Capítulo 21.

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Zayn había salido de casa de Tara con él corazón en un puño, estrujándolo con fuerza para no permitirse sentir nada. Si lo hacía, acabaría llorando como un niño pequeño al que acababan de quitarle su preciada pelota de fútbol.

Se tragó las lágrimas que amenazaban con salir y aceleró el paso.

Su móvil vibró. Se lo sacó de mala gana del bolsillo y encontró en la bandeja de entrada un nuevo mensaje de Erika. Maldijo por dentro antes de abrirlo.

"Te acabo de ver salir de casa de Tara de no muy buen humor. ¿Necesitas a alguien para que te saque un par de sonrisas?"

Se dio la vuelta para asegurarse de que Erika no estaba por allí, acechándolo desde alguna parte, pero no había nadie. Entonces su cabeza dio un vuelco y todas las sospechas apuntaron hacia ella. Ella tenía que haber sido la que tomó la foto.

"En mi casa en quince minutos"

Tecleó y le envió el mensaje sin más preámbulos.

Y tal y como le había dicho, el timbre de su casa sonó quince minutos después. Zayn bajó las escaleras a toda prisa pero su madre ya había abierto la puerta segundos antes y había empezado a hacerle preguntas a Erika.

―Es una amiga, mamá―La cortó Zayn, cogiendo a Erika del brazo y arrastrándola al interior de la casa, escaleras arriba.

―Oh―Contestó su madre―¡Encantada de conocerte, Erika! ―Gritó desde abajo, pero ellos ya habían desaparecido en el cuarto de Zayn.

―¿Piensas follarme con tu madre en la cocina? ―Fue lo primero que salió de la bocaza de Erika―¿Eso te da morbo?

―No te he hecho venir por eso.

―¿Ah, no? ―Erika parecía sorprendida―Vaya, eso es una novedad. ¿Qué ocurre?

Zayn no iba a recrearse. Iba a ir al grano y solucionar los problemas que tenía con Tara para salvar su relación.

―Nos has estado espiando a Tara y a mí, ¿verdad?

―Mm... Ya me suponía que tenía que ver con tu querida Tara―Erika hizo una mueca―No sé de qué me hablas. Si es por lo del mensaje, acababa de salir de casa de una amiga que vive cerca de Tara y te he visto. Por eso te mandé el mensaje. ¿Pero para que iba a querer espiarlos? Tara es tu mejor amiga. Con ella no tienes sexo. Solo la abrazas cuando está triste y ves una película junto a ella cuando no tienes nada mejor que hacer. ¿Tendría que estar celosa de esas bobadas?

Zayn la miró seriamente, controlando sus impulsos de león.

―No te atrevas a hacerle nada.

―Eh, no he dicho nada. No pienso hacerle nada a tu preciosa Tara. No tengo ganas de pelearme con nadie. De verdad.

―Más te vale―Murmuró Zayn.

Y no tardó en llegar a la conclusión de que ella tampoco podía haber sido, pues Erika podía ser muy zorra, pero no tanto como para llegar a ese punto. Además, ya había expuesto sus argumentos y ninguno apuntaba a que podría haberlos estado espiando la noche anterior.

―Entonces, ¿ahora qué? ―Preguntó Erika, esperando.

―¿Ves esa puerta? La abres, sales y te vas a tu casa.

―¿Ni siquiera me dejas que te haga una paja? ―Se acercó a él con aire provocativo pero él la empujó.

―Ya tengo mis manos para eso. Vete.

―Zayn, no sé qué te está pasando, peor estás cambiando, ¿sabes?

―Ese no es tu problema. Lárgate ya, Erika.

Heart's SmashDonde viven las historias. Descúbrelo ahora