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Lauren
Los Ángeles

Di otra vuelta sobre la cama. Dios. Cinco días van a ser mucho. Apreté la sabana contra mi para poder mantenerme dentro de la casa y no buscarlos. Estaban oscuro afuera pero no tenía idea de la hora, sólo quería dormir y dejar de sentir esto.
Mierda. Necesitaba verlos.
De la nada el timbre sonó.
Tal vez era Chris que vendría a tratar de convencerme de estar en la casa y buscar a Camila.
Pero el timbre sonó insistente, salí de la cama entre quejas. Quería estar sola ahora.
Abrí sin fijarme por la mirilla quién era.
Me quedé estática al mirar a Camila del otro lado. Quieta, mordiendo su labios inferior sin saber que hacer.
Yo iba a sonreír, pero no iba a poner las cosas tan fácil.

-¿Que haces aquí? Pregunté seria.
Su cabello estaba un poco revuelto, apostaba a que lo había tocado más de lo normal, su respiración acelerada y no estaba Ati.
-¿Y dónde esta Atom?

-Ati esta con tu familia, yo he venido para hablar contigo.
Le di la espalda y caminé adentro de la casa. Esperaba a que ella entrara par cerrar y así lo hizo más no quise volver para mirarla.

-Tu y yo no tenemos muchas cosas para hablar, creo que has dejado bastante claro como te sientes al respecto.

-Yo estaba siendo una tonta en ese momento...
No dije nada más y me detuve frente a la sala ella solo me seguía.
-Me bastó mirarte salir de ahí para darme cuenta de lo estupida que había sido al insinuar algo tan malo, Lauren, se que jamás lo harías, realmente confío en que no lo harías...sabes, que yo era la del problema no tu, yo tenía solo un poco de inseguridad al mirarla ese día, no esperaba encontrármela nunca, pero tienes razón, el miedo y la inseguridad siempre han sido parte de mi, y ahora trato de afrontarlo, de verdad, más ahora que pensé que iba a perderte en serio, te amo Lauren y quiero estar contigo siempre, no voy a volver a dudar de nosotros, de los tres juntos, por favor.
-Le conté a tu familia como nos conocimos.
Dijo en voz baja. La miré por unos segundos. Recargada detrás del sofá luchando por contener las lágrimas ¿Estaba llorando?
Mierda, comencé a creer que lleve esto al extremo, contarle a mi familia sabía que seria difícil. Ellos lo habían tomado bastante bien a como lo esperaba.
Keana había bromeado sobre que tenía razones de sobra para abandonar a Samantha y que nunca imagino que ella tuviera a mis hijos.
-¿Es tarde entonces? Ahora tu no confías en mi.
Bajó la mirada y se quedó ahí. Quieta y en silencio.
Lentamente llegué frente a ella, tomé su barbilla y la hice mirarme.

-Siempre confío en lo que me dices, aunque no lo digas tu cuerpo, tus ojos y tus labios me lo dicen, sólo quería que...

-Te extrañará...Si lo hice. Me acusó. Yo sonreí levemente.

-Que estuvieras segura de lo que tenemos, preciosa, tu me perteneces y yo te pertenezco a ti, no sabes cuanto lamento no haberte conocido antes que a Samantha, pude haberme enamorado de ti y casarme contigo, hicimos las cosas mal antes pero ahora va a ser diferente te lo prometo.
Sus ojos derramaron una lágrima y después de eso y un gesto demasiado tierno. Lentamente y sin dejar de mirarla roce mis labios con los suyos, ella correspondió soltando un suspiró largo y entregándose al beso. El sabor salado de sus lágrimas me hicieron anhelar más de ella. Aprete mis manos en sus mejillas y ella me abrazó en la espalda.

-Quiero estar contigo Lauren.

-Y yo contigo.
Dejé un beso en su frente. Tratando de ser dulce y resarcir el mal rato que le había hecho pasar. Lo que yo necesitaba para saber si ella iba a quedarse conmigo, era que admitiera que aunque no habíamos tenido un buen inicio, ella era capaz de dejarlo atrás y volver a amarme sin medida. Como yo comencé a hacerlo al volver a verla.
Contarle a mi familia era una prueba importante, para cerrar un mal ciclo y comenzar otro mucho mejor, sin secretos y sin ningún rencor. Yo iba a asegurarme de que todo lo que hice antes no ocurriera de nuevo, que ella lo olvidará y me dejará entrar en su corazón para siempre. Sorbió por la nariz y luego sonrió.

-Te amo.

-Te amo. Besé sus labios otra vez. -¿No tienes idea de dónde estás verdad?
Negó y por fin puso un poco de atención al entorno.

-Aunque la casa es bonita. Se encogió de hombros e intentó besarme otra vez.

-Es nuestra. Levanté las cejas divertida.

-¿Cómo? Preguntó con duda.

-Que el día que tu quieras vendremos a vivir acá los tres y ojo, no significa que te este presionando, solo cuando tu quieras ¿Si?
Asintió sin dudarlo y esta vez asalto mis labios sin contenerse.
-¿Quieres ver el dormitorio?
Hecho la cabeza atrás para reír pero al verla asentir. La tomé de la mano con prisa y la guíe a las escaleras. Debíamos averiguar si en serio este era nuestro lugar.
Y de verdad lo probamos. Por que hicimos el amor sobre la cama que hasta hace noches me parecía vacía, incómoda y fría. Ahora me parecía que era la mejor de todas, me imaginaba a Camila durmiendo conmigo ahí todas las noches. Luego había sido la ducha. En la cocina mientras preparó algo para recuperarnos y finalmente en la sala donde despertamos casi 12 horas después. Mi móvil sonaba.
Moví un poco el cuerpo desnudó de Camila para atender la llamada.

-Hermana, ¿En serio aun siguen reconciliándose? Rió Chris por la línea. -Por que Atom no parece muy divertido aquí esperando a que terminen.
Abrí los ojos de golpe y después de sacudir levemente el hombro de Camila para despertarla, ella también entró en pánico.

Mientras te tuveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora