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⟳| Día 84 Tercero en discordia.

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⟳| Día 25

Jodida bastarda que tenía por jefa —temporal—. Sí antes cuando tenía una relación formal con Shouto nadie los descubrió debido a sus aliados en el medio y apoyo de otras fuertes empresas ahora que estaban separados se venía enterando la líder del nido de ratas más grande de la ciudad; Hero’s.

De verdad que fue un completo idiota al meterse a la boca del lobo, pero ¿Quién iba a imaginarse que ellos lo investigarían a él? Un don nadie. En muchas ocasiones se libró del foco de Hero’s, siendo cautelosos con su relación incluso con los de su familia.

Enji Todoroki le debía muchos favores, ojalá moviera un dedo para salvar a Shouto ahora que Katsuki estaba atado de pies y manos. Solo una persona podría ayudarlo, pero para eso necesitaba encontrarlo desocupado y no había corrido con esa suerte.

—Vamoooos, atiende mis llamadas. —Pidió al viento siendo recibido por un tono de buzón de voz, aulló desolado sin obtener respuestas, adolorido por ser un idiota.

En serio que apenas recordaba cómo Ochaco los descubrió viviendo bajo el mismo techo le revolvía el estómago, era un método tan estúpido que le daba pena aceptarlo; fue descubierto con las manos en la masa.

Es que debió poner la dirección de Eijirou para evitar que Shouto se enterara que ya no trabajaba con el NG —todavía estaban juntos en ese entonces— así nunca se enteraría de que laboró para una revista tan poco afamada, porque planeaba renunciar en cuanto otra oportunidad se le diera en algún otro medio o periódico.

Ahora para su desgracia Ochaco lo tenía del cuello podría evidenciar una relación —que ya no existe— con Shouto o exponerlo de otra forma y, está vez Katsuki no podría ayudarlo, seguramente Ochaco ya tenía medios vigilando la casa.

—Jodido idiota… —Masculló castigándose a sí mismo por no dar la dirección de Eijirou, nunca imaginó que lo buscaría personalmente ya que le dio la excusa de redactar mejor en la comodidad del hogar y ella se lo concedió.

Jaló su cabello dorado cuando la llamada lo mandó de vuelta al buzón de voz, dejó caer su cabeza sobre el colchón de su cama resignado a tener que aceptar un contrato. Jesús, no había nada que lamentara más que eso.

Excepto el que Shouto se hubiera enterado por alguien más que ya no laboraba con la revista del National Geographic; no había peor golpe para su ego que eso, fue brutal y completamente injusto. Pasar de una revista donde tenía apoyo y trabajos excepcionales por el mundo a una de chismes que se aprovechaba de sus empelados cuando estos caían.

«Dioooos ¿Por qué tenía que enterarse?» Se cuestionó abatido.

Ojalá Shouto no se hubiera enterado nunca de que dejó el trabajo de sus sueños para reducirse a un redactor de artículos en una revista de chismes y sí lo hacía que fuera cuando volviera al sitio donde pertenecía realmente. Hubiera sido tan bueno que Shouto no supiera lo bajo que cayó ni las razones por las que renunció. Ya que, al final, perdió a Shouto como su trabajo, literalmente quedó clown.

Mientras Katsuki se lamentaba por no recibir respuestas Shouto se movilizó entre sus hermanos y abogados para asesorarse de cualquier cosa que la nueva jefa de Katsuki pudiera hacer, al final descubrió que mandó a alguien a vigilarlos, qué mal por él porque no encontraría nada ya que no podían salir, pero seguramente investigaría el porqué.

Touya se encargó de pararle los pies con una cordial visita de abogados, esperaba que con eso consiguieran el tiempo hasta que terminara su arresto y que el chico afuera no indagara con los vecinos. Exhaló notablemente preocupado bien podía hacer movimientos para protegerse, pero no podía hacer nada por sí Katsuki cedía a las demandas de esa tirana y firmaba un contrato. En esos momentos rezaba porque ese bastardo apareciera para ayudarlo como él no podía hacerlo.

Refunfuñó por la idea, pero también reflexionó sí realmente él aparecería ahora que Katsuki no era más su empleado, averiguó donde se encontraba el sujeto ahora ubicándolo en Europa central, no tenían una gran diferencia de horarios seguro que si el cenizo lo buscaba él iría en su ayuda, eso esperaba después de todo fue él por quien Katsuki lo dejó.

—No es el momento para que pienses en eso. —Se dijo a sí mismo cerrando los ojos, pensativo. Tendría que dejar el asunto de Katsuki en manos del tercero en discordia.

84| Tercero en discordia.