⟳| Día 114 Decaído.

372 49 9
                                    

··——·⟳·——··

⟳| Día 24

Confesarlo claramente era como un delito —no uno grave, pero sí vergonzoso— no es que fuera malo, sino que conllevaba consecuencias muy grandes dirigidas a su órgano vital, ese que se encargaba de bombear sangre a todo su sistema y gracias a ello no podía sacar de su cabeza la idea de que perdería a Katsuki en una semana o menos tal vez, ya ni siquiera quería llevar la cuenta, no valía la pena.

Se acomodó entre sus mantas sobre la King size buscando calor que sabía por vasta experiencia solo encontraría en los brazos del cenizo, no importaba cuantas mantas echara sobre su cuerpo; siempre tenía frío. Lo que pasaba con Shouto era que extrañaba de sobremanera a Katsuki con cada día que pasaba.

Pese a que su situación sentimental no era más que colores brillantes y corazones volando a su alrededor como un manga de romance, al mismo tiempo se sentía sumamente decaído por la sola mención de su subconsciente de que el oji-rubí partiría de esa casa pronto; por sus viajes.

Nunca terminaba por acostumbrarse, cada vez que Katsuki salía de casa con la intención de no verse por semanas incluso un par de meses le fastidiaba y le caía como un mal de estómago, todo el tiempo se sentía abatido por su ausencia, le pegaba tanto que cada recoveco de su hogar se lo recordaba como un montón de folletos regados por el suelo.

La casa fue hecha de un solo piso, una extensión lo suficientemente larga como para considerarse un laberinto con muchas puertas que conectaban habitaciones o en su caso con la persona más especial de su vida, podía bien estar cerca o lejos con solo cruzar una puerta.

A veces cuando estaba en la sala le bastaba con girar la cabeza a la derecha para saber que Katsuki estaba en el patio trasero regando sus plantas, entrenando o simplemente recostado en su hamaca siempre alerta de que sus vecinos no fueran tan desgraciados como para grabarlo, eso por parte de sus vecinos de atrás porque el de alado —el nuevo— no hacía mucho esfuerzo por encontrarse con ellos, no parecía interesado y estaba bien porque cuando encontraran un comprador se irían de esa casa.

El solo pensamiento era desalentador, hacía mucho que no se ponía tan melancólico, pero con forme el tiempo pasaba más fácil era darse cuenta que se acabó, ese arresto que antes fue una condena ahora era lo único que podía mantenerlos juntos.

Su pecho se contrajo como una almohada, como la que sostenía con fuerzas entre sus brazos acurrucándose y dándose ánimos a sí mismo para que de alguna manera el apoyo surtiera efecto en su desolado corazón. Pese a ello se frustró por estar tan demacrado, él sabía que Katsuki debería irse incluso antes de recuperar su trabajo solo que ahora que habían hecho las cosas bien le resultaba todavía más complicado aceptarlo.

—No quiero que se vaya… —Murmuró para sí, el calor de la noche entrando por la ventana con la luna asomándose para espiarlo, los cientos de luceros que adornaban el firmamento no fueron suficientes para alentar a Shouto que se escondió de su escrutinio bajo las mantas, sin consuelo y con la pesada aceptación por la pérdida que tendría.

—No quiero que se vaya… —Murmuró para sí, el calor de la noche entrando por la ventana con la luna asomándose para espiarlo, los cientos de luceros que adornaban el firmamento no fueron suficientes para alentar a Shouto que se escondió de su escru...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

114| Decaído.

365 días contigo Temp. 1 ⟳ BKTDBKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora