Capítulo 15.

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La voz de Christina Aguilera se metía en los oídos de Tara impidiéndole oír apenas algo más que la música. Se llevó una mano a la cabeza y se echó su larga melena hacia atrás. Empujó a varios chicos que andaban medio borrachos cerca de ellas e hizo una mueca de asco cuando estos se quejaron, luego estallaron en carcajadas. Tara se alejó de ellos antes de que alguno le entraran ganas de vomitar. Se acercó a la mesa, cargada de todo tipo de bebidas y cogió un vaso de plástico, dispuesta a llenarlo hasta arriba de lo primero que encontrara. Coca-Cola, no le apetecía en aquellos momentos. Cerveza, tampoco. Vodka, demasiado para ella. Champagne, no le gustaba.

―Al parecer no todo el mundo se lo está pasando bien―La voz le hizo saltar de su sitio. Estaba tan sumida tratando de encontrar una bebida de su agrado que se había olvidado por completo de que estaba en una fiesta cargada de adolescentes. Solo quería alejarse de allí lo antes posible pero en cuanto se volteó vio el rostro de aquel chico que acababa de hablarle. De ojos marrones, pelo corto, alto y fuerte.

Después de un vistazo fugaz, ella devolvió la mirada al montón de botellas.

―Perdón―Dijo sin mirarlo―¿Me conoces de algo?

Él reprimió una risita y seguidamente copió la acción de Tara. Dejó de mirarla a la cara, cogió un vaso de plástico y se lo llenó de Coca-Cola.

―No―Contestó―Aunque las fiestas están para conocer gente, ¿no es así?

―Supongo.

―Eres Tara―Dijo entonces. Tara se sobresaltó y giró la cabeza, enarcando una ceja con sorpresa.

―¿No me conoces pero sabes mi nombre?

Él sonrió.

―He oído hablar de ti―Le contó―La mejor amiga del chico por el que todas se derriten: Zayn Malik, ¿me equivoco?

―Oh, sí. Mejor amiga―Contestó ella con sarcasmo volviendo la vista a las bebidas―Quien lo diría, ¿verdad? ―Curvó sus labios muriéndose de rabia por dentro, recordando lo que le había hecho, el momento en que había decidido ir a penetrar a Erika antes que pasar una noche con ella viendo películas. Estaba claro que tener sexo era probablemente mil veces mejor que ver películas, pero Tara era su mejor amiga... O lo fue.

―¿Y ese sarcasmo?―Preguntó él, curioso pero sin querer entrometerse mucho―¿A qué viene?

―A que Zayn Malik es un idiota. A eso viene.

―Uh...―Profirió él, silbando―¿Han discutido?

Tara dejó el vaso sobre la mesa y se dio la vuelta quedando completamente frente a él. Lo examinó con más detalle. Era alto, sí, de la estatura de Zayn, más o menos, tenía unos ojos marrones profundos y una sonrisa elegante. Su camiseta dejaba ver unos brazos fibrosos y fuertes, con unos músculos apetecibles, y su pelo no era mucho, no estaba rapado pero tampoco tenía una mata.

―No creo que deba contarle mis problemas a un desconocido―Replicó ella, insegura.

―Oh, perdona―El chico le tendió la mano―Soy Tyler.

Ella lo miró una vez más y luego sonrió, pero no le tendió la mano, dejándolo con el momento colgando de un hilo y a pesar de que Tara creyó que Tyler se sentiría intimidado, no mostró signo alguno de vergüenza, lo que la sorprendió, pero ella tampoco dejó que él se diese cuenta de ello.

―No hace falta que me des la mano―Adujo―Es una tontería.

―Vale, como quieras―Contestó él, riendo―Creo que me he metido más de la cuenta en lo que no me importa, ¿verdad?

Heart's SmashDonde viven las historias. Descúbrelo ahora