AU. Katsuki y Shouto son exnovios. Sí, exnovios que durante la fiesta de año nuevo no pudieron evitar explotar delante de sus amigos y vecinos que llamaron a la policía.
Fueron encarcelados y luego con ayuda de un buen amigo, es que todo se redujo a...
Eran pocas las veces en las que entraba a esa habitación y no es como que fuera un delito sino más bien era por los recuerdos que se le venían encima como una manada de leonas hambrientas.
No había entrado a ese cuarto de la forma correcta desde principios de año, por lo que en las ocasiones en las que entró fueron por circunstancias de un poder mayor —tal vez Dios— donde tenía que dejar ropa limpia o cuidar de Shouto por una fiebre. Más allá de eso no había entrado por su bien emocional ya que cuando un límite era cruzado todo se iba en picada como un águila preparándose para ir tras su presa.
Que Shouto lo arrastrara a su cuarto lo tomó desprevenido, iba sin armas para defender su pobre corazón magullado por las anteriores batallas. Y no, no quería pelear con él y sabía que Shouto tampoco ya que iba sin ninguna malicia en sus facciones, tenía una buena intención marcada en su sonrisa pequeña.
Él solo quería devolverle el favor, eso lo dejó desconcertado a niveles inexplorados como el océano ya que cuando le mencionó pagar por su ayuda con respecto a las clases de baile no imaginó que sería en su alcoba donde muchas veces hicieron el amor y donde su mente llegaba a la conclusión de pagar un favor.
Se abofeteó mentalmente cuando Shouto soltó el agarre en su mano.
—No creo que sea una buena idea que esté aquí... —Tartamudeó el cenizo rodando sus ojos del techo al suelo de madera, completamente desarmado y cohibido como si fuera la primera vez entraba a la habitación de alguien.
Todoroki advirtió ese comportamiento, no quería que Katsuki se sintiera incómodo, solo quería agradecerle por su ayuda. Pero, parecía que estaba profundamente preocupado de lo que podría pasar con ellos estando juntos en su habitación; su nido de amor —literalmente—. Divisó en sus acciones rastros de ansiedad, en como pellizcaba la piel del dorso de su mano, como sus falanges tamborileaban sus muslos a un ritmo estrepitoso.
—Katsuki —Llamó al aludido que con vergüenza levantó la vista, era tan extraño para Shouto ver a Katsuki tímido—. Ayer me ayudaste mucho, hoy quiero devolverte el favor. —Expresó el bicolor con sinceridad brillando en sus orbes, Katsuki le observó fijamente asintiendo en un gesto temeroso.
Shouto extendió dos tapetes de colores en el suelo uno celeste y el otro anaranjado que había ordenado en un descuento de 2x1 nadie debería preguntarle sobre el porqué de los colores simplemente uno llegó siendo naranja no es porque supiera que era el color favorito de Katsuki simplemente fue una coincidencia —al menos así engañaba Shouto a su subconsciente—.
Katsuki poco a poco relajó sus músculos cuando Shouto encendió la pantalla dejando un tutorial de YouTube sobre yoga, arqueó ambas cejas extrañado de la elección del heterocromático, esperó a que terminara de ordenar su habitación para cuestionar algo que desde que llegó no había dicho.
—¿Qué vamos a hacer? —Preguntó con la voz áspera debido al rato que estuvo en silencio avergonzado de lo que pasaba en su cabeza.
—Yoga. —Respondió Shouto con una pequeña sonrisa invitando a Katsuki a sentarse a su lado en el tapete naranja que alegró al rubio, era su color favorito.
—Yoga entonces...
—Sí, ayuda mucho a eliminar el estrés —Comentó sentado con las piernas cruzadas— en general da muchos beneficios —Katsuki asintió— nosotros haremos algo sencillo solo para iniciar bien el día.
Shouto con sus piernas cruzadas irguió la espalda lo más firme posible, Katsuki lo siguió ambos con posturas derechas con las manos sobre sus piernas y palmas abiertas aspirando y exhalando lentamente, quitando la rigidez de sus pieles, el estrés de sus cabezas, el pánico de sus corazones.
—Ésta es la más común es "flor de loto" —Explicó Shouto en un tono bajo con los ojos cerrados, Katsuki no respondió, de su garganta salió un sonido de afirmación, se quedaron cerca de 60 segundos así para continuar con la siguiente.
Shouto se echó al suelo dejando los brazos en el tapete levantando el torso, sacó el pecho lo más que podía apretando los muslos y el trasero con las piernas bien estiradas, sus palmas plantadas sobre el tapete como un soporte. Katsuki imitó el movimiento más complicado por la fuerza que necesitaba la espalda para mantenerse en esa posición.
—"Cobra" —Mencionó, Katsuki aguantaba la respiración para no desplomarse de cara— nos quedaremos medio minuto así.
—Qué bien no creo aguantar mucho con esta. —Comentó con una mueca que hizo reír levemente a Shouto, los segundos pasaron en un parpadeó para alivio del cenizo.
—Ahora pon las manos y pies en el suelo no los despegues y levanta la cadera formando un arco. —Explicó mientras hacía la demostración.
Katsuki sintió que era más sencilla que la anterior, sus brazos y piernas sentían el esfuerzo, pero no era desagradable, treinta segundos después Katsuki siguió a Shouto que se puso de pie, alzó los brazos por encima de su cabeza pegando las palmas colocando su pierna izquierda sobre la derecha como un 4 los treinta segundos mostraron el equilibrio de ambos con serenidad y párpados cerrados concluyeron una rutina sencilla y corta.
—Terminamos. —Anunció Shouto con una sonrisa, Katsuki parpadeó varias veces, incrédulo.
—Sí, es fácil hacerlo. —Aseguró recogiendo el tapete, Katsuki lo ayudó con el que había usado, bastante alegre al final, sus huesos ya no rechinaban y sus músculos no estaban rígidos.
—Deberíamos intentarlo otra vez. —Contestó el cenizo con una sonrisa, Shouto tensó sus manos enrollando el tapete.
«Hay otras cosas que deberíamos intentar.» Se mordió la lengua para que el pensamiento no se exteriorizara y fuera a incomodar a Katsuki con sus estupideces. Al final Katsuki se fue a la cocina a preparar un desayuno ligero, Shouto lo alcanzó después, cuando su corazón calmó sus emociones.
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