··——·⟳·——··
⟳| Día 11
—Déjame revisar tu temperatura. —Pidió Katsuki, su voz apagada mostrando signos de aquello que atosigaba su corazón, los rubíes antes altivos se encontraban opacos por la inmensidad de emociones que tenía que reprimir cada vez que Shouto era la causa de su malestar.
Shouto desvió la vista en un ligero asentimiento sin intención de detenerse a observar los rubíes del cenizo, su pecho dolía cada que sin intención se encontraban, solo su mirar era capaz de evidenciar el sufrimiento con el que se despertó desde el jueves.
Ya era viernes y no habían hablado de ello.
Shouto estaba lo suficientemente conflictuado como para no mencionarlo en todo el día anterior cuando sin más amaneció acurrucado entre los brazos de Katsuki que lo estrechaba a su cuerpo con afecto y delicadeza cuidando que el bicolor no se sintiera incómodo al estar juntos. Él no recordaba cual fue la razón por la que Katsuki se quedó con él por eso, apenas lo vio en su cama saltó de ahí como si pisara el fuego mismo cayendo al suelo en un estrepitoso accidente que despertó al cenizo de su sueño.
Katsuki se levantó inmediatamente a auxiliarlo pues según él Shouto debía estar débil por la fiebre que lo acompañó toda la noche, Todoroki no sabía nada —no recordaba nada—, tenía flashazos de lo ocurrido, pero eso no impidió que rechazara la mano del cenizo.
La expresión que vino después apachurró su corazón como en las caricaturas animadas, el dolor que le mostró Katsuki luego de ser rechazado lo seguiría hasta el final de sus días.
No rechistó cuando el cenizo colocó el termómetro para tomarle la temperatura, ni se quejó de la cercanía que mantenían en la sala, en el sillón de dos personas donde hablaron sobre su comodidad días antes. Katsuki hizo el intento de mantener la mayor distancia emocional que su corazón herido podría soportar.
—¿Cómo estoy? —Preguntó Shouto trémulo, aun en una encrucijada de cuanta cercanía debía mostrar luego de aquel resbalón de ayer.
Katsuki movió sus iris al termómetro que marcó el resultado, ambos esperando recibir buenas noticias en el mar de tragedias que se venían luego de un momento de vulnerabilidad, para su fortuna Katsuki suspiró lleno de alivio al ver una temperatura normal.
—Perfecto. —Murmuró en una pequeña sonrisa parándose de su sitio para ir a guardar el termómetro, abandonó a Shouto en la sala con las mejillas entintadas por el contacto de Katsuki.
Justo cuando creía que las cosas podían mejorar llegaban sucesos como terremotos a remover las placas que según ellos ya estaban en su sitio idóneo. Renegó en su sitio dejando caer su cabeza, murmurando cosas inentendibles nada más para él.
—No debo permitir que vuelva a pasar esto —Se recordó una vez más de los miles que llevaba—, ni mi corazón ni el suyo soportaran más esto. —Repitió tallando su cara con ambas palmas frías bajando el rubor en sus pómulos ese que no era provocado por la fiebre sino por Katsuki.
Katsuki había ido a su cuarto con la intención de tender su cama hecha una locura —no concilió el sueño— se la pasó moviéndose de lado a lado como gusano en comal, no podía sacar de su cabeza que Shouto le había pedido quedarse con él la noche anterior y Katsuki como idiota aceptó.
Debió negarse, era lo correcto. Pero, Shouto se veían tan frágil que no pudo darle la espalda, no a él. Era su chico, el amor de su vida, tenía muy claro ello y cuidaría de él el tiempo que les quedase juntos.
Eso planeaba, sin embargo, cuando Shouto despertó y lo vio en su cama rehuyó de su toque, de su preocupación de sus sentimientos que no podía controlar porque eran un potro salvaje. Quiso engañar a Shouto con que no le dolió el rechazo, pero ¡Jesús! ¡él fue el que propuso rechazarse! aun así, dolió como una patada en los huevos.
Le fragmentó los pedazos de su corazón que ya estaban en el suelo, pronto sería solo polvo.
Y, aun con eso, disfrutó toda esa noche porque no necesitaba el cuerpo de Shouto desnudo para sentirlo suyo, para sentirse suyo bastaba con esa gota de intimidad de compartir la cama para sentirse especial, aunque fueran solo unas horas, aunque Shouto no recordara bien que fue lo que los llevó a dormir juntos.
—Hacía mucho que no compartíamos la cama. —Dijo terminando de tender su propia cama con los rayos del sol mañanero avisando de un día que sería pesado emocionalmente.
42| Alba.
ESTÁS LEYENDO
365 días contigo Temp. 1 ⟳ BKTDBK
Fiksi PenggemarAU. Katsuki y Shouto son exnovios. Sí, exnovios que durante la fiesta de año nuevo no pudieron evitar explotar delante de sus amigos y vecinos que llamaron a la policía. Fueron encarcelados y luego con ayuda de un buen amigo, es que todo se redujo a...