CAPITULO 28: SORPRESA

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Me desperté aquella mañana con las caricias deLali. 

Podía reconocer sus mimos a ciegas. Esbocéuna sonrisa de lado. 

-¡Como me gusta despertarme así! Voy aprocurar cumplir años todos los días.

 -¡Ya! Como si nunca lo hiciera- dijoescandalizada. La tomé de la cintura y la acerquéa mí. 

-Hola- dije con un hilo de voz. 

-Hola- dijo con una sonrisa. 

–Feliz cumpleañosmi amor. 

-Gracias- dije. Tomó mi cara entre sus manos yme regaló un beso dulce y largo. 

-Te traje el desayuno a la cama- dijo sonriente. 

-¡Apa! ¡Cuánto halago!- dije incorporándome.

 -Te preparé el café con leche como te gusta avos y fui a comprarte las medialunas que tegustan.

 -¿Y cómo sabes cuales me gustan?- inquiríapoyando la bandeja sobre mis piernas. 

-Me acompañó tu mamá a comprarlas- dijo. Lanoche anterior habíamos viajado los dos a Bahía,donde pasaría mi cumpleaños. Le regalé un besoy nos quedamos desayunando.

 -Bueno... quiero darte mi primer regalo- dijosonriente levantándose de la cama. 

-¿Primer regalo?- dije asombrado.

 -Sí, después a la noche te doy el otro- dijo. Yoarqueé mis cejas con picardía. -¡Ya! ¡Zarpado!¡Mal pensado!- dijo golpeándome el pecho.

 -No me maltrates el día de mi cumpleaños- dijefingiendo ser un niño. Sonrió y me besó de nuevo.

 -Espero que te guste- dijo entregándome unabolsa. La abrí y dentro de ella había una camperaque ella sabía que me gustaba. Se había gastadoun dineral, seguramente.

 -¡Lali! No tenías por que... 

-¿Cómo que no? Cumple años mi novio che- meinterrumpió. 

-Gracias La, sabes que me encanta... te pasasteeh.Se acercó a mí y quitó la bandeja de por medio yse sentó sobre mis piernas. Me llenó la cara debesos. Fueron exactamente veinte. Los años quecumplía.

-Permiso... ¿se puede?- dijo mamá asomándosepor la puerta. 

-¡Obvio que se puede!- dije sonriente. Entrójunto a papá, Bauti y Flor. 

-¡Peter!- gritó mi hermana lanzándose a misbrazos obligando a Lali a salir de allí. 

-Hola princesita- dije abrazándola.

 -¡¡Que los cumplas feliz, que los cumplas feliz,que los cumplas Peter, que los cumplas feliz!!-me cantaron todos juntos. 

-Gracias- dije mientras abrazaba a mamá. Florseguía sobre mis piernas. Todos se sentaronsobre mi cama, menos Lali que había quedado enuna silla un poco más alejada. Me regalaron unjean y un par de zapatillas. Florencia me habíahecho un dibujo y en letras rosas había escrito lomucho que me quería. Acordamos colgar el papelen uno de mis placares en mi departamento deBelgrano.

 -Veni- le dije a Lali. Quería tenerla cerca. Ellasonrió con vergüenza y se subió a mi cama. Lepropicié un buen golpe a Bautista que habíaquedado boquiabierto. Automáticamente Florenciase aferró a mi cuello cual garrapata. 

-Ya hija... soltalo un poquito que lo vas a dejarsin aire- dijo mamá entendiendo la situación. Leextendí una mano a Lali. Acto seguido Flor seprendió a mí de nuevo.

 -Vamos pequeña... dejala a Lali también- le dije. 

-Ella siempre está con vos y yo no- dijocaprichosa. 

AMORES PERROSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora