⟳| Día 54 Katsuki: A veces me olvido de todo I

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⟳| Día 23

—¿Cuándo planeas venir? —Interrogó un Katsuki agitado tras una intensa lucha por su yogurt—. Nos estamos quedando sin provisiones.

—Hermano, he estado ocupado con mi inquilina sabes, ¿no? —Preguntó Eijirou dándole de comer a sus mascotas que movieron sus colas, agradecidos de que su papá sí les diera de comer a ellos, no como a su tío Katsuki.

El cenizo renegó desde su sitio asomando la cabeza dentro de refrigerador en búsqueda de otro yogurt que un bicolor salvaje le arrebató de las manos en cuanto lo vislumbró en las garras del sabueso cenizo, podía jurar que ese chico le mordió la oreja —típico comportamiento de gato— solo para que lo soltara, consiguiéndolo pues quien se lo devoró fue ese gato loco que ahora estaba satisfecho en su habitación.

—Pronto habrá una lucha por la comida y tú bien gracias. —Rezongó el cenizo, abatido de no encontrar otro yogurt, cerrando la puerta de un azotón ligeramente más fuerte que el promedio.

—Ya te dije que iré en dos días.

—¡¿DOS DÍAS?! —Chilló Katsuki al borde del colapso, se sostuvo de la barra de la cocina para evitar que le diera un patatús por la declaración del pelirrojo— P-pero... ¿Qué tú planeas matarnos de hambre? ¡¿O qué?!

—No, no se trata de eso, tengo que entrenar para mi próxima pelea, Katsuki —Aclaró Eijirou riéndose en voz baja de Katsuki y su melodramática representación.

—¿Por qué no mandas a Camie a comprar?

—Porque ella aun no maneja yenes, Katsuki. En-ti-en-de-lo. —Deletreó con frustración, Katsuki boqueó como un pez fuera del agua sin nada que decir solo reclamar.

—Solo di que ya no quieres atenderme, Eijirou.

Ay, no seas melodramático. —Acusó sobándose el puente de la nariz—. Iré en dos días, lo prometo.

—No estaré aquí en dos días, Eijirou. Creo que Shouto quiere cenarme. —El bicolor salió de su habitación bastante hambriento, visualizando a un cenizo escondido en la cocina, solo entendiendo la palabra "cena".

— ¡Sí, sí quiero comer algo! —Susurró en su oído, alterando cada fibra del ser del cenizo que saltó de su sitio para enfrentar al bicolor— ¡Muero de hambre! ¡Sí te preocupa Bakugou vendrás a darnos de comer! —Gritó para que Eijirou escuchará en la línea.

—¡Iré en dos días!

—¡¿DOS DÍAS?! ¡¿Quieres matarnos de hambre?! —Aulló el bicolor, Eijirou murmuró algo inentendible como un: ❝ ¡Arg! ¡de los dos no se hace uno!

—Chicos existe los uber eats y muchos otros que te llevan comida directo a casa. —Echó en cara con ganas de salir y depositar sus bonitos puños en las caras de ese dúo de idiotas.

—Kirishima... —Llamó Shouto quitándole el celular a Katsuki—. Bakugou me dijo que tienes una nueva mascota, un cachorro de tres meses, ¿me equivoco?

Uhm, no... ¿Por qué? ¿Le vas a hacer algo a mi perro?

—No. Yo no sería capaz de eso porque no puedo salir —Explicó, Eijirou asintió en su casa dándole la razón— pero, mira sus ojos, esa criatura a la que le das de comer, que se alegra cuando te ve, ladra cuando quiere que le hagas caso...

Sí... —Eijirou sonrió como idiota al vislumbrar a sus mascotas.

—Es Katsuki. Un cachorro de tres meses que me VOY a COMER como si fuera un perro de TRES AÑOS que no ve una bola de pelos bonito sino un delicioso filete asado con verduras ahumadas. —Katsuki se imaginó el filete casi babeando como un perro, omitiendo el hecho de que Shouto ya planeaba cocinarlo.

N-no... no me amenaces con mis hijos... —Sollozó Eijirou mirando a Eros jugar con el cachorro—. Es cruel Todoroki... ya les mandaré algo para comer, tu filete si quieres, pero mis hijos no...

—Eso es lo que quería escuchar, Kirishima. —Aplaudió Shouto—. La próxima vez administra mejor nuestra comida, adiós. —Le devolvió el celular a Katsuki con una sonrisa ladina que embrujó el corazón del cenizo que sonrió como un estúpido.

Sí Shouto planeaba cocinarlo, él planeaba comérselo de otra manera.

—Gracias... —Murmuró cuando el otro estaba yéndose a su habitación.

—Avísame cuando llegué la comida. —Katsuki asintió volviendo a la línea con Eijirou.

—Ustedes son crueles... —Lloriqueó el pelirrojo abrazando a sus mascotas— mencionar a mis hijos, luego su drama... son tal para cual... —Acusó herido—. Les mandaré algo envenenado.

—También te quiero. —Colgó soltando una risa.

Luego observó al pasillo de las habitaciones donde estaba Shouto en su cuarto, dentro de su pecho cosquilleando las ganas de ir para abrazar a ese chico que tan estúpido lo traía con sus bromas tontas, con sus risueños comportamientos y su encantadora forma de ser.

Recargó sus codos en la barra divertido con sus manos sosteniendo su cara que venía acompañada de una sonrisa, sus luceros brillantes esperando a que la comida llegara. Katsuki se estaba enamorando de la misma persona otra vez.

Debía ser un hechizo realizado por el heterocromático para tenerlo en la palma de su mano, sumamente radiante de compartir espacio con Shouto, dejando de lado todas aquellas peleas que tuvo con el bicolor porque UN solo momento de complicidad se sobreponía por encima de los malos recuerdos.

—Cuando estoy con Shouto me olvido de todo. —Se dijo a sí mismo, regañándose al sentir sus mejillas cálidas por él—. Últimamente pasa mucho que me concentro en él y no hay nada más que él.

Amaba todo lo que era y más de eso, adoraba a ese bicolor sin importar cómo era, ese chico le había conquistado con toda su esencia, le hacía ver su futuro dichoso a su lado y, a la vez, lo duro que sería estar sin Shouto porque pronto no habría más de ellos juntos.

Shouto definitivamente era el amor de su vida.

Shouto definitivamente era el amor de su vida

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54| Katsuki: A veces me olvido de todo I

365 días contigo Temp. 1 ⟳ BKTDBKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora