Un libro de one shots de ti con tus personaje favoritos de este juego.
Los personajes de éste libro no son de mi propiedad, son de Riot Games excepto por t/n y entre otros que no pertenecen al juego.
Fem reader A diferencia de mis demás one shot, este no estará tan centrado a la relación de ambos al inicio, ya que estará dividido en dos partes.
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- ¡Maestra T/n! - Gritó un pequeño Viktor de diez años, corriendo hasta aquella albina de veintiocho años.
T/n era una mujer muy reconocida en la Ciudad Subterránea, era la única médica allí, estudio la carrera de medicina en Piltover desde los dieciocho, graduándose a los veinticinco, volviendo así a la Ciudad Subterránea para poder ayudar a su gente y ver a su hermano mayor, Vander, junto a Silco, aquel hombre que siempre amo desde el primero momento que lo conoció, quién se volvió su pareja un año después de que ella regresará. Durante esos tres años de regreso en la Ciudad Subterránea, conoció a aquel pequeño que ahora tenía diez años, quién se volvió su paciente más recurrente en su consultorio médico, debido al problema con su pierna, siendo también su primer aprendiz en la medicina y ciencia, él siempre decía que quería ser tan genial como ella, algo que derretía el corazón de aquella hermosa mujer albina.
La hermana menor de Vander sufría de albinismo desde que nació, debido a que su madre estuvo expuesta a la contaminación en aquella ciudad, dando a luz a una niña albina de ojos color perla, que en un futuro hasta desarrollo pecas blancas. Ahora ella se encontraba con aquel niño, al cual fue a visitar en su hora de descanso, debido a que quería verlo inventar aquellos juguetes que él mismo había.
- Vikvik, tesoro, ¿Que haces ahora? - Preguntó con una voz tan suave y maternal, que el pequeño no pudo evitar emocionarse en mostrarle su inventó.
- Estaba tratando de hacer un barco funcional, para que vaya por el río, pero siempre se unde, hay algo que hago mal y no se qué es. - Respondió Viktor mirando todas las piezas de su barco, a lo que la mujer lo analizó y supo que era lo que le faltaba, pero no le diría nada, era importante para que él niño aprendiera por su cuenta que viera que era lo que faltaba.
- Vamos Vikvik, tú puedes lograrlo tesoro. - La adulta le brindó un beso en la frente al niño, haciéndolo sonrojar de sobremanera.
- Oh no, hay mucho sol señorita T/n, tiene que cubrirse. - Se preocupó Viktor por el albinismo de la mujer al ver que los rayos del sol de la zona en dónde estaban caían sobre ellos, pero en eso noto que la mujer se cubría con una sombrilla.
- Tranquilo corazón, estoy bien. - Le respondió la mujer y luego comenzó a caminar a la Ciudad Subterránea o más bien a la parte que ni la luz del sol llegaba. - Lo siento Vikvik, pero tengo que regresar, mucha gente necesita de mi ayuda. -
- ¡Suerte maestra T/n! - Agitó la mano aquel pequeño niño con emoción, viendo a su maestra desaparecer en la oscura ciudad.
