Capítulo 66.

1.4K 69 6
                                        

Los rayos de sol que se filtraban por la ventana del ático fueron los culpables de que Anna y Lucas se despertaran temprano.

La joven se encontraba tendida sobre el cuerpo del chico, ambos desnudos, las sabanas poco les cubrían. Lucas tenía rodeada a Anna por la espalda y ella tenía una mano en el pecho de su novio, junto a su cabeza recostada en su hombro. Lucas tenía la boca entreabierta y respiraba pacíficamente, el pecho se le henchía poco a poco para luego dejar escapar el aire lentamente.

Cuando se despertó, se quedó observando a Anna durante un buen rato, hasta que ella abrió los ojos y lo descubrió. Lucas la alzó en brazos y la llevó hasta la ducha.

Media hora más tarde, cuando Lucas había ayudado a Anna a abrocharse el sostén y él se había puesto unos bóxers, su teléfono móvil, que se encontraba en la mesita justo al lado de la cama, empezó a sonar.

―Tiene que ser Tara.

En cuanto contestó, el sollozo de su hermana le puso la piel de gallina.

― ¿Tara?

― ¿Lucas?

―Sí, estoy aquí, cariño. ¿Ha ocurrido algo?

―No...―Ojalá, pensó Tara. Ojalá Zayn hubiese dado alguna señal. Sorbió por la nariz y se aguantó las lágrimas aquel minuto que iba a estar con Lucas hablando por teléfono. Tenía la mano de Zayn agarrada a la suya, pero no era lo mismo que cuando él se la apretaba para darle a entender que estaban juntos y que nadie podría con ellos―. Solo llamaba para decirte que papá, mamá y los padres de Zayn se han ido a casa a buscar varias cosas. Anna y tú pueden pasarse durante un rato.

―Está bien... Iremos enseguida. ―Tragó saliva al notar la tristeza y la destrucción en la voz de su hermana. ―¿Hayley está contigo?

―Quería quedarse... Pero mamá la ha obligado a irse con ella. No tarden en venir. ―Dicho eso, cortó la llamada.

No tenía ganas de hablar, ni siquiera con su hermano, quien había estado muerto durante más de dos años.

Le apretó la mano a Zayn y dejó caer la cabeza sobre el colchón blanco y deprimente para volver a echarse a llorar.

En cuanto Lucas entró en la habitación y abrió los brazos, Tara se levantó del sillón desgastado en el que se encontraba y, con las lágrimas bañándole el rostro, se abalanzó sobre él para abrazarlo con toda la fuerza de la que pudo ser capaz de usar.

Lucas la acunó contra su pecho y le acarició el cabello, besándole la coronilla.

―No despierta...―Sollozó Tara.

Lucas tragó saliva. ¿Qué podía hacer para conseguir que su hermana volviera a estar bien? Verla de aquella manera lo destrozaba por completo. Ya tenía suficiente con Anna. Tener a las dos mujeres más importantes de su vida llorando cada minuto del día lo rompía poco a poco.

Tara alzó la cabeza y visualizó a Anna tras la espalda de Lucas. Se separó de su hermano y corrió hacia ella para fundirse con la que se había convertido en su mejor amiga en un abrazo mutuo. Hundió la cabeza en su cabello castaño/pelirrojo y se echó a llorar con más intensidad, provocando que Anna tampoco fuese capaz de retener las lágrimas en sus ojos verdes. Ella la entendía mejor que nadie. Había pasado por lo mismo, o al menos por algo parecido. Había estado dos años sin Lucas, había vivido el peor momento de su vida cuando le habían dicho que había muerto. Sabía lo que se sentía; el vacio que te abrumaba por unos segundos, la sensación de caer en un agujero interminable, de perder todo el sentido a la vida, la única razón por la que seguías en pie...

Heart's SmashDonde viven las historias. Descúbrelo ahora