⟳| Día 25 Lo que piensas y lo que es.

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| Día 25

Cuando los sentimientos que tenía por el cenizo más se desbordaban en su cabeza pasaban imágenes desalentadoras de alguien más en medio de ellos como una sombra sin dueño que los perseguía a cada rincón donde se paraban. Shouto lo sabía, cuando pensaba en ello su corazón se hacía añicos como el cristal. 

Varias veces pensó en ir con Katsuki y hablarlo directamente con pesadez en el estómago, pero de frente, sin que hubiera más personas interfiriendo en sus decisiones; solo que cuando se encontraba frente al oji-rubí vacilaba sin saber qué exactamente lo detenía.

Quizás eran esas ganas de saltarle encima rodearlo con sus brazos hasta que le pidiera soltarlo para tomar aire, llenarlo de mimos hasta que estuviera colorado de la vergüenza al ser consentido de la forma en la que Shouto lo hacía.

Pero, así como esas imágenes efímeras le llegaban a la cabeza en un intento de hacerlo retroceder también llegaban aquellas donde le veían la cara y cuando recobraba valor Katsuki se había ido a su habitación.

Echó su ropa a la lavadora con dureza, en algunas ocasiones esos pensamientos pudrían su corazón.

Ya no quería pensar en ello.

Salió del cuarto de lavado al escuchar el timbre, según él no esperaban visitas o no que el cenizo le haya mencionado dado que seguía echado sobre su cama.

La vista de Camie le sorprendió, definitivamente, no la esperaba a ella porque significaba terapia de pareja y él no estaba listo para volver a sentarse junto a un Katsuki frívolo.

—¿Katsuki está aquí? —Preguntó ella saludando a Shouto en un beso en la mejilla.

—Está dormido. —Respondió sin mucha emoción.

—Perfecto, hablaremos tú y yo —Aplaudió, sosteniéndolo de la mano para arrastrarlo escaleras arriba a la terraza.

Shouto no se resistió, incrédulo de que quisiera hablar solo con él cuando las veces que se habían visto siempre eran los tres en cualquier sitio. Una vez arriba ella inhaló el aire contaminado de la ciudad como si fuera la fragancia más exótica del universo.

—Ahora sí, antes crucé palabras con Katsuki —Comentó volviendo a él, jalando la mesa lejos de la puerta, Shouto la ayudó dejándola en el centro de la terraza— hoy quiero escuchar tu versión.

Los labios del bicolor se curvaron en una mueca.

—No hay versión, no quiero hablar de ello. —Sí hubiera llegado un par de minutos antes, quizás lo haría, pero ahora era complicado para él hablar sin que florecieran los resentimientos.

—Pero… ¿vas a dejar que termine así? —Cuestionó ella sin creer que se haya dado por vencido.

—Esto ya terminó, de hecho, estamos más lejos que nunca. —Sus ojos buscaron un sitio donde sentarse pues Camie tomó su silla, el agarró la que pertenecía a Katsuki poniéndola frente a ella.

—No puedes decir eso, es el amor de tu vida y tú de su vida. —Expresó ella lo que días antes le dijo al cenizo.

—No es cierto, él no me ama. —Renegó, en su cabeza la visión de alguien más riéndose de su ingenuidad.

—¡Que dices?! —Exclamó Camie, levantándose de la silla— ¿Por qué me llamaría para hablarme de una propuesta sino amara a la persona con la que se va a casar? —Chilló dolida de que el heterocromático no quisiera hablar.

365 días contigo Temp. 1 ⟳ BKTDBKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora