AU. Katsuki y Shouto son exnovios. Sí, exnovios que durante la fiesta de año nuevo no pudieron evitar explotar delante de sus amigos y vecinos que llamaron a la policía.
Fueron encarcelados y luego con ayuda de un buen amigo, es que todo se redujo a...
Cuando el temporizador del microondas dio por terminado su temporizador y las palomitas estuvieron listas, Katsuki las sacó de su bolsa para echarlas en un bol hondo agarrando del refrigerador dos bebidas energéticas, las llevó bajo el brazo mientras con la diestra sostenía el bol.
—¿Y qué vamos a ver? —Preguntó con el bol de palomitas recién salidas del microondas dejando caer su cuerpo en la cama donde Shouto vinculaba su laptop con la pantalla, señaló la pantalla con su cabeza Katsuki siguió el movimiento como sí hay estuviese la respuesta, y lo estaba.
—El silencio de los inocentes. —Respondió con sus orbes entrecerrándose, porque el play no respondía al estar presionándolo con insistencia lo dejó un rato para observar el perfil de Katsuki que leía la sinopsis de la película.
—Anthony Hopkins. —Anunció el cenizo con una sonrisa viendo el perfil derecho de Shouto donde el blanco lideraba como un gobernante, asintió en silencio— me gusta.
—A mi igual y prepárate que veremos toda la saga de esto. —Indicó con sus orbes mostrándose victoriosos al por fin la película estar reproduciéndose luego de una larga batalla con su teclado, depositó la laptop sobre sus piernas acomodándose bien entre los cojines.
—Déjala en el buró te va a molestar ahí. —Aconsejó Katsuki con ese aparato encima no podría moverse como quisiera, le tendió la mano ayudándolo con el computador.
—¿Y si la voy a pausar? No quiero estirarme hasta alcanzarla… —Cuestionó dubitativo de abandonarla lejos, Katsuki negó cuando el reparto hizo su aparición, le quitó la laptop y la colocó en el buró.
—No habrá pausas, todo será al corrido, ahora cállate que va a empezar. —Shouto se rió en voz baja por las atenciones del cenizo.
Él dejó el bol entre ellos recargando su cabeza en el hombro del bicolor con los cojines en sus espaldas para que no se torcieran porque la edad les estaba afectando y cualquier movimiento mal hecho les dejaría en cama toda la eternidad.
—Bueno, no te vayas a dormir… —Advirtió, el cenizo se carcajeó acomodándose en ese aroma a suavizante que tenía el pijama de Shouto, miraron la película de principio a fin, las palomitas se acabaron cuando iban por la mitad de la segunda. Finalmente cayeron rendidos al inicio de su precuela la laptop se apagó cuando la batería se agotó.
Se acomodaron en la cama con Katsuki apretando a Shouto desde la espalda roncando por la nariz una tonada molesta sobre su oído que luego se acostumbró hasta hacerla una canción de cuna, babeó sobre su almohada que disfrutaba abrazar como un koala.
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