Heart's Smash

Capítulo 60.

Hayley bostezó.

Se estiró entre los brazos de Zayn y dio vueltas sobre la cama hasta abrir los ojos y comprobar que su hermana seguía durmiendo y que su novio se encontraba en el mismo estado.

Se puso a cuatro patitas y gateó hasta Zayn con los rizos enredados entre sí y los labios rojos.

―Zayn―Le tocó el brazo suavemente, dándole golpecitos―Zayn, ¿me haces el desayuno, por favor?

―¿Mmm...?―Murmuró él, como si estuviese soñando.

―Zayn, tengo hambre―Se quejó Hayley.

―Eso díselo a tu hermana―Contestó él, aún con los ojos cerrados―No soy tu padre.

―Jum―Hayley se irguió de rodillas, cruzó los brazos y puso morritos.

Zayn abrió un ojo y la miró. Murmuró algo para sí mismo y rodó en la cama para colocarse contra Tara y enlazarla por la cintura. Ella no hizo movimiento alguno que dejara claro que estaba despierta. Seguía durmiendo como un tronco. Zayn hundió la cabeza en su cabello y se dejó hechizar por su perfume. Cuando se dio cuenta, Hayley había saltado de la cama y corría hacia la puerta. Salió de la habitación y gritó a toda voz el nombre de Lucas y el de Anna.

―¡Estamos durmiendo, Terremoto! ―Escuchó gritar Zayn desde el ático.

―¡Pues yo quiero el desayuno! ―Se quejó ella, dando un saltito como manifiesto. ―¡Tengo hambre!

En ese momento, Tara frunció el ceño y se movió en el colchón. Agarró la mano de Zayn que le envolvía la cintura y se dio la vuelta para mirarle a la cara. Sus narices se rozaron y él sonrió.

―¿Qué le pasa ya de buena mañana a esta niña?

―Quiere el desayuno―Le respondió Zayn. Luego acortó la distancia que los separaba para darle un tierno beso en la boca―. Buenos días, muñeca.

Ella no pudo evitar sonreír. Le encantaba levantarse de aquella manera.

―Buenos días.

Él le acarició la mejilla y la miró a sus brillantes ojos cuando los abrió para observarlo. De buena mañana, Zayn estaba más guapo que nunca, tenía el pelo revuelto, las mejillas rojizas y los labios rosados.

―Tengo que decirte algo―Murmuró él.
Ajenos a lo que estaba ocurriendo entre ellos, los gritos de Hayley no cesaban. Acababa de decir algo parecido a: "sin comida me muero", y Lucas le había respondido con otro grito. Tras varios intentos más, por fin consiguió que su hermano y su novia bajaran y se encargaran de ella.

―¿Qué? ―Preguntó Tara sin dejar de sonreír.

―Ayer por la noche...―Empezó a decir―Después de que te durmieras... Me llamó Erika―Mintió, pero al menos iba a contarle lo que habían hablado, y si tenía suerte, ella nunca sabría de la existencia de aquel asqueroso beso que Erika le había robado ni de su encuentro secreto.

Tara quitó la sonrisa de su rostro y buscó algo que descifrar en su mirada.

―¿Erika? ¿Otra vez? ¿Qué demonios quiere esa puta?

―Está con ellos―Le informó Zayn―Y quiere que le entreguemos a Hayley.
Tara se irguió por completo en la cama y soltó una carcajada para luego adoptar una pose totalmente seria.

―Está loca. Están locos. No van a ponerle un dedo encima a Hayley, no voy a dejar que la toquen. No me van a quitar a mi hermana. Ella es...

―Eh, escúchame―Zayn la cogió de las manos para que dejara de moverse. Sus ojos denotaban preocupación y Tara sintió como las propias emociones que sentía Zayn se transmitían a su cuerpo―Me dijo que si no se la entregábamos por las buenas, tarde o temprano conseguirían dar con ella por las malas. Nosotros no podemos hacer nada, Tara. No podemos protegerla como es debido. No somos nadie. Solo somos adolescentes inmaduros. Puede que tengamos a Lucas y esté experienciado por todo lo que ha vivido, pero ahora está con Anna. Ellos saben que es su punto débil y...

―¿Estás... insinuando que entreguemos a Hayley? ―Las lágrimas empezaban a aparecer en los ojos de Tara y lo único que él quería en aquellos momentos era hacerla llorar. Se habían levantado con buen pie y quería seguir de aquella manera el resto del día, pero necesitaba informarla de todo lo que estaba ocurriendo.

―No. No, cariño. Eso jamás. Lo que estoy diciendo es que deberíamos vernos con Erika. Quizá podamos sonsacarle algo y podamos encontrar una mejor manera de ocultarnos de esos bastardos.

―No quiero ver a esa furcia, Zayn. Y mucho menos ahora. No.

―Pero... Tara, no perdemos nada por organizar un encuentro con ella, además... Me dijo que si atrapaban a Hayley por las malas... Después irían a por ti.

―¿Por qué? ―Sollozó Tara con el corazón en la garganta―Quiero entender de una maldita vez que hemos hecho nosotros. Esto no es justo, Zayn.

―Lo sé, cielo...―Le pasó el pulgar por la mejilla y le retiró una pequeña lágrima.

―Pase lo que pase, me protegerás―Susurró ella―¿verdad? A mí y a Hayley, y a Anna. Nos protegerás, ¿verdad?

Zayn sintió un nudo en el estómago. Ojalá pudiera decirle que sí, pero la verdad era que no. Una verdad fría y cruda.

Negó con la cabeza lentamente y varias lágrimas más se derramaron por el rostro de Tara.

―No puedo prometerte eso...―Respondió Zayn.