1 año y medio después
—¡Ya estoy en casa! —gritó Lucas, cerrando la puerta de entrada tras de sí.
Se escuchó un ladrido. Nana abandonó su sitio de juego, junto a Lanna, y salió corriendo por el pasillo hasta llegar a la entrada, donde derrapó, yéndose hacia un lado, y luego saltó sobre los brazos de Lucas, que la cogió y la apretó contra su pecho con ternura mientras le acariciaba la cabeza y el estómago.
—Hola, preciosa. ¿Me echabas de menos?
Nana levantó la cabecita y le pasó la lengua por la barbilla. Lucas rió. Se dirigió a la cocina, de donde salía una dulce y hechizante olor a pasta italiana. Anna se encontraba junto la vitrocerámica, removiendo con un cucharón de madera los ingredientes en una olla plateada.
Lucas le rodeó el vientre con un brazo (ya que el otro lo tenía ocupado por Nana) y le dejó un beso en la mejilla.
—Hola, cariño.
—Hola, cielo—Anna echó la cabeza atrás después de recibir el beso en la mejilla, anhelando uno en la boca.
Lucas volvió a inclinarse y le besó los labios.
—Tara y Zayn han llamado hace diez minutos—explicó la joven—. Estarán aquí en menos de media hora.
—Perfecto. ¿Te ayudo con la comida?
—Ya casi está, pero mientras me cambio y me pongo el vestido puedes poner la mesa.
—Claro—se agachó para dejar a Nana en el suelo, que salió despedida hacia la zona de juego donde había estado antes.
—¿Dónde mi princesa pequeña?
—La tienes en el comedor. Está jugando sobre la alfombra con Nana y su casa de aventuras.
—Mmm. Voy a verla.
Anna lo cogió por el cuello de la camiseta con una sonrisa pícara y lo retuvo junto a ella.
—Acuérdate de abrocharle los botones del body si Nana se los ha quitado.
—¿Otra vez? ¿Sigue con eso?
—Nana está obsesionada con el ruidito que hacen los botones del trasero de Lanna al desabrocharse.
—Bueno...—Lucas se encogió de hombros—Quizá solo sea cosa de acostumbrarse porque puede que no tenga arreglo—le metió una mano fría por debajo del jersey y Anna se estremeció, soltando un pequeño gritito—. Yo tengo una obsesión con tu culo desde los dieciséis años.
Cuando se inclinó sobre ella, la besó apasionadamente.
Anna le puso una mano en el pecho.
—Pues háztelo mirar. Puede que hayas batido el récord de tiempo con una obsesión.
Lucas soltó una carcajada, le dio una palmada en el trasero y se alejó, caminando hasta el comedor, dónde desde metros lejos ya escuchaba los balbuceos de su princesa. Nana le ladraba de vez en cuando, cuando Lanna le hacía preguntas sin mucho sentido. Lucas y Anna, hablando una noche en la cama, habían llegado a la conclusión de que cabía la posibilidad de que Lanna y Nana se entendieran mejor entre ellas de lo que ellos llegaban a entender de las cosas que decía su hija. Aún estaba en fase de aprendizaje.
—¿Princesa?
Lanna levantó la mirada del suelo y sonrió, mostrando sus dos primeros dientes. Le había crecido un pelo castaño rojizo en forma de ondulaciones en las puntas y llevaba el flequillo recogido con un clip a un lado de la cabeza. Tenía unas pestañas llamativas y una naricita pequeña. Para Lucas era lo más precioso que había visto nunca.

ESTÁS LEYENDO
Heart's Smash
FanficElla siempre había sido su mejor amiga... Hasta que se dio cuenta de que la deseaba. Escritora: Verónica.