Tara se tiró en la cama con aquella sonrisa que permanecería días en su cara y dejó escapar un suspiro. Todas las sensaciones que había experimentado durante el día la habían dejado agotada; Primero el hecho de despertarse junto a su mejor amigo, aquello ya le aseguraba una sonrisa de buena mañana, después la cita con Oliver, las confesiones y los besos, y para finalizar, la llegada de Harry. Solo tenía ganas de gritar y saltar de la alegría pero contrariamente, no tenía fuerzas ni para alargar el brazo hasta la mesita y coger el móvil para mirar que hora era.
Cuando estaba apunto de cerrar los ojos se escucharon varios golpes tras la puerta. Golpes minúsculos y débiles.
―¿Me dejas entrar?―La dulce y sensible voz de Hayley se escuchó tras la puerta. Tara se incorporó en la cama.
―Claro, peque. Entra―La puerta de madera se abrió y Tara pudo ver a su hermana con un pijama rosa y al señor Orejas escondido en su pecho―¿Qué ocurre?
―No puedo dormir―Confesó, acercándose a hasta la cama.
―¿Por qué? ―Tara se quitó las sabanas de encima e hizo un hueco para Hayley a su lado―¿El señor Orejas tampoco?
Hayley negó con la cabeza, pésima. Parecía triste y abatida. Tara conocía aquella expresión. Su hermana no era más que un bebé apunto de cumplir los cuatro años pero era demasiado lista, aprendía demasiado rápido y se daba cuenta de lo que pasaba a su alrededor antes que nadie.
―Cariño, ¿Qué pasa?
La niña se mantuvo en silencio durante un rato, toqueteando las orejas de su preciado peluche, el cual precisamente se lo había regalado Zayn al nacer.
―¿Te vas a olvidar de Zayn por estar con Oliver?―Preguntó de súbito, dirigiendo la mirada a los ojos de su hermana mayor.
Tara la miró y luego suspiró.
―Hayley, ya hemos hablado de eso―Le contestó sebera―Entre Zayn y yo no va a haber ningún cambio, siempre vamos a ser mejores amigos. No quiero que te preocupes por eso, ¿de acuerdo?
―Pero yo quería que él fuera tu novio...
El impacto de aquella confesión le sentó a Tara como una bomba. Lo último que esperaba era que la mayor preocupación de su hermana fuera no que perdiera la amistad con Zayn sino que jamás llegarán a ser algo más que mejores amigos.
―¿Cómo has dicho?―Balbuceó Tara―¿Zayn mi novio?―Luego soltó una carcajada―Creo que eso es imposible.
―¿Por qué? Zayn te cuida mucho y tú le quieres―Argumentó Hayley.
―Sí, le quiero―Confesó ella, ilusionando a su hermana―Pero le quiero como amigo, nada más.
―Por favor―La pequeña se aferró a Tara―No dejes a Zayn.
―Hayley...
―Él siempre es bueno conmigo, y yo sé que él haría lo que fuera por ti. Él siempre te ha cuidado como si fueras lo más importante de su vida y no dejará de hacerlo, lo sé. Yo quiero que tú estés con Zayn y que no haya otro chico contigo―Tara frunció el ceño y la miró, tratando de encontrar una respuesta al porque de tener una hermana más inteligente y razonable que toda su familia junta. Decir que estaba asombrada con las palabras de su hermana era poco, poquísimo―He visto como miras a Zayn cuando está sin camiseta en la piscina y como te muerdes el labio cuando saca la cabeza del agua con el pelo mojado.
Los latidos de Tara se aceleraron y de repente se encontraba muerta de calor, nerviosa y avergonzada. Había sido descubierta por su hermana pequeña. Pero al fin y al cabo era eso, su hermana pequeña. Ni era Zayn, ni Oliver, ni sus padres. Volvió a mirarla y empezó a reírse débilmente.
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Heart's Smash
FanfictionElla siempre había sido su mejor amiga... Hasta que se dio cuenta de que la deseaba. Escritora: Verónica.