―¿Qué haces aquí? Creí que te quedarías con Zayn hasta que se hubiese recuperado del todo.
―Ya está bien―Contestó Tara con una sonrisa y recordando lo energético que se había despertado Zayn aquella mañana, metiendo las manos debajo de las sábanas y jugueteando con su ropa como un niño travieso―; salvo porque tiene las hormonas un poco alborotadas, pero por lo demás...―Lucas la interrumpió con una risa completamente masculina que le aceleró el corazón a Anna, quien se encontraba en el sofá del salón, acurrucada entre las mantas. Llevaba el cabello recogido en un moño del que varios mechones se habían desprendido y caían sobre su frente.
Se había levantado poco después de las nueve y media. Cuando había terminado de hablar con Tara, había vuelto a meterse en la cama junto a Lucas y se había apretujado tanto como pudo contra él, queriendo sentir el calor que el cuerpo masculino desprendía. Instintivamente, Lucas la había rodeado con sus brazos y la había abrazado.
Lucas se hizo a un lado para dejar entrar a su hermana en la casa.
―¿Qué es lo que ha hecho que dejes a Zayn desatendido? ¿Echabas de menos a tu hermano?
―Ow―Tara extendió los brazos hacia él tras cerrar la puerta―. Mucho. Quiero que mi hermanito abrace a su hermanita pequeña. ¿Es eso posible?
Lucas la rodeó con sus brazos y la aplastó contra su cuerpo mientras le revolvía los cabellos. Cuando la liberó tras una serie de quejas, Tara buscó a Anna con la mirada. La joven le dirigió una sonrisa desvaída desde el sofá y se puso en pie. En cuanto se estrecharon la una contra la otra, Anna se acercó a su oído para susurrarle.
―¿Lo has traído?
―Claro―Contestó Tara silenciosamente.
Lucas se cruzó de brazos mientras las miraba varios metros más allá. Enarcó una ceja.
―¿Ocurre algo?
―Cosas de chicas―Se apresuró a decir Tara con una sonrisa de oreja a oreja―. Así que... ¿Te importaría dejarnos a solas un ratito?
Lucas alzó la barbilla y sonrió.
―¿No puedo enterarme de lo que hablan las mujeres más guapas del mundo?
―Je―Tara le dio un golpecito en el pecho―. Puede que Anna caiga rendida a tus pies con esa clase de cumplidos, pero conmigo no pasa lo mismo, hermanito. Necesitamos cinco minutos a solas, en serio.
―¿Y que se supone que tengo que hacer mientras tanto?
―No sé. Vete a dar una vuelta por el bosque; sube a la habitación y haz unos cuantos abdominales o enciérrate en el baño y haz tus necesidades.
―¡Ja! Qué graciosa―Lucas le palmeó la mejilla y esbozó una mueca. Luego asintió con la cabeza―. Está bien. No sé de qué demonios tenéis que hablar, pero voy a dejaros solas. ¡Cinco minutos! Ni uno más.
―No estamos tan indefensas como crees―Murmuró Anna.
―Ya―Lucas se inclinó sobre ella y le besó la coronilla―. Voy a dar una vuelta. Enseguida vuelvo―Fulminó a las chicas con la mirada y señaló a Tara con el dedo antes de coger la chaqueta y salir al exterior.
―¡Y ni se te ocurra espiar! ―Le gritó Tara.
―Sí, sí... Lo que tú digas―Contestó Lucas antes de desaparecer.
Un par de segundos después, Tara se volvió hacia Anna.
―Bien. ¿Estás preparada?
―Sabes que no...
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Heart's Smash
FanfictionElla siempre había sido su mejor amiga... Hasta que se dio cuenta de que la deseaba. Escritora: Verónica.