―¿Has hablado con ella? ―Preguntó Lucas.
Zayn asintió con la cabeza sin estar seguro de lo que iban a hacer. Era una locura. Aquellos tipos podían estar respaldando a Erika y podían saber perfectamente que ellos estaban allí, podrían cogerlos a todos y llevarlos de nuevo a su maldita madriguera. Pensó en retirarse, pero si no actuaba, él y el resto de su familia vivirían atemorizados el resto de su vida.
―La he llamado esta mañana―Aclaró Zayn, nervioso―Hemos acordado vernos en un Packer's Roost, un bar a las afueras de la ciudad. Cree que voy a entregarle a Hayley o que a menos me convencerá para hacerlo.
―Deja que se ilusione―Murmuró Lucas de mala gana y sin darle tanta importancia como debería. Nadie iba a tocar a su hermana pequeña. Nadie iba a apartarla de su familia ni iba a hacerle daño, o él se encargaría de que se arrepintieran tarde o temprano. Agarró la chaqueta que había dejado en la entrada de la casa y se la puso. Era de noche. Pronto serían las doce pasadas y hacía mucho frío. Lucas se había puesto un gorro de lana caído y un suéter negro sobre una camiseta blanca de manga corta. Llevaba unos pantalones negros y unas atwood canvas de color negro.
Anna y Tara no tardaron en bajar. Hayley estaba en los brazos de su hermana. Le rodeaba el cuello con los pequeños bracitos y tenía la cabeza en su hombro. Estaba a punto de cerrar los ojos. Tara la había mantenido despierta y la pequeña siempre solía irse a la cama antes de las diez. Llevaba unas mayas negras, sobre estas una falda de volantes y unas botas negras. El resto del cuerpo estaba cubierto por un abrigo rosa claro también del cual caía una capucha hacia atrás. Llevaba el pelo recogido en dos coletas de caballo a lado y lado del cabello. Las ondulaciones le caían a los lados como serpentinas de oro.
Nada más bajar, Anna se encaminó hacia Lucas. En aquellos momentos... No. Durante todo el tiempo en el que él había estado desaparecido, ella se había sentido desprotegida y sola. Ahora que Lucas estaba con ella necesitaba urgentemente que le diera la protección que necesitaba y el cariño que deseaba.
Se había recogido el flequillo a un lado del cabello con una horquilla que llevaba una estrella blanca en la punta. Las ondulaciones le caían a lado y lado de sus hombros y sus mejillas ya estaban rosadas por el frío.
Lucas la abrazó y la estrechó contra su cuerpo fuerte y atlético, ella dejó reposar la cabeza sobre su pecho mientras él le acariciaba la espalda.
No tardó en sentir los labios de Lucas sobre su pelo.
―Ya queda menos...―Susurró.
Anna alzó la cabeza, quedando sus labios a escasa distancia de los de Lucas, y lo miró fijamente, con curiosidad.
―¿Para qué?
Lucas sonrió tiernamente y ella se derritió.
―Para que podamos marcharnos de aquí. Para que podamos empezar nuestra vida juntos y podamos ser felices como merecemos ser.
Anna sintió que el corazón le latía con más rapidez.
Alzó la mano y le acarició la mejilla a Lucas, comprobando que aquel hombre tan guapo era real, y que de alguna manera, era suyo.
Deseaba creer lo que acababa de decir más que otra cosa.
Recordaba aquella noche después de la graduación en que habían estado solos en su casa, viendo una película y comiendo palomitas como adolescentes de catorce años, cuando en realidad, Anna tenía dieciocho y Lucas acababa de cumplir hacia poco los diecinueve. Luego ella se había colocado sobre él y lo había besado con toda la pasión que pudo entregarle.
―Ahora es cuando empieza nuestro futuro juntos...―Le había susurrado Lucas contra sus labios.
Después de eso, habían subido a su habitación y habían hecho el amor.
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Heart's Smash
FanfictionElla siempre había sido su mejor amiga... Hasta que se dio cuenta de que la deseaba. Escritora: Verónica.