Mientras te tuve

5

Lauren
Los Ángeles

Flashback

-Venga Camila, no tengo mucho tiempo cariño.
Trató de quitarse el vestido a prisa. Mis pupilas seguramente estaban dilatadas. Podía sentir el olor de su piel a distancia.
Mi chica caminó decidida a la cama. A pesar de mis tratos ella siempre sonreía al verme.

-¿Estas de mal humor? Yo negué y la atraje a mi cuerpo. Su cintura era tan pequeña que podría rodearla y moverla a mi placer.

-Me pone de mal humor que tardes tanto tiempo en estar desnuda para mi, pero a parte de eso nada.
Besé sus labios suaves otra vez. Buscando su lengua. Era tan tibia, tan exquisita que siempre disfrutaba apretarla entre mis brazos.
Era tan diferente a Samantha. Ella era más atrevida en la cama. Solía quejarse de cualquier cosa que le pidiera, por eso dejé de tener sexo con ella. No me complacía ni ella a mi.
Sabía que se acostaba con alguien mas pero no me importaba. Solo la relación de su familia con mi padre y el banco. Samantha estaba destinada a casarse conmigo o mi hermano solo para aumentar nuestra fortuna.
Gimió cuando apreté con fuerza sus dulces pechos.

-Lauren. Se quejó. Azotar su culo también era una de mis actividades preferidas.
La besé hasta cansarme. Hice que su cuerpo sudara y moldeara a los movimientos de mis manos. Ella se retorcía bajó de mi y apretaba mis hombros.
Adoraba ver su rostro cuando se corría. Con sus labios hinchados y las mejillas enrojecidas, su pecho elevándose con dificultad y mi mano entre sus piernas. Yo mordía la piel de su cuello.
La miraba. Demasiado. Me gustaba hacerlo y para entonces no lo entendía.

Fin flashback

Seguí haciendo una flexiones en mi piso. Debí cambiarme de departamento. Algún lugar donde no la recordara, por que apostaba a que cada rincón de ese lugar había escuchado su gemidos.
Camila y yo habíamos tenido sexo, demasiado, en ese lugar por eso me dolía tanto alejarme.

Algo cansada de pensar y con sudor en todo mi cuerpo. Me puse de pie.
¿Porque mierda tenía que pensar en ella? ¿Porque después de 2 años aun lo hacía?
Recordé el tema del sexo con mi hermano. Era por eso. Aunque si lo pensaba bien, cuando alguien me mencionaba salir con alguien, dormir y tener sexo siempre pensaba en sus ojos.
Enfadada caminé al baño y mojé mi cara. Al mirarme pude verme. Y tenían la respuesta. Muy a pesar, con el pasar del tiempo me di cuenta de la forma en que dependía de Camila, desde que la había conocido. Había despertado un deseo sorprendente, tanto que la obligué a ser mi amante.
La había dejado ir por no aceptar que le quería. Era tal vez a la única mujer que iba a querer y a desear de aquella forma.
Encendí la ducha. Mi pecho dolía con intensidad.
Ya no puedes tenerla, repetía en mis pensamientos. Camila Cabello no estará contigo de nuevo.

Camila

Miré por la ventana como todos trabajaban.
Indicaciones de Dylan todo el día. Adoraba cuando pasaba los días ahí. Seguíamos una rutina y al final del día terminábamos haciendo el amor sin detenernos.

-Lauren. Pronuncie en voz baja. Después de que el había mencionado el banco, no podía dejar de pensarla. Me sentía culpable por hacerlo, se suponía que ahora estaba casada y llevaba mi vida plena, estaba feliz ¿Porque pensaba en ella todavía de forma romántica?
Debía seguir llevando la misma vida. Ella tal vez no recordaba quién era yo. Yo había sido una amante como muchas otras, sin embargo ella había dejado una marca en mi. Imposible de borrar.

-¿Camila?
Dylan entró a la habitación. Llevaba su camisa sudada y con una sonrisa me ayudó a llegar hasta la cama. Miré sus ojos.
-¿Quieres hacer algo? Hemos terminado por hoy.
Yo asentí y lo besé.

-Hazme el amor.
Se separó de mi. Mi cuerpo sentía ese anhelo y con el embarazo la verdad era que los dos disfrutábamos mucho. Mi cuerpo estaba tan sensible. No podía soportarlo mucho.
Con cuidado quitó la ropa de mi cuerpo y comenzó a tocarme. Yo suspiré cuando masajeó mis pechos sensibles y grandes. Le ayudé a desabrochar su camisa a cuadros y luego bese su pecho. Me gustaba tocarlo, era fuerte y con poco vello. Sus manos grandes rodearon mi cintura y parte de mi barriga. El sonrió.

-Tu cuerpo esta increíble.
Apreté sus hombros tensos por el trabajo y luego de forma torpe desate su cinturón y su pantalón. Se separó solo para sacarlo de su piernas y me recostó en el colchón.
Tomó su tiempo para no aplastarme y beso mi piel.
Yo aun llevaba mi ropa interior.
La poca luz estaba acabando, así que el ambiente era demasiado romántico.
El se había entretenido besando mis pechos haciendo que llegara mi primer orgasmo, con un grito leve saliendo de mis labios.
Liberé su pene erecto y lo masajee mientras el quitaba mi ropa interior. Tocándome entre las piernas.
Ninguno decía nada. Bajó sus besos hacía mi vientre y luego sus labios besaron mi clitoris.
Yo me quejé.

Cerré los ojos y clavé mis talones sobre el colchón. Su corta barba topaba con la piel entre mis muslos, haciéndome sentir más húmeda.

-Eres hermosa y jamas voy a cansarme de hacer esto contigo amor.
Gemí. No podía hablar, el me hacía querer estar callada. Se separó y subió a mis labios para sentir su longitud entrar en mi.
Los movimientos fueron lentos en un principio.
Cuando los dos terminamos el estaba sudando y jadeando. Apreté sus mejillas y abrí los ojos por fin.
Me besó, pero al separarnos y mirarlo fijamente mi corazón se aceleró. Esos ojos cafés claros que siempre veía de repente se convirtieron en unos ojos intensos, verdes y brillantes.
No.
Los cerré de inmediato y lo abracé contra mi pecho.
El no era ella. Ella no debería estar en mi mente.

-Te amo Dylan. Dije después de tanto pensar. -Te amo.
Susurré antes de dormirme.