Mientras te tuve

24

Camila
Los Ángeles

Mi visión era aun borrosa cuando volví a abrir los ojos. Miré alrededor aterrada. Una bolsa de sangre colgada a lado de la cama y la intravenosa en mi brazo. Había intentado reincorporarme pero mi cuerpo se sentía tan débil, estaba cansada. Pensé en el motivo de por que estaba aquí e intenté hablarle a alguien para que me ayudara.
Miré hacía mi vientre, estaba plano y sentía un vacío enorme.
Lloré. Mi bebé no estaba dentro de mi y caí en cuenta de todo lo que había pasado, no sabía donde estaba el.
Una enfermera entró a la habitación con hojas en las manos.

-¿Señora?

-¿Donde esta mi bebé? Pregunté angustiada.
Me dió una sonrisa tierna y tocó mi mano por unos segundos.

-Tranquila cariño, el esta bien, esta en área de neonatologia, en observación, pronto vendrán los médicos para comentarlo contigo y también tus familiares, ahora trata de respirar profundo.

-¿Esta bien? Me quejé al sentir un pequeño hormigueo en mi abdomen.

-Lo esta te lo aseguro.
Asentí levemente y recargué mi cabeza en la almohada tras sentirme mareada.
Minutos después el médico me comento todo lo que había pasado, que mi bebé estaba bien y sinceramente lo que menos preocupaba era que iba a pasar conmigo, estaba dispuesta a salir de ahí para poder sostenerlo en mis brazos. Me había perdido todo eso.
Después de su visita miré a Karen entrar. Con sus ojos angustiados y respiración agitada.
Besó mi frente y sonrió.

-El esta bien cariño y tu también lo estás, me has dado un susto de muerte.

-Quiero verlo Karen, quiero sostenerlo conmigo.
Asintió para ayudarme a limpiar mis lágrimas.
Miré a Louis mantenerse a la distancia.

-Me han hecho una cirugía ¿Te das cuenta de todo lo que conlleva?
Pregunté preocupada.

-Si, cariño, pero hice lo que me pediste, llamé a Lauren y ella te esta ayudando, esta ahí afuera tratando de obtener información de mi nieto.
Mi corazón se detuvo. En realidad había hecho lo contrario o no sabía pero el aparato que estaba conectado a mi pecho comenzó a sonar.

-¿Te dije que la llamarás? Pregunté realmente sorprendida.
Karen asintió sonriendo. Ignorando por completo que yo ni siquiera sabía por que le pedí eso. ¿Me estaba ayudando de nuevo?
Alguien había tocado la puerta y Louis dejó entrar a esa persona.
Vestía totalmente casual. Sosteniendo su mirada en la mía. Parecía confundida al entrar al sitio. No iba a acercarse.

-Lauren. Dije levemente.

-¿Como te sientes?
Preguntó con sinceridad. Podía leerla también. No se por que, pero agradecía y me llenaba de tranquilidad de que realmente estuviera ahí.

-Débil y quiero...

-Lo se. Me interrumpió y luego apoyó la mano en el hombro de Karen. -Habrá que esperar a que mejores para que puedas verlo, hable con el pediatra, el bebé, tu bebé esta respondiendo bien, ganando calor y respirando. Sollocé un poco y sonreí entre lágrimas. Mi bebé estaba bien.

-¿Como es? Pregunté sin pensarlo.
Lauren había soltado una de esas sonrisas espontáneas.

-Muy pequeño, es un bebé.
Louis quién estaba detrás de ella soltó una risita divertida. Todos asumíamos que así lo era.
Aclaró la garganta nerviosa. Había borrado su sonrisa y adoptado una postura mas fría, como la solía llevar siempre.
-Es, tiene tu cabello supongo, tu color de piel tal vez...no se, solo lo he visto a través del cristal.
Karen la abrazó sin pensarlo.

-Muchas gracias Lauren...necesito asimilar esto y, voy a...
Sabía que iría con Dylan. Aunque el no estaba aquí tenía derecho a saber que su hijo había venido al mundo, con dificultades pero finalmente aquí estaba, debía parecerse a el, yo limpié mis lagrimas de inmediato cuando sentí que Louis tocaba mi mano.

-Enhorabuena Señora, pronto podremos conocerlo, esperare afuera. Sonreí cansada y salió. Dejándome a solas con una Lauren bastante confundida. Mirando a los aparatos que emitían ruidos extraños. Evitando mirarme a mi.
No quería que saliera sin antes agradecer de corazón lo que estaba haciendo por mi ahora, era difícil admitir lo fácil que resultaba sentirme protegida si alguien como ella estaba cerca mío.
Me tragué el orgullo y la llamé.

-¿Puedes venir un momento?
Pregunté. Lauren se acercó al lado de la cama sin entender.
La miré a los ojos y ella los sostuvo. A tientas busque su mano con la mía. Recargada en la barandilla de la cama. La energía extraña que recorrió mi brazo hasta mi pecho me hizo titubear con respecto a lo que iba a hacer.

-No se por que estás aún aquí pero...

-Tu lo pediste. Dijo seria.

-Lo se. Mordí mi labio y me concentré en sus ojos. -Quiero agradecerte profundamente lo que has hecho hoy, quisiera poder hablar más adelante sobre lo que estas cubriendo, ten por seguro que te pagaré.

-No tienes nada que agradecer, si tu me lo pides voy a estar para ti.
Mi corazón se aceleró. ¿Estaba realmente hablando en serio?
-Pero lo mejor es que me vaya ahora, y olvida los gastos, hago esto para saldar algo contigo, quiero que lo mires de esa forma, así podré estar tranquila, es parte de la disculpa que no pude decirte antes...yo...recupérate pronto y felicidades por tu hijo.
La pequeña sensación de tranquilidad había desaparecido en cuanto habló sobre irse y saldar una cuenta, el remordimiento que tenía. Era justo tal vez. Intenté odiarla como lo había sentido antes pero no pude. Me sentía algo nerviosa al saber que ella iba a irse.
Mi mano dejó de sentir la suya. Caminó decidida a la puerta.

-Espera Lauren. Dije un poco tarde por que ya había cerrado y en su lugar un vacío en mi pecho.
Necesitaba sujetarme a algo.
Pensé en Dylan. Quería mirarlo ahí, sonriendo junto a mi, asegurándome que todo saldría bien, contándome que nuestro hijo era realmente hermoso.
Lloré en silencio por unos minutos.
¿Porque por un instante deseaba que fuera Lauren quién aún siguiera ahí en la habitación?
Sonriendo como hace un rato y hablando de cómo era mi bebé.

BUENAS NOCHES 😁✌🏼