⟳| Día 71 Conversaciones I

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⟳| Día 12

Como se lo prometió a primera hora del día Katsuki visitó su jardín con un precioso costal de abono que enloqueció a sus chicas pues el soplido del viento las hizo bailar regocijadas.

—Sí, bonitas hoy Katsuki va a atenderlas. —Respondió al aire, eso pensaría una persona normal, pero no una que sabía que hablarles a las plantas era según un medio para hacerlas sentir contentas.

Katsuki se agachó quedando de cuclillas mientras se colocaba unos guantes para echarles abono, sus botas de una tonalidad casi amarilla haciendo juego con su overol de mezclilla que iba acompañado de una playera blanca de manga corta, todo el conjunto digno de un amo de jardinería, canturreó una canción para sus niñas mientras Shouto en la sala terminaba una videollamada con su hermano Touya.

Se levantó para acompañar a Katsuki porque él también amaba ese jardín verde, espacioso lleno de flores —solo la mitad del patio— los hacía sentirse orgullosos de lo mucho que habían trabajado por ellas. Solo que el timbre como era su maldita costumbre sonó antes de si quiera dar un pasó, resopló levantando su flequillo con el aire y se encaminó a la puerta, dejando la bella escena de Katsuki en el jardín.

—¿Sí? —Preguntó abriendo la puerta, unos carmesíes lo saludaron con una expresión seria, no había mucho que decir, pese a que se veían a veces por Katsuki cuando estaban solos la tensión era palpable, ni una cierra podría cortarla.

—Hola, ¿Katsuki…?

—En el patio trasero —Respondió cerrando la puerta tras Eijirou que dejó una bolsa de verduras y frutas junto a algunas carnes.

—Lo manda Midoriya. —Señaló, Shouto asintió en modo automático, un silencio funesto los embargó, a la deriva en el océano pacífico sin saber cómo ayudarse para pedir auxilio.

Kirishima se movió incómodo por el pasillo hasta la sala donde se sentó para esperar a Katsuki, sabía que si estaba en el jardín era por las plantas y no quería interrumpirlo en su momento de calidad con sus hijas, Shouto lo siguió después de guardar la pequeña despensa que le mandó Izuku, le extendió una taza de té que el pelirrojo tomó con duda.

—Gracias… —Murmuró, Shouto que anteriormente estaba en la sala depositó su trasero de vuelta en su sillón, ninguno se prestó a iniciar una conversación era como si cada uno hablara un idioma distinto.

—Sí… —Respondió en voz baja. Kirishima tomó de su té en sorbos largos con la visión de reojo de Shouto.

Eijirou no dejó la taza hasta que se la terminó en un momento de ansiedad, esperaba que el rubio acabara pronto con su rezo o lo que fuera que estuviera haciendo con las plantas. Calmó su ansia jugando con el mango de la taza vislumbrando levemente la expresión fría de Shouto, en cómo se veía más pálido que en otras ocasiones, como una ligera capa violeta cargaba sus ojos y entendió lo que se refería el cenizo.

Seguro la estaban pasando mal por compartir espacio con una persona que fue y sigue siendo muy importante en su vida, la distancia física no existía con ellos conviviendo bajo un mismo techo, pero la separación emocional si que debió ser un golpe en las pelotas.

—¿Estás bien? —Curioseó Kirishima, bastante irónico ya que quien estaba sumamente nervioso era él mismo, Shouto levantó su vista para cruzarse con los carmesíes del otro.

—Sí, ¿Por qué? —Preguntó confundido por la interrogante, Eijirou desvió su vista buscando a Katsuki para que no los interrumpiera.

—Te ves cansado. —Evidenció señalando con su índice las ojeras bajo sus luceros, Shouto por reflejo llevó una mano a su rostro acariciando era bolsa morada que lo acompañaba, no había pasado buenas noches desde que su cama se hizo más grande, mejor dicho, desde que Katsuki no compartió lecho con él.

—He tenido malas noches. —Respondió sin más, bajando su mano hasta su pierna, Kirishima asintió con la duda a punto de saltar de sus labios, ¿por culpa? Quiso decir, pero no era momento de pelear.

—Midoriya está preocupado por ti. —Mencionó, era verdad no solo por lo que le contó Katsuki sino por aquellas conversaciones que sostenía con el oji-esmeralda en ocasiones cuando se veían. Shouto aplanó los labios en un gesto cerrado.

—Lo sé… —Atinó a decir, parpadeando visiblemente culpable de estar dando lástima a cada persona que lo viera solo un segundo para saber que no la estaba pasando bien y que la ruptura lo devastó más que a Katsuki, era tierra infértil.

Eijirou presenció como sus ojos se volvían cristalinos con los sentimientos a flor de piel, desconcertado y lleno de miedo de algo que pronto llegaría como el fin del mundo. Sus labios temblorosos señas de auxilio, sus falanges tamborileantes en busca de un terreno donde sostenerse, su respiración agitada presa del pánico.

Todas sus actitudes dejando a un pelirrojo seriamente desconcertado de que Shouto estuviera tan mal consigo mismo, con las cargas que llevaba, con lo que sea que acomplejaba su pensamiento culpa o no nadie tenía porque vivir tan arrepentido.

—Todoroki, sí quieres decir algo hazlo. —Declaró levantándose de su sitio para acompañar al bicolor en el sillón favorito de este, pasó su brazo por su espalda tratando de tranquilizar su pánico—. No le diré nada a Katsuki sino quieres.

—No… no es eso… —Balbuceó agachándose— es que en cuanto hablemos con la verdad se irá… —Contestó signo de vulnerabilidad. Eijirou arqueó una ceja, ¿no quería perder a Katsuki?

—¿No quieres perder a Katsuki? —Soltó, Shouto se quedó en mute con sus manos entrelazadas sobre sus rodillas, exhaló profundamente sin responder dejando la duda danzando en el aire. Kirishima se mordió el labio con palabras colgando fuera de sus labios— quiero disculparme contigo por abordarte mal antes, por ser agresivo contigo… es solo que Katsuki tampoco la está pasando bien y estoy preocupado. —Sinceró.

Shouto volvió su vista al pelirrojo, no necesitaba explicarse él lo sabía sin que tuviera que decírselo. Negó con calma al pelirrojo.

—Lo sé, sé que estás preocupado por él y gracias por escucharme… creo… —Rió en voz baja, un gesto tímido apareció en Eijirou que sonrió igual, como sea eran conscientes de que debían hablar lo intuyó con Katsuki y lo confirmó con Shouto, ellos querían arreglar las cosas antes de que todo acabara.

—Lo sé, sé que estás preocupado por él y gracias por escucharme… creo… —Rió en voz baja, un gesto tímido apareció en Eijirou que sonrió igual, como sea eran conscientes de que debían hablar lo intuyó con Katsuki y lo confirmó con Shouto, ellos que...

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71| Conversaciones I

365 días contigo Temp. 1 ⟳ BKTDBKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora