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Lauren
Los Ángeles

Salí rápido de la sala de reuniones después de dar el informe completo sobre mi viaje y el nuevo trato. Chris venía persiguiéndome.

-¿Lauren? ¿Que pasa contigo? ¿Vas a contarme que paso ayer? Solo me obligaste a visitarte en el hospital y llevar ese oso cursi.
Sonreí divertida y lo obligué a seguirme hasta la oficina. Entró tras de mi.

-Es el hijo de Camila, ha tenido fiebre ayer y estaba en el hospital.
Me encogí de hombros al decírselo y el sonrió satisfecho.

-No me habías contado sobre que llevaban tan buena comunicación.

-Pues era lo que trataba de decirte el día que saliste azotando la puerta de esta oficina, el fin de semana íbamos a vernos y espero que haya valido la pena para ti, tuve que cancelar.
Chris sonrió y me guiñó. Apostaba también a que pronto tendría otro sobrino.

-Valió la pena ¿Y que vas a hacer ahora?

-Llamar y preguntar como sigue Atom. Seguí hablando mientras volvía a la silla de mi escritorio. Chris se dejó caer en una de las sillas frente a mi y sin cuidado colocó sus zapatos arriba.
Idiota. Sabía que eso me molestaba.

-Que adorable ¿Entonces ya estas enamorada?
Lo miré seriamente. No era algo tan simple. Amaba a Camila pero no iba a admitirlo tan pronto frente a el. Quizás iba a correr y cantárselo a mamá.

-No es algo que te incumba, así que sal de aquí. Señale la puerta.
Aunque no quisiera dejar de fastidiarme él tenía también trabajo. Después de que salió busqué su número de móvil y marqué. Esperando que no hubiera olvidado recuperarlo. Mierda. Se suponía que lo había dejado en su camioneta y Karen se había ido en ella al rancho. De todas formas marque inquieta.

-Hola Lauren.

-Camila, pensé que no tendrías tu móvil.
Aclaré mi garganta.

-Lo recuperé en cuanto pude.

-¿Cómo esta Atom? ¿Crees que puedan salir para hoy?
Suspiré profundo por que todo lo que tenía que soltar en esa llamada era importante. Una clase de trato que necesitaba lograr con ella. Por unos días, no podía permitir que lo rechazara.
A pesar de poder salir desde antes de Londres y acompañarla una noche en el hospital, era muy importante mi presencia y horas de trabajo en la empresa, no iba a poder verlos seguido al menos por una semana. Lo cual me preocupaba demasiado.

-El doctor me ha dicho que dentro de dos horas vendrán a revisarlo y van a indicar el alta.
Esas dos horas tenían que aprovecharlas muy bien.

-Esa es la mejor noticia.
Acomode el cuello de mi blusa y sujete con fuerza el móvil.

-Si, vendrán por nosotros, Karen vendrá quiero decir.

-Camila. Guardamos silencio las dos. -Quiero...escucha, tal vez esto suene muy pronto o quizás te parezca..
Mierda. Susurré para mi misma.
-¿Porque no se quedan conmigo? Me refiero a algunos días para que cuides de Atom, si algo pasará ya estarías en la ciudad, tal vez sea prudente visitar al médico dentro de poco para asegurarnos de que el pequeño estará bien.

-Lauren. Su voz salió como un reclamo.

-No pienses mucho, solo serían unos días, tú podrás cuidarlo en mi departamento, llevarlo a una cita de revisión y yo podría cuidar de ustedes hasta asegurarnos de que Atom puede viajar y disfrutar de sus actividades en el rancho.
Camila no respondía nada y eso me preocupo. También comprendía que podría ser demasiado.
Yo me sentía una clase de loca controladora sobre una situación que no me correspondía. Es solo que...Mierda, me preocupaba no poder visitarlos o no poder estar cerca si algo más llegará a pasarle a Atom, no quería vivir de nuevo esa situación, saber que ella iba a tomar riesgos de aquella forma, viajando sola e intentando cargar con las complicaciones del pequeño sin ningún apoyo.
-Esta bien, comprendo que no quieras, lo sé.

-Es un poco...¿Podrás venir al hospital?
Preguntó llena de duda.

-Si tu me lo pides iré en este momento ¿Comiste algo?
Dije preocupada. Tal vez si ella estaba sola ahí no había tenido el tiempo para hacerlo.

-No te preocupes, ya he comido y...quiero que vengas.
Tomé mi saco de la silla y caminé a prisa hasta la puerta de mi hermano.

-Estoy en camino, de todas formas llevaré algo para ti, así podremos platicar de esto con más calma ¿Te parece? Te veo en un rato Camila.
Ella se despidió y yo colgué al entrar a con Chris.

-Debo salir en una emergencia, volveré más tarde.
Dije sin más, el esperaba algún tipo de explicación pero no se la di. Simplemente tomé el elevador esperando no ocupar mucho tiempo para llegar. Por el tráfico de la ciudad a esa hora.

Cruce el pasillo hasta la habitación de Atom y toque levemente. Camila abrió sin tardarse.

-Hola. Saludé. Ella sonrió al mirarme y envolvió sus brazos en mi cuerpo. Mierda. Necesitaba recibir ese tipo de abrazos más seguido. Miró la bolsa de papel que llevaba en mi mano, al separarse. Y me invito a entrar. Sobre la cama pequeña, Atom jugaba con el oso que le había regalado.
Me acerqué para saludarlo. Me correspondió al instante. De forma tan natural que lleno mi pecho de mucha ternura.

-Hola pequeño.
Camila se instaló a mi lado mirando solo la interacción entre ambos. Aclaró su garganta.
Le entregué la pequeña bolsa donde dentro había una porción de pollo con ensalada. Lo había conseguido en un restaurante cerca del hospital.
Ella agradeció luego me llamó para sentarnos cerca.
-¿Que tal estuvo?

-Bastante bien, respira tranquilo y recupero su apetito por completo.
Sonrió.

-Me da gusto Camila, tu debes estar mas tranquila ahora y sobre lo que te propuse ¿Lo pensaste?
Pregunté muy nerviosa. Limpie el sudor de mi mano sobre mi pantalón.

-No creo que sea...

-Lo es, cualquier cosa que necesite ¿No piensas que es mejor mantenerlo en la ciudad por cualquier complicación?
Su cuerpo se tenso. En realidad la comprendía por que ella era la madre, ella era quien elegía lo que era mejor. Yo solo era...
¿Que era? Lo único que quería era asegurarme de que los dos estuvieran bien, en mi cabeza solo formaba esa imagen si permanecían cerca mío.

Mientras te tuveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora