AU. Katsuki y Shouto son exnovios. Sí, exnovios que durante la fiesta de año nuevo no pudieron evitar explotar delante de sus amigos y vecinos que llamaron a la policía.
Fueron encarcelados y luego con ayuda de un buen amigo, es que todo se redujo a...
Ella sabía desde que lo conoció en la visita de uno de sus clientes que sería un grano en el trasero.
Porque Kyouka Jirou supo desde el primer instante que si se relacionaba con ese chico amarillo canario su vida sería un trampolín de emociones que ella como buena dama enamorada estaría dispuesta a sobrellevar sí era con ese idiota que le había robado el corazón.
Y es que, cuando a Denki Kaminari se le metía algo a la cabeza no había poder humano que lograra sacárselo del cerebro —el poco que poseía— como aquella vez en donde sin querer mencionó a cierta pareja separada delante de uno de los cónyuges que se encendió como fuego artificial en un recorrido hasta el firmamento y explotar con miles de luces de colores, al menos así lo percibió Denki desde su visión ebria a la visita que Katsuki le hizo a su exnovio en año nuevo.
Como tal, su novio se sentía responsable de que hayan terminado juntos en un arresto domiciliario que afectaba a ambas partes. Kyouka le daba la razón en ello no debería ser sano estar con tu ex en la misma casa sin querer matarse cada segundo del día.
Le sorprendió de grata manera encontrarlos enteros cuando Katsuki abrió la puerta con Shouto detrás de él en una expresión linda de asombro al ubicar a la que según el bicolor es una maga en el diseño de interiores.
—¡Jirou! —Su rostro se iluminó cuando la percibió, ella le regaló una sonrisa pasando a saludarlo cuando Katsuki se hizo a un lado en un gesto funesto dirigido al rubio detrás de ella.
—Oh, hasta que te dignas a visitarme, cara de idiota. —Graznó en una sonrisa ladina, Denki se llevó la mano al pecho fingiéndose herido.
—Hombre, pensé que no querrías verme luego de lo que pasó. —Sollozó un poco entusiasmado, abrazando a Katsuki por los hombros hasta llegar a la sala donde la pareja se sentó en el sillón de dos personas y Shouto en su sillón forma “L” Katsuki fue por unos bocadillos.
—¿Por qué Bakugou no querría verte? —Cuestionó inocentemente Shouto, no pasando desapercibido para la pareja la forma en la que llamó al cenizo. Denki se mordió la mejilla interna al sonrojarse levemente.
—Bueeeno, es que… digamos que parte de lo que pasó en año nuevo fue mi culpa. —Confesó, los orbes duales de Shouto se abrieron de par en par con una llama encendida.
—O sea ¿qué fuiste tú quien le metió a Bakugou la idea de venir a visitarme? —Preguntó con una sonrisa torcida que le erizó los vellos a Denki, agarró la mano de Kyouka para suavizar el cólera de Shouto o para responder con valor, lo que sirviera.
—Es que estábamos borrachos… ¿Sí has escuchado que según sacar cosas viejas de casa en vísperas de año nuevo elimina las malas vibras? —Preguntó para aligerar el ambiente, Shouto negó lentamente— ¿No?... entonces no.
Kaminari se llevó la taza de té que Katsuki le dejó a la pareja, buscando auxilio en su amigo que tenía una expresión asesina como si le dijera: ❝ ¿No podías decir otra estupidez hoy? ❞
—No, no podía. —Murmuró para el cenizo, Shouto y Kyouka no se enteraron de la comunicación telepática que mantuvo Denki con Katsuki mejor conversaron de los nuevos proyectos de Kyouka y una invitación de bicolor a remodelar varias secciones de la empresa.
Hablaron cerca de hora y media antes de que el par muy dispar desapareciera de su hogar con sonrisas amigables. Shouto dirigió su visión de la puerta al perfil del cenizo a su lado.
—Malas vibras, ¿eh? —Recordó con una sonrisa cómica, Katsuki enrojeció.
—¡Estaba borracho y dolido! ¡nadie puede juzgarme por ello! —Chilló abochornado, Shouto riéndose por su reacción ignorando la primera parte de la oración, era mejor así.
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