Heart's Smash

Capítulo 84.

Tara compartió una inquieta mirada con Zayn. Estaba a punto de liarse a golpes con el primero que se le pusiera delante. Quería saber de una maldita vez que era lo que estaba ocurriendo, porque estaban allí sus padres, los padres de Zayn, y que tenían que ver con ese psicópata asesino que les había estado amargando la vida.

Un grupo de hombres corpulentos los habían guiado a empujones y manotazos hasta una sala grande y espaciosa ocupada por butacas que daban a un pequeño escenario.

Sólo se escuchaba un pequeño siseo detrás de las cortinas. Lucas tenía un tic nervioso en la pierna y no podía dejar de moverse. Zayn apretaba los puños con tanta fuerza que había llegado a hacerse sangre al clavarse las uñas en la piel. Anna se mordía el labio con fuerza y Tara presentía que en cualquier momento el corazón iba a saltarle del pecho.

No muy lejos de ellos se encontraban los padres de Zayn y Mary, los tres adultos compartían miradas asustadas y tensas. Sus expresiones denotaban absoluto terror, una preocupación que Tara nunca había visto en aquellas personas.

¿Qué era lo que les habían ocultado? Conocía a los padres de Zayn desde que era una cría, desde que había nacido. ¿Por qué esas personas a las que tanto amaba le habían engañado? Su madre le había mentido, su padre le había mentido, los padres de su novio le habían mentido. Y lo único que habían conseguido con las mentiras había sido arrebatarle a Anna al hombre de sus sueños durante dos años, habían pasado por un dolor inexplicable, habían sufrido como nadie y ahora estaban siendo víctimas de un hombre del que desconocían su nombre, su lugar de nacimiento, su edad... Todo.

No podían huir de allí. Había tres salidas; puertas a cada lado de la estancia y en la parte trasera, todas ellas aseguradas con dos hombres que se veían capaces de matar si su jefe se lo ordenaba.

—Nos van a matar. Vamos a morir...—pensó Tara para sí misma.

—Cállate—le ordenó Zayn.

Se dio cuenta de que había hablado en voz alta y se puso a temblar. Zayn le agarró la mano y se la apretó con fuerza.

El silencio era tan tenebroso que por primera vez, Zayn quería gritar solo para sentirse mejor. Unas pisadas arremetieron contra el silencio. Las cortinas se descorrieron y al momento, John, el padre de Tara, Lucas y Hayley, apareció en escena. Lo empujaron desde detrás y cayó al suelo, primero de rodillas, luego perdiendo cualquier pizca de fuerza que le quedara. Le sangraba el rostro por varias heridas en los labios, las mejillas, la nariz y la frente. Tenía los ojos inyectados en sangre y la ropa desgarrada. Tenía un corte en una de las rodillas y su pecho se henchía a una velocidad vertiginosa.

A Tara se le cayó el corazón al suelo. Mary chilló. Lucas se puso en pie con la rabia inundando sus venas.

—¡Maldito hijo de puta! ¡¿Qué le has hecho a mi padre?! ¡Te voy a...!

Un individuo agarró a Lucas de la muñeca y se la retorció.

—Siéntate si no quieres que le vuele la cabeza a tu novia.

—Oh, Dios mío...—sollozó Mary desde su asiento. Hayley estaba a su lado y cuando vio a su madre llorar y encogerse, intentó abrazarla.

—Por fin estamos todos reunidos—dijo una voz varonil y ronca.

Lucas la conocía perfectamente. Ese rostro diabólico y la siniestra mirada. Mataría a aquel hijo de puta con sus propias manos si los dejaran a solas un minuto. Apretó los dientes.

—Lucas, me alegro de verte—ironizó—. Se te ve feliz con Anna. ¿Habéis pensado en recuperar el bebé que perdisteis?

Lucas rezumó.

—Te voy a matar—castañeó entre dientes.

—Sí, más tarde hablaremos de eso—dijo, restándole importancia con un gesto de la mano. Miró a Zayn y a Tara y volvió a sonreír—. Supongo que estaréis contentos de estar aquí.

Ninguno de los dos dijo nada.

—De una vez por todas vais a saber porque vuestra vida se ha convertido en un desastre. Estos demonios de aquí—señaló a Mary, a Tricia y a su marido. Luego a John— os van a explicar porque estamos aquí.