AU. Katsuki y Shouto son exnovios. Sí, exnovios que durante la fiesta de año nuevo no pudieron evitar explotar delante de sus amigos y vecinos que llamaron a la policía.
Fueron encarcelados y luego con ayuda de un buen amigo, es que todo se redujo a...
—Según el calendario mañana inicia la primavera —Anunció Katsuki en su silla acolchada, Shouto desde su sitió lo vio de reojo, ambos en la terraza gozaban del domingo.
—¿Qué no es hoy? —Inquirió con sus lentes de sol sobre sus luceros desiguales, Katsuki negó.
—¿Por qué sería hoy? —Estiró sus piernas como un gato recién levantado y observó al otro que servía sake para los dos, estirándose de igual modo.
—Porque hoy hace un calor de infierno. —Respondió dejando caer su antebrazo en su frente con una fina capa de sudor acompañándolo, abrió los ojos bajo los lentes, estaban resguardados con una sombrilla, ¿Cómo era posible que estuviera sudando?
—Seguro mañana hará más... —Observó el cenizo echándose aire con el cuello de su playera negra, enojándose consigo mismo al traer ese color que absorbía el sol a diestra y siniestra.
—No me amenaces. —Farfulló Shouto bajando sus lentes para mostrarse serio frente al cenizo que dejó escapar una risa.
—Lo siento. —Dijo sirviéndose agua con hielos, tal vez una cerveza de las que había subido sería mejor opción, el sake ya no era la mejor alternativa solo bebió la última para agarrar una cerveza—. A ti no te gustan estás temperaturas ¿verdad?
—Oh, ¿lo recuerdas? —Tartamudeó un asombrado bicolor, Katsuki asintió.
—Quiero recordar todo lo referente a ti. —Contestó sin ninguna malicia ni doble intención solo una confianza que le extendía a nadie más que a Shouto.
El heterocromático cubrió su mirada con sus lentes de sol, volviendo la vista al cielo que alcanzaba a distinguir al estar bajo la sombrilla, sus mejillas coloradas indicios de vergüenza pasaron desapercibidas por un rubio que se acurrucaba en su silla con los ojos cerrados.
Lo volvía loco de una forma en la que nadie lo haría con sus palabras y acciones que no hacían más que confundirlo hasta el núcleo, no entendía si Katsuki quería algo con él o de él, pero lo que sí sabía era que en cualquier momento iba a ceder sin lugar a dudas.
Habría una confrontación sin peleas solo verdades que haría a ambos continuar con sus vidas sin rencores, estaba seguro de ello. Y mientras eso sucedía solo podía festejar porque en esos meses la atención de Katsuki era únicamente para él, eso llenaba su pecho de una calidez tan abrasadora como el sol de primavera.
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