Una lágrima resbaló por la mejilla de Anna cuando vio el rostro de Lucas en la pantalla, sonriendo y tan guapo como siempre. Sin afeitar, recordándole los momentos en los que se pasaba horas y horas diciéndole que se afeitara porque le producía picores cada vez que la besaba y él la ignoraba besándola aún más. No pudo esconder el sollozo que escapó de su boca. Tara estaba pasando por la misma situación y tenía el corazón oprimido en el pecho, hiriéndola. Casi no podía respirar. Estaba sacando conclusiones a la luz que le ponían la piel de gallina. No quería pensar nada en aquellos momentos. Quería desaparecer para siempre.
Y no hacía falta describir como se estaba sintiendo Zayn. En unos minutos, el peso del mundo recaería sobre sus hombros y lo derrumbaría por completo. No quería estar allí. Quería que la tierra lo agarrase por los tobillos y lo hundiera en las profundidades del planeta. Quería regresar al pasado. Quería decirle a Tara lo que sentía por ella y llevársela lejos de allí, a una isla, a un mundo mágico donde solo estuvieran ellos dos, juntos, solos y felices. Sin problemas ni discusiones. Ni el miedo a perderse.
Pero la realidad era la que estaba viviendo y no había marcha atrás.
Anna no se guardó el débil llanto cuando vio que el BMW se acercaba a la curva. Segundos después, empezó a verse como algo se acercaba desde el otro carril, y cuando estuvo más cerca...
El corazón de Tara dejó de latir.
Aquel coche... Las personas que iban en su interior. El zoom volvió a aumentar lo suficiente para que el corazón de Tara cayera pieza a pieza contra el suelo. Anna se quedó sin respiración. Zayn sintió como cada parte de su interior moría en ese momento.
Antes de que el coche se llegara a producir, se pudieron apreciar las facciones contraídas de los amigos de Lucas, de los padres de Zayn, del príncipe de Anna y del príncipe de Tara. Después, toda la pantalla quedó bañada en negro, y en el salón, tres personas con el corazón colgando en las manos, con los ojos llenos de lágrimas.
.
.
.
«Lucas nunca apartaba la vista del frente. No cuando se trataba de conducir por carreteras peligrosas a las afueras de la ciudad.
Aquel día eran casi las cuatro de la mañana y estaba todo oscuro. Él conducía el BMW de uno de sus amigos mientras los demás reían en el asiento trasero. Estaba agotado. Se lo había pasado de maravilla, había bebido lo suficiente y no había probado el tabaco. Solo le apetecía llegar a casa, meterse en la cama y descansar hasta el día siguiente, cuando podría volver a molestar a Tara y a tener a Anna entre sus brazos.
En aquellos momentos, Anna estaría dormida con su pijama de ositos entre las sabanas rosas de su cama y Tara, probablemente, aún estaría despierta si Zayn se había quedado a dormir con ella. Tara se quejaba de Lucas cuando llegaba de madrugada y hacia ruido al abrir la puerta y al subir los escalones, pero cuando se trataba de tener a Tara y a Zayn en casa, aquella noche no había quien durmiese. Les entraban ataques de risa constantemente y se oían las carcajadas desde el garaje.
Peter le dio un golpe en el hombro a Lucas y le dijo:
―Eh, mira. Una estrella fugaz. Pide un deseo.
Todos miraron hacia el cielo desde el cristal delantero y visualizaron aquel pequeño brillo pasar a toda velocidad sobre ellos entre otro montón de pequeñas estrellitas, pequeños soles que solo podían percibirse en la oscuridad.
Lucas sonrió y pidió un deseo.
Cuando devolvió la vista al frente, la curva de la carretera empezaba a cerrarse y poco después, un coche que parecía haber perdido el control se abalanzó sobre ellos.
Todo fue muy deprisa. Lucas apenas tuvo tiempo de frenar o desviarse de la carretera para parar en un descampado. El joven de dieciocho años maniobró para evitar el choque con las personas que iban en el interior del otro coche, justo cuando giró hacia la derecha con brusquedad, vio a Zayn en el interior del vehículo y lo único que pudo pensar fue en cambiar su anterior deseo por uno que se basara en el simple hecho de salvar a Zayn antes que a su vida.
Después de eso apenas pudo ver algo más. El BMW chocó atrozmente contra el tronco de un enorme árbol. Todos gritaron. Lucas notó como la sangre empezaba a caer por su frente y llenaba su rostro. Sentía un dolor agudo e indescriptible en todo su cuerpo. Apenas podía respirar. Giró la cabeza para ver a sus compañeros, pero la vista empezó a serle inservible. Percibió los latidos acelerados de su corazón, aquellos que solo sentía cuando Anna estaba cerca. Deseó una vez más qué, pasase lo que pasara a partir de entonces, su princesa estuviese bien.
Cerró los ojos y dejó que todo pasara»
![](https://img.wattpad.com/cover/14535649-288-k796474.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Heart's Smash
FanfictionElla siempre había sido su mejor amiga... Hasta que se dio cuenta de que la deseaba. Escritora: Verónica.