Para alivio de todos, los Tres John se ocuparon de que el regreso a las actividades de la escuela no fuera terriblemente incómodo para Scott y Vinny. Los chicos habían recibido a su líder con pánico, inundándolo en preguntas sobre Eckhard, contándole los rumores que habían empezado a circular en la escuela, y Vinny los había tranquilizado como podía.
Scott se había dicho a sí mismo que sería mejor evitar a Vinny por unos días, para ayudarse a asimilar todo con tranquilidad. La decisión le duró hasta la hora del almuerzo, pues la curiosidad por saber cómo habína seguido sus lesiones lo hizo deambular la escuela en busca de él. Cuando por fin dio con el chico lo encontró luchando por hacer que los Tres John lo dejaran caminar sin asfixiarlo con su preocupación. Sin pensarlo, Scott se acercó y se abrió espacio entre ellos.
—Hey —dijo, silenciándo su discusión.
Vinny sonrió con alivio. —Hey, Scott. ¿Estás bien?
Los Tres John voltearon hacia el chico mayor y se horrorizaron al ver las puntadas en su frente. Sus miradas se trasladaron de él hacia Vinny y viceversa.
Hill fue el primero que pudo hablar. —¿Entonces es cierto?
—¿Qué es cierto? —Scott frunció el ceño.
Bell dio un vistazo alrededor. —Pues, todos se dieron cuenta que Eckhard y todo su grupo no aparecieron después de la pelea. Luego Buck faltó a clases, y también Vincent, y ataron cabos. Pero cuando vieron que Scott también faltaba, nadie lo podía creer. Todos pensaban que Vincent había sido emboscado por los otros, y luego corrió otro rumor, y...
—Al punto, Bell —intervino Vinny, claramente molesto por el rumbo que iba tomando el tema.
—Todos saben que los cuatro grandes de la lista estuvieron involucrados en la pelea. Si tú estás aquí y Eckhard no, asumirán que tú ganaste.
Rake se cruzó de brazos y habló por primera vez. —Eso significa que ahora Vincent es el número dos.
Scott sintió un alivio momentáneo. Por una parte era bueno regresar a la escuela y darse cuenta que, inevitablemente, su mundo seguía estando encerrado entre esos muros, con esa maldita lista y los nombres de los matones haciendo eco entre los estudiantes. Por otro lado, tanto el mundo difícil de creer de Vinny como el de la escuela eran una mierda, y parecía que de una u otra manera era imposible estar completamente despreocupado.
Vinny gruñó y empezó a caminar. —Eso no importa. Lo único que sé es que muero del hambre —dijo, y se dirigió hacia la cafetería. Scott lo miró mientras el chico luchaba por cargar sus cosas en una mano, incapaz de llevar la mochila al hombro cuando sus cortadas apenas y empezaban a cerrar y su otro hombro cargaba el cabestrillo. Lo alcanzó en un par de pasos y tomó la mochila de su mano.
—No seas imbécil y dame eso —dijo, y echó las cosas a su hombro junto con las propias. Atrás de ellos, los Tres John miraban con asombro la manera natural en que los dos chicos se movían, y se apresuraron a seguirles el ritmo.
—Iremos por algo para ti —dijo Hill, liderando a los otros con prisa por el pasillo—. Tú puedes ir con Scott, Vincent. ¿Dónde los buscamos?
—¿Qué tal los graderíos en el campo de béisbol? —sugirió Rake tras él—. En estos días se mantiene abierto.
Todos estuvieron de acuerdo.
Así de fácil, se formó una nueva rutina. Scott y Vinny se reunían con los Tres John durante los almuerzos, lejos de las miradas del resto de estudiantes. Los chicos hablaban sobre los rumores, ya fuera acerca de las peleas, de Eckhard y Buck, o sobre la creciente expectativa con cosas como bailes de graduación y demás. Los pasillos de North Vertfort High bullían con rumores y suposiciones, y los chicos estaban muy pendientes para informar a los otros dos, quienes no se movían en esos ámbitos.
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Escrito en el Asfalto
Teen FictionLa ciudad de Vertfort fue, por muchos años, tierra de nadie. Ahora, luego de generaciones de herederos, bancarrotas, absorciones y traiciones, quedan tres familias: Arkwright, Landvik, y Melville. Vinny Melville, a sus dieciocho años, es el joven h...