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Lauren
Los Ángeles

Su aliento cálido golpeó mis labios cuando se apartó.
Había reaccionado muy tarde por que ella se separó de golpe.

-Lauren, me...yo...

-Calma, es solo que...me ha tomado por sorpresa. Dije.
Aún en medio de la oscuridad supuse que mis mejillas debían estar enrojecidas. La única luz de la entrada no era suficiente. La miré ahí de pie. Llevaba una bata de seda rosa y unas sandalias ligeras. Con el cabello suelto y sin una gota de maquillaje. Era hermosa. Tal vez la mejor imagen que tenía de ella.
Suspiré profundo e intenté acercarme pero retrocedió unos pasos.
Yo sonreí. Bien. Ese beso había aliviado todo lo que yo sentía y ahora estaba lista para corresponder.
Miré hacía la ventana donde una sombra llamó mi atención.
-Creo que tenemos compañía. Dije divertida.

-¿Cómo?
Miró hacia donde miraba pero ya se habían movido del sitio.

-Creo que Karen ya nos ha visto.
Ella se distrajo un poco buscando a quién fuera que nos espiaba y tomé eso como el momento perfecto para atraerla a mis brazos.
Soltó un quejido de sorpresa. Por que yo la había sujetado de la cintura y colocado mi mano detrás de su cuello. La hice mirarme y finalmente pegar mis labios a los suyos. Con necesidad.
Había extrañado demasiado ese contacto. No fue hasta hace unos minutos cuando me di cuenta de la falta que me hacían. Ella suspiró cuando comencé a moverme con entusiasmo. Sus labios correspondían como siempre. Mierda.
Sentí sus manos en mis hombros.
Mierda no. Apreté su cuerpo al mío. Era como si una parte de mi hubiera vuelto. Por que estaba ahí en medio de la noche y afuera de su casa y como una adolescente quería meterla dentro del auto para poder besarnos y tocarla.
Mordí su labio inferior y ella suspiró.
Metí mi lengua de inmediato a su boca sin dudarlo. Un juego demasiado húmedo y con nuestros labios unidos, busqué hasta el último rincón de ella que había olvidado.

-Lauren. Dijo mientras tomaba un poco de aire y dispuesta a seguir besándola.
Acaricié su espalda suavemente y besé su mejilla.
Mis manos no pudieron estar quietas por mucho tiempo por que cuando reinició el beso, buscaron a tientas el cinturón para desatar su bata y buscar una parte de su piel expuesta.
Dejó un pico en mis labios antes de poner un poco de distancia. Mis manos apretaron sus brazos.
-No podemos seguir aquí.

-¿Quieres ir a tu habitación?
Pregunté al besar la comisura de sus labios.

-Lauren, no, me refiero a que debes irte, es tarde y...

-Pero acabo de llegar. Me quejé y abracé su cintura.

-Dios, Lauren, estamos afuera, es tarde, tu viniste a disculparte y luego quieres ir ¿A mi habitación? Atom esta dormido ahí y no puedo dejarte entrar, es la casa de Karen.
Mierda. Mi cuerpo se tenso y la solté. Camila soltó una risita divertida.
Apenas unos centímetros lejos de ella. Su mano se había entrelazado con la mía. Me miraba atenta a que yo dijera algo sobre lo que acababa de pasar.

-Creo que...mierda, me he entusiasmado demasiado.

-Esta bien, mira...yo no puedo quedarme afuera por mucho, debo volver con Atom y...

-Lo entiendo ¿El esta bien?
Se rió de nuevo y asintió.

-Dormido y el resto de la tarde estuvo muy bien.

-Claro debía suponerlo, es un chico fuerte, lamento haber dicho todo lo del hospital. Agache la mirada por un momento. Su mano tibia tocó mi mejilla mandando un mensaje de calma a mi cuerpo.

-Esta bien Lauren, yo lamento no haberlo tomado tan bien, no estoy acostumbrada a que alguien se preocupe de esta forma.

-Espero que te acostumbres, bien...no podré estar libre por el día y bueno...¿Te molestaría si vuelvo a venir a esta hora? Por que será el único momento que tenga libre, hay mucho por delante en la empresa.
Aclaré mi garganta.

-Me preocupa que conduzcas de noche. Dijo sincera y a mí tampoco me agradaba mucho hacerlo pero que era todo aquello sin riesgos. En realidad ya no iba a importarme solo quería que ella me aceptara así de cerca.

-Pero quiero hacerlo.

-Puedes llamar cuando quieras y esperar a que yo esté el viernes allá para la cita con el médico, puedo esperar un momento que tengas libre.
Intentaba convencerme.
Toque su mejilla con timidez. Me encantaba que ella fuera un poco más baja que yo. Miré sus ojos café y estaban seguros de lo que decían. Me había transmitido un poco de calma al mirarla.
Moví mi mano hacia su cuello, tomé mi tiempo para acariciar una parte de su cabello y su labio inferior.

-Entonces los veré el viernes. Asintió con una sonrisa.
Miré hacía la casa de nuevo. Todo parecía en calma.
-Dale un beso a Atom de mi parte y...te llamaré mañana.
Pegue mis labios en los suyos en algo más tranquilo y tierno.

-Pasa buena noche. Susurró antes de poder dejar un último beso en sus labios. Me separé con un dolor en todo mi cuerpo. Anhelaba estar con ella. Iba a ser difícil permanecer más de un día sin mirarla. Entré al auto y coloqué mi cinturón de seguridad. Camila había caminado a la puerta y dulcemente me despidió con la mano. Yo arranqué el auto con un montón de esperanza en mi corazón. Finalmente ella era quien me había besado. Yo no había forzado ni obligado a corresponder algo que no tenía planeado. Ese beso había sido como la única pieza que faltaba para reconstruir una parte de mi.
No iba a irme de ella.

😏👩🏻‍💻🏃🏻‍♀️

Mientras te tuveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora