⟳| Día 07 Lluvia.

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| Día 07

—Está lloviendo a mares —Katsuki miró afuera desde la puerta corrediza—, espero que mis plantas no se ahoguen.

—Estarán bien, no es la primera vez que llueve así aquí. —Shouto desde el sofá individual, comentó, abandonando su celular.

—Aun así...

—Bakugou, el agua les hace bien. —Tranquilizó.

—Demasiada las ahoga —Debatió.

Shouto rodó los ojos acercándose al comedor cerca de la barra de la cocina hasta la otra puerta corrediza que llevaba al balcón que los hacía mirar al exterior y parte de la ventana de la cocina, la deslizó saliendo brevemente a observar las plantas en el área.

—No es tan fuerte como crees —Aunque había un techo si se acercaba más al barandal podía estirar su brazo tomando una gota de lluvia.

—¿Seguro? —Katsuki llegó detrás de él cerrando la puerta corrediza a sus espaldas, quedándose juntos a la intemperie con algunos lirios a sus pies, Katsuki estiró su mano notando como la lluvia se detenía parcialmente.

—Sí, ya deja de preocuparte, me pone de nervios verte caminar como león enjaulado —Katsuki se rió por el comentario, el único que era más cercano a los felinos era precisamente el bicolor.

Shouto quiso detenerse a compartir la risa, prefirió entrar para evitar momentos incómodos o aquellos en donde su voluntad más flaqueaba.

—Ya, ya... —Katsuki iba a entrar detrás de Shouto, pero chocó con su espalda— ¿Por qué te detienes?

—La puerta... no se abre —Intentó jalar con más fuerza para hacerla deslizar sin éxito— la puerta se trabó.

—¿Qué? —Katsuki se metió para intentarlo por su cuenta, fallando en el intento— debió trabarse por la lluvia.

—Nos dejaste aquí, idiota. —Acusó temblando y jalando la puerta con las cuatro manos— ¡Es imposible que ni siquiera los dos podamos abrirla!

—Dejemos que sequé, el tapete fue el que se mojó. —Explicó alejándose de la puerta, Shouto que quedó intentándolo, Katsuki se dejó caer al suelo junto a los lirios sobando el puente de su nariz que estaba sanando adecuadamente, su labio estaba cerrado solo con una ligera marca.

¡Vamoooos!

—No va a abrir, cálmate, vas a lastimarte.

—Pero...-

—Siéntate, Todoroki —Pidió tomando su mano derecha para hacerlo caer al suelo junto a los girasoles, quedando frente a frente, Katsuki pasó de los ojos de Shouto a las plantas a su lado—. Esos girasoles los conseguimos en España.

—Si, lo sé y los tulipanes en Holanda, ¿no?

—No son tulipanes son lirios —Señaló Katsuki, mostrando la maceta al bicolor—. Me sorprendió que las semillas germinaran. —Sonrió con ligereza—. Los tulipanes que buscas están en el patio trasero.

—Esos me gustan mucho. —Afirmó—. También los claveles, son esponjosas...

—Sí, son bonitas. —Se dieron un vistazo fugaz a esas heridas que se habían hecho y que sanaban lentamente, como debió haber sucedido con su relación.

Evitaron más el contacto visual cambiando sus puntos de enfoque, uno dejó reposar su visión adentro donde millones de recuerdos golpeaban como un meteorito chocando con la tierra. La visión del otro cayó sobre la lluvia tersa y deslizante que poco a poco detenía su actuar, la imagen fue más clara, el horizonte se mostró marcando el final de su etapa, cruda y dolorosa con los sentimientos explotando en sus pechos.

Cuando el tapete secó fueron capaces de abrir la puerta retirando el tapete para evitar futuros accidentes.

Katsuki volvió a su habitación, Shouto por su parte fue a verificar su jardín, a las plantas que había aprendido a querer.

Katsuki volvió a su habitación, Shouto por su parte fue a verificar su jardín, a las plantas que había aprendido a querer

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O7| Lluvia.

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