365 días contigo Temp. 1 ⟳ BKTDBK

⟳| Día 19 La razón es...

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⟳| Día 19

En casi los veinte días que llevaban juntos la tensión no se había sentido de tal modo como lo hacía ahora. El aire era tan pesado que respirar era una labor compleja pese a ser un acto natural del ser humano.

Shouto sabía que, el que todo se haya ido cuesta abajo fue debido a la visita de su hermano, que ahora completamente feliz subía selfies a Twitter e Instagram con sus hermanos, varios de sus amigos y colegas del trabajo en traje de baño.

Claro, Touya va a hacer un desastre a su casa casi provoca la tercera guerra mundial y luego se va a una playa paradisiaca en América; típico hermano mayor.

Lo peor de aquello era que el humor del cenizo como el suyo estaba a nada de explotar y causar un cataclismo; el oji-rubí gruñía como un sabueso rabioso por todos lados, en la cocina cuando cocinaba algún platillo, en el cuarto de lavado al echar sus calcetines, en su habitación al asear y en el estudio al trabajar.

—¡¿Qué carajos hacen estos bastardos?!

Shouto se acomodó en su sitio sobre la barda del estudio recargando su espalda en uno de los pilares del arco leyendo un libro —fingiendo que leía un libro— prestando ligera atención a las quejas del cenizo en el estudio.

Haciendo honor al título que les dio Touya: “par de tóxicos” que no podían hacer sus deberes en áreas diferentes de la casa, bien podría estar leyendo en la terraza o patio trasero, pero se encontraba ahí con la patética excusa de que era porque los libros estaban en el librero del estudio.

Katsuki poca atención le prestó al bicolor, esta vez no habiendo ninguna razón para no hablar porque tenían ese asunto de la casa sin arreglar, dedicó su mente a escribir un artículo que gracia no le hacía al ser la situación más mierda en la que se podría encontrar una persona promedio.

—Es una completa mierda hacer todo en casa cuando YO debería estar afuera buscando información de verdad. —Refunfuñó hablando entre dientes cuando las imágenes llegaron a su correo sacándolo completamente de quicio.

Shouto se mantuvo en silencio mirándolo de reojo cada que un renglón en el borrador lo desagradaba a medida que sus ojos avanzaban por el texto.

Katsuki era fácil de entender, su expresión facial era capaz de expresar sus pensamientos más profundos como aquella vez donde sin querer sus ojos rubíes le dijeron que su padre era un idiota. No lo negó, riéndose de que su falsedad con el señor Todoroki no pasara desapercibida por sus hermanos, al menos Katsuki lo intentó, su padre y él llevaban las cosas en paz por Shouto —hasta ahora—, seguro su padre estaba contento del final de su relación.

—Estás mierdas de notas que publican —Graznó nuevamente, oprimiendo con fuerza la tecla de borrar— yo no lo investigo, pero lo tengo que escribir: “Asesina a su pareja por infidelidad…” —Releyó, no sabiendo si eso era una broma o realmente iban a publicar aquello— ¡y lo ponen como nota roja! ¡¿Quién en su sano juicio leería eso?!

Katsuki tenía sus días malos, particularmente, aquel estaba siendo uno. Donde cada cosa le recordaba que su relación se había ido al caño por otra persona. Una que se hizo pasar por un amigo de la pareja mientras se le metía por los ojos a su novio. Error, exnovio.

Él no era el único que se la estaba pasando como la mierda. Los labios de Shouto se inclinaron en una mueca desagradable, arruinando su fino y delicado rostro, tratando en vano controlar la rabia que hervía en su pecho, la sensación de ardor atravesó su esófago como la gastritis.