Capítulo 22.

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―Tara―La puerta de su habitación se abrió y Tara ocultó al instante su rostro en la almohada y la camiseta de Zayn entre las sabanas.

―Mamá, he dicho que no quiero ver a nadie.

―Pero, cariño, ¿qué te ocurre? ¿Todo esto es por un chico? ¿Ha pasado algo con Oliver?

―¿Has venido a preguntarme eso? Porque no pienso contestarte―Tara no pretendía ser borde, pero ya había aclarado que no quería recibir ni una sola visita, fuera de quien fuera.

―No. En realidad... ―Mary echó un vistazo a la habitación―¿Hayley no está contigo?

―Le dije hace un buen rato que les avisara a papá y a ti que no bajaría a cenar.

―Sí, nos ha avisado―Respondió su madre, aún parada en la puerta del ático donde Tara tenía su cuarto―Pero creí que luego había vuelto a subir―Frunció el entrecejo.

―¿Has mirado en su habitación?

―Sí, y está todo en orden. No está allí. Dios mío...―Mary se llevó una mano a la cabeza mientras volvía a cerrar la puerta―¿Dónde se ha metido esta niña?

Tara tenía la ligera impresión de que la pequeña habría salido de casa en busca de una solución a un lugar que se encontraba a varias calles de allí. Había ido en busca de Zayn y Tara lo sabía, y si no quería que sus padres se enterasen de lo que estaba pasando entre ella y su mejor amigo, la única opción que tenía era salir por si misma a buscarla, lo que implicaba que tendría que verlo a él, cara a cara, de nuevo.

―Tara―La madre de Zayn esbozó una sonrisa en cuanto vio a Tara frente a su puerta. Iba a darle un abrazo pero la preocupación y tristeza visibles en su rostro la detuvieron―¿Qué ocurre?

―Dime, por favor―Suplicó―que mi hermana está aquí.

―Oh, sí―Respondió y Tara sintió como una presión la liberaba―Está arriba, con Zayn. Pasa.

―No―Respondió secamente―¿Puedes decirle a mi hermana que baje? La esperaré aquí.

―¿Y... eso por qué? ¿No te apetece entrar?

―Em... Sí―Mintió, fingiendo una sonrisa―Pero Hay se ha marchado de casa sin avisar y están todos muy preocupados. En cuanto antes regrese con ella a casa mejor.

―Ah, vale, entiendo... No te preocupes―Le sonrió―Enseguida le digo a Zayn que la baje.

―¡No! Quiero decir... Está bien.

No tenía escapatoria.

―Zayn―Su madre abrió la puerta de su habitación y asomó la cabeza, posando su mirada sobre la niña sentada en el regazo del chico―Tara está abajo―Dijo, y el corazón se Zayn se desbocó―Ha venido a buscar a Hayley.

La pequeña alzó sus ojitos hacia el chico y lo miró con humedad en la base de ellos.

―Hayley...―Murmuró Zayn―Será mejor que te vayas. Tus padres y tu hermana deben estar preocupados por ti.

―Bájame―Le ordenó de inmediato Hayley.

―Hay...

―Bájame, por favor―Volvió a insistirle.

Zayn conocía perfectamente las intenciones de la pequeña y aunque él quisiera resistirse, una parte de él quería obedecerla. Quería ver a Tara y sabía que Hayley se iba a negar a bajar si no era en brazos de Zayn.

Zayn no pudo negarse.

Cargó a la pequeña entre sus brazos y salió de la habitación en cuanto su madre se había alejado por el pasillo en dirección a su cuarto.

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