Una vez que finalizó el partido de fútbol volví a mi departamento en compañía de Gastón, Rocío y Lautaro. Acostamos al pequeño sobre mi cama, rodeado de almohadones para evitar una caída al tiempo que nosotros conversábamos con mate de por medio. Rocío también era adjunta de una de las cátedras de Filosofía. Filosofía Política era una materia que se dictaba en segundo año de la carrera. Tenía un buen sueldo. Simultáneamente escribía novelas melodramáticas como nos había enseñado el Licenciado Crespi. Siempre recordábamos su amor platónico por Lucas. Por su parte, Gastón, era profesor en el Conservatorio de Música. Seguía perfeccionándose en los distintos instrumentos, pero se ganaba la vida como Profe.
Un mensaje de texto nos interrumpió la conversación a la vez que Lautaro despertaba con llanto.
Mensaje de texto de "Amor"
"¿Estás en tu casa? Te extraño..."
Sonreí tontamente. Mi corazón latía de modo desaforado y por un momento creí que su sonido opacaba el llanto del bebé. Mis amigos lo notaron y no tuvieron que preguntarme de qué iba mi sonrisa. Lo sabían. Incluso, mejor que yo.
Mensaje de texto para "Amor"
"Sí, estoy tomando mates con Gas y Rochi... yo también te extraño nenita... ¿cenamos a la noche?"
Esperé su respuesta afirmativa y mi mente comenzó a naufragar por donde yo quería. Sabía que ese era el momento preciso. La voz de mi amiga me sacó de mis pensamientos.
-Yo la noto mucho mejor... de hecho en sala de profesores comentamos lo bien que está.
-Además en la última cena en casa de Pablo y Mery se la vio más animada, incluso con vos...más cariñosa, por decirlo de algún modo- agregó Gastón.
-Sí, está mucho mejor... estamos mucho mejor-me corregí a la vez que acomodaba a Lautaro en mis brazos. Le estaba dando la mamadera. – Fueron días difíciles... bueno, ustedes lo saben-y ambos asintieron con gestos compungidos. – Quiero recuperarla del todo...
-Y lo vas a lograr- me interrumpió Rochi con su sonrisa de lado.
-Ojala- y suspiré.
La familia Dalmau salió de casa cerca de las cinco de la tarde. Media hora después Gastón debería estar iniciando una clase de canto. Tenía una química especial con Lauti. Me recordaba mucho a Bautista de pequeño, quien ya era todo un hombre. Llevaba un año de novio con una compañera de la facultad. Victoria era su nombre. Florencia, por su parte, había ingresado también a la universidad. Cursaba el primer año Cinematografía. Estaba hecha una mujer, pero siempre seguiría siendo mi Florcita.
Entré a la ducha por segunda vez en el día. Al tiempo que el agua caliente golpeteaba contra mi cuerpo comencé a idealizar la noche que esperaba por mí, por nosotros. Hacía tiempo rondaba en mí una idea que cambiaría mi futuro junto al de Lali. Lo cierto es que los meses difíciles se habían convertido en una roca inmensa en nuestro camino. Pero las palabras de Lali ese mismo mediodía habían dado un vuelco a la historia, y a mi corazón.
FLASH BACK
-¿Qué vamos a almorzar?- le pregunté poniendo sobre la mesa lo último que faltaba.
-Lo poco que encontré... la heladera estaba desierta- dijo y largó una risita.
-Es el problema de ser hombre y vivir sólo- me excusé.
-Espero que cuando convivamos no sea así- me desafió al tiempo que revolvía la ensalada.
-¿Vos queres convivir conmigo?- dije y un destello de luz se posicionó en mi corazón.
-Claro... supongo que algún día vas a pedirme casamiento- y rió enigmáticamente.