⟳| Día 113 Maletas hechas.

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⟳| Día 23

No había planeado buscar un nuevo hogar —no tan pronto—, pero los meses pasaron en un parpadeo frente a sus ojos, recuerda cuando llegó de mala gana a esa casa donde juró no regresar y, ahora, debía abandonar de verdad con todo y los recuerdos que tenía.

Según su idea inicial planeaba compartir gastos con su mejor amigo que vivía en una casa más pequeña —con dos habitaciones— donde él podría dejar sus cosas cuando saliera de viaje y no apresurarse a buscar una casa o departamento, solo que su plan se vino abajo por cierta oji-dorada que había llegado de improvisto a Japón.

Y, al parecer, no planeaba salir de esa casa durante un laaargo rato, él no conocía bien los motivos de ella, pero bien sabía que se debía a cierto pelirrojo que tenía su interés desde el segundo cero. Era claro que vivir juntos les hizo muy cercanos al grado de tener citas que, él en lo personal apoyaba, Camie quería un compañero y Kirishima un confidente, seguro que eran la persona correcta para el otro.

—Carajo, debo guardar mis informes. —Refunfuñó con varias hojas en manos, acomodándolas en una caja de cartón que se abría desde abajo haciendo un desastre nuevamente.

—Hay que ponerles cinta para que no se salga nada. —Comentó Shouto con aburrimiento, recargado en el umbral de la puerta con la cinta en mano, se la extendió al cenizo que se levantó para tomarla— ¿Qué haces, Katsuki?

—Estoy recogiendo ya sabes que pronto me iré. —Una sonrisa triste se asomó por la comisura de sus labios rosáceos, Shouto se hincó acomodándose junto al cenizo dándole la vuelta a una caja para asegurarla.

—¿Quieres ayuda con eso? —Cuestionó mirando el montón de hojas engargoladas en el suelo— puedo ordenarlo por ti.

—¿Por fecha? —Preguntó con ilusión, con sus fanales centelleando en un pedido de auxilio, Shouto soltó una risa nasal rindiéndose ante el cenizo, asintió con ligereza, con ojos dulces, a Katsuki se le detuvo el corazón— gracias…

—Lo ordenaré por fechas. —Anunció Shouto, Katsuki se alegró muchísimo porque así le facilitaría las cosas cuando las necesitara—. Creo que unos deberían ir a la basura… —Sugirió en un murmullo, aunque la expresión del cenizo evidenció que la idea no le gustó en nada, así que se corrigió—. O no…

—Son mis recuerdos.

—¿No crees que con las grabaciones es más que suficiente? —Inquirió con el rubio negando, entregándole sus informes que el bicolor revisó y separó por año— y sí no quieres desasearte de ellos pues… tener un mejor sistema de datos. —Se encogió de hombros.

—Ok, pensaré algo mejor. —Aceptó derrotado pasándole los vídeos para que enlazara cada reproducción con el título del informe, Shouto estaba acostumbrado al papeleo así que lo hizo muy rápido—. En serio gracias por ayudarme.

—No es nada, quiero que estés bien. —Confesó con tristeza, sus iris se mostraron lejanos escapando de ellos su brillantez característica de los duales, Katsuki le revolvió el cabello en un acto cariñoso, adoraba las hebras sedosas del bicolor.

—Todavía me falta guardar algunas cosas en el buró cerca de la ventana, la ropa la empacaré un día antes y debo buscar un nuevo apartamento donde quedarme —Expresó cambiando el tema a sus pensamientos de lo que debía hacer, Shouto asintió con cada oración—. Iba a dejarlo con Kirishima, pero como Camie está con él ya no hay espacio para mí así que dejaré mis maletas hechas en el armario, sí no te molesta, claro.

—No, no, está bien. De hecho, hasta que encontremos un comprador yo tampoco saldré de aquí. —Shouto se encogió de hombros aceptando que Katsuki dejara las cosas ahí, si por él fuera dejaría todo en la habitación principal para tener al cenizo cerca en cada segundo, Katsuki suspiró con melancolía.

—Bien. —Murmuró.

—Bien. —Acotó.

En un mutismo calmo guardaron las cosas dentro de las cajas reforzadas con cinta adhesiva, Shouto sacó del buró cerca a la ventana algunos álbumes completamente regordetes de fotografías de los viajes del cenizo, sonrió arrastrando una a escondidas mientras el cenizo acomodaba libros de su época de carrera, algunos cuadernos con anotaciones importantes los dejó en la cima casi a la mano antes de cerrar la caja.

Shouto descolgó varias pinturas adquiridas por el cenizo y los acomodó de forma en la que no se desgarraran selló la caja hasta que la pared estuvo completamente desnuda sin nada colorido en aquella habitación, ninguno mencionó nada respecto a las películas en caja que tenía ahí, terminaron casi llegada la madrugada con las primeras maletas hechas.

Shouto descolgó varias pinturas adquiridas por el cenizo y los acomodó de forma en la que no se desgarraran selló la caja hasta que la pared estuvo completamente desnuda sin nada colorido en aquella habitación, ninguno mencionó nada respecto a las...

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113| Maletas hechas.

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