AU. Katsuki y Shouto son exnovios. Sí, exnovios que durante la fiesta de año nuevo no pudieron evitar explotar delante de sus amigos y vecinos que llamaron a la policía.
Fueron encarcelados y luego con ayuda de un buen amigo, es que todo se redujo a...
Cómo el día anterior recibieron visitas, solo que esta vez de noche con Izuku trayendo un bote de helado para compartir con Shouto luego del coraje que pasó el día anterior con Eijirou.
Izuku estaba extrañado.
Conocía al pelirrojo desde hacía mucho tiempo y jamás fue del tipo que buscara activamente problemas, al contrario, él era un mediador. Uno que con una cegadora sonrisa te obligaba a olvidar el origen de la pelea.
—Shouto... —Dio dos toques a la puerta de la habitación principal, Katsuki se apareció detrás de él luego de cerrar la puerta principal.
—Él está en la terraza, le he dicho que baje porque está haciendo frío, pero me ignora —Katsuki se encogió de hombros—. Creo que está enojado conmigo, pero no sé por qué.
Izuku le dedicó una mirada profunda y analítica, desde su sitio aspiró una fuerte bocanada de aire para alentarse a hablar.
—Tal vez no sea por ti sino por tus amigos que lo atosigan. —Habló con serenidad, aunque Katsuki se lo tomó a mal.
—No entiendo. Ninguno de mis amigos JAMÁS ha molestado a Todoroki antes. —Defendió, Izuku viró la vista a las escaleras que llevaban a la terraza.
—Tal vez no antes, pero ahora que ya no son pareja no es extraño que tus amigos salgan en tu defensa. —Explicó, algo en su pecho picando agriamente—. Sobre todo, cuando te acompañan a hacer un desastre a otra casa o cuando molestan a tu exnovio por ser eso, tu exnovio.
Katsuki aspiró pesadamente controlando las ganas de gritarle un par de cosas a Izuku, no quería problemas porque como dijo Todoroki no tenía derecho de meterse en su vida ni decisiones.
—Escucha, Deku. —Tartajeó a duras penas con los puños cerrados, sus nudillos coloreándose de blanco—. Si alguien molestó a Todoroki hablaré con ellos para evitar esas situaciones —Izuku asintió, Katsuki continuó—, pero no te voy a permitir que hables mal de ellos. —Gruñó como un lobo mostrando sus colmillos en señal de amenaza—. Él que hizo todos los desastres fui yo, así que déjalos a ellos fuera de esto y lo que pasa con mi exnovio lo arregló con él, personalmente. —Sonrió sardónico—. No necesito mensajeros entrometidos.
El verduzco arrugó el entrecejo, Katsuki entró a su habitación cerrando de un portazo, Izuku resopló con molestia subiendo a la terraza para hablar con el bicolor y quizás solo quizás desahogarse del mal rato que le hizo pasar Katsuki, pero él se lo merecía por entrometido.
Llegó arriba siendo recibido por una ventisca helada.
—¿Shouto? —Llamó, el bicolor que estaba sentado en la mesa con una taza de té se giró a verlo.
—¿Midoriya? ¿Qué haces aquí? —Cuestionó dejando su taza sobre la superficie.
—¡Visitarte! pero vamos abajo aquí hace frío —Señaló temblando desde el marco de la puerta de metal de color argénteo, Shouto sonrió levemente.
—Vamos abajo. —Se levantó recogiendo sus cosas para acompañar a Izuku abajo a la sala donde estuvieron en su anterior visita. Izuku se ubicó en el sillón con forma de "L" sentándose de espaldas a la puerta corrediza del patio trasero, Shouto se ubicó a su lado.
—Acabó de encontrarme con Kacchan y le pedí que hablara con Eijirou, en general con sus amigos. —Confesó, avergonzado de actuar sin la aprobación de Shouto.
—¿Por eso azotó la puerta?
—Sí, aunque parecía no saber de qué hablaba —Rememoró un tanto extrañado de que Eijirou no le haya dicho que confrontó a Shouto—. Estaba genuinamente confundido, pero sí va a hablar con ellos. —Aseguró.
—No debiste hablar con él sin mi presencia —Reclamó buscando unas tazas pequeñas donde echar el helado que traía Izuku—, seguro que Bakugou te hizo pasar un mal momento.
—Sí... pero no importa, creo que lo abordé muy fuerte —Se rascó la cabeza— como tu amigo no pude evitar defenderte.
—Hmmm, supongo que Kirishima se sintió igual —Bufó, comiendo del helado de galleta que Izuku le trajo—, pero gracias por defenderme, eres un increíble amigo.
—Tú igual, Shouto.
Compartieron una sonrisa para seguir comiendo el helado.
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