Capítulo 17.

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Sin previo aviso, cerca de las nueve de la mañana, la puerta de la habitación de Tara se abrió. Zayn abrió los ojos de inmediato, poniendo sus sentidos alerta, y al sobresaltarse cayó de la cama, sofocando un quejido lastimero. Tara se removió entre las sabanas y abrió los ojos.

―¿Zayn?―Mary miraba atónita al chico―¿Qué haces aquí?

Zayn tragó saliva y miró a Tara sin saber que responderle a la madre de su mejor amiga. Los había encontrado durmiendo juntos. No en la misma habitación como muchas veces habían hecho, sino, en la misma cama y abrazados.

Tara se frotó los ojos y se incorporó en la cama, tratando de ser razonable antes de contarle la verdad a su madre.

―Anoche llegamos muy cansados y le dije que se quedara―Contestó Tara, aunque tampoco recordaba lo que le había sucedido después de haber cogido una botella de vodka y haberse encerrado en uno de los baños que había en casa de Lorena.

―¿Y han dormido en la misma cama?―Mary los señaló y ellos se lanzaron una mirada cargada de inseguridad.

―Estaba tan cansado que no tenía fuerzas ni para destapar la otra cama―Respondió Zayn, sabiendo que aquella era la estupidez más grande que jamás habría podido decir.

Mary alzó las cejas, incrédula y seria.

―Imagino que Oliver no sabe nada de esto―Dijo entonces y Tara la miró inmediatamente.

―Es Zayn, mamá―Se defendió señalándolo―Es mi mejor amigo―No tenía ni la menor idea de lo que podía estar pensando su madre pero quería dejarle claro que entre ella y Zayn no había nada -a pesar de que no recordaba lo que había pasado la noche anterior- y que jamás en su vida le sería infiel a Oliver.

―Bueno, mejor me marcho. No quiero saber nada más―Dijo Mary y abandonó la habitación.

Zayn se levantó del suelo y miró a Tara.

―¿Tus padres ya saben que estás con Oliver?

―Sí, gracias a Hayley―Contestó con sarcasmo, luego se dejó caer de nuevo en la cama y se llevó una mano a la frente―Me duele un montón la cabeza... ¿Qué pasó anoche?―Entreabrió los ojos para mirar a Zayn, quien seguía parado frente a la cama.

―¿No recuerdas nada?

―No.

―¿Absolutamente nada? ¿Ni lo que ocurrió después de salir de la ducha?―Lo sabía. Había temido que Tara no recordara el beso al despertarse, y no se había equivocado.

Ella negó con la cabeza.

―¿Qué ocurrió?

Podía decirle la verdad y arriesgarse a perderla otra vez o guardarse el beso en su corazón y hacer como si no hubiese pasado nada.

―Bebiste más de la cuenta y tuve que traerte a casa.

―¿Y que hice? ―Volvió a erguirse sobre el colchón―Cuando voy ebria hago cosas que no debería.

Zayn sonrió para sus adentros.

―Dijiste un par de cosas fuera de tema y...―El beso. El beso. El beso―Nada más.

―¿Qué cosas? ―Tara enarcó una ceja―Cuéntamelo todo, Zayn―Le ordenó―Seguro que dije alguna barbaridad.

Zayn rió viendo la expresión de Tara pero por dentro se estaba pudriendo al darse cuenta de que Tara no recordaba el beso, de lo bien que habían encajado sus labios contra los de él, de sus lenguas jugando dentro de sus bocas....

―Me dijiste que te gustaba verme sin camiseta.

Tara se ruborizó al instante pero aún y así soltó una carcajada cargada de vergüenza.

―¿De verdad te dije eso?

―Ajá.

―Vale... Está bien. Lo reconozco―Lo miró a los ojos con media sonrisa―Me gusta verte sin camiseta.

Zayn sonrió de oreja a oreja.

―A mí también me gusta verte con poca ropa...

La sonrisa se ensanchó en el rostro de Tara y se prohibió que las palabras de Zayn la intimidasen. Se levantó de la cama, quitándose las sabanas de encima y caminó hacía él.

―¿Me dijiste eso anoche? ―Se pegó a él, rodeó su cuello con los brazos y levantó una pierna tras la otra como si de una princesa a punto de dar su primer beso se tratara.

―Sí―Le contestó él, rodeándola con sus brazos por la cintura perdiendo la mirada en sus labios. Se abofeteó a sí mismo en lo más profundo de sus ser y la miró a los ojos―Sabes que pienso que eres hermosa.

Tara sonrió aún más y sintió como su corazón se derretía.

―No sé a quién debo darle las gracias por tener un mejor amigo como tú―Lo miró a los ojos y de repente su sonrisa se desvaneció―No quiero volver a pelearme. Nunca más.

―Yo tampoco―Apartó una mano de su cintura y le colocó un mechón de pelo tras la oreja―Prometo que no volveré a acostarme con ninguna chica sabiendo que me necesitas.

―No me lo recuerdes―Tara hizo una mueca.

―Lo siento.

Ambos se mantuvieron en silencio, dándose el espacio que necesitaban y momentos después Tara volvió a tomar el relevo, cambiando de tema, alejando de su cabeza todos los malos recuerdos que tenía de la noche anterior.

―Oye.

―Dime.

―Tengo que ir al centro comercial―Informó Tara.

―¿Qué tienes que comprar?

―Ropa interior.

―Mm...―Zayn se lamió los labios mirándola con unos ojos provocativos―Me encantará acompañarte―Tara empezó a reírse y mientras se separaba de él para ir al baño le dio un cachete en el culo―¡Oye!

―No te quejes, pervertido―Y le sacó la lengua.

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