besado con un amigo? —Curioseó Shouto pasando sus manos sobre la cintura ajena— ¿ni siquiera en juego?

—Solo en la escuela y no me provoques. —Rió, Shouto se lo quitó de encima.

—Gracias por la información y felicidades por tu trabajo este debería considerarse un regalo adelantado, ¿no? —Katsuki negó con una sonrisa incrédula con Shouto caminando por el pasillo a la sala— no veremos a esa bruja nunca más. —Alzó sus manos al aire— ¡Uuuuuy! —Katsuki se carcajeó siguiéndolo.

—Te adoro.

—Lo sé.

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