65

7.4K 532 49
                                    

Lauren
Los Ángeles

Mis ojos se sentían pesados. Me removí un poco y sentí como perdía el equilibrio donde fuera que estaba.
Bostecé y con calma logré sentarme. Miré alrededor y de pronto mi cuerpo se puso tenso. Tanto que salté del sofá y comencé a buscar realmente asustada.
Estaba en el departamento de Camila y se suponía que Atom debería estar dormido, lo último que recordaba era haberlo acomodado sobre mi pecho. Mierda, mierda. Como si fuera posible lo busqué bajó la cobija que yo tenía, luego por toda la sala, caminé a la cocina con prisa llevándome un maldito golpe en el dedo pequeño del pie.

-Mierda. Había sido con la orilla de un mueble.
No me detuve, el terrible dolor no se comparaba con la angustia de no tener a Atom al despertar. Saltando en un pie llegue al pasillo.
Lo primero que se me ocurrió fue buscar en su cuarto de juegos pero no estaba.
Gruñí bajo y una vez pude estabilizarme caminé a la puerta del dormitorio y la abrí de golpe.

-Santa mierda. Susurré, al parecer no tan bajo por que una Camila completamente desnuda se dió la vuelta para mirarme con enfado. Logró atraer una toalla a su cuerpo y yo cerré la puerta rápidamente. Ella realmente estaba sin ropa. Sentía mis mejillas calientes y otra parte de mi cuerpo. Era hermosa, realmente no sabía de que forma describirlo.
O pero mierda.
Yo había entrado para buscar a Atom. Intenté abrir pero ella grito.

-Ni se te ocurra entrar de nuevo.
Gritó enfadada.

-Lo... lo siento Camila. Dije Torpemente del otro lado, intentaba disculparme por haberla visto de aquella forma. No me arrepentía.
Golpee mi cabeza levemente y negué.
-Es sólo que buscaba a Atom.

-El esta dormido aún ¿Que no sabes tocar la puerta?
No podía responder mas. Cómo un zombie volví al sofá para dejarme caer ahí, con la mirada pérdida en el techo y tratando de controlar las ganas que tenía de volver al dormitorio, quitarle la toalla y abrazarla por completo hacía mi cuerpo. Después de mucho tiempo ahí perdida, Camila por fin apareció en el pasillo. Me miró mal, terriblemente mal.
Yo la seguí a la cocina.

-Lo siento Camila de verdad, yo...no quería que este momento tan bochornoso pasara, quiero decir, me ha gustado pero...mierda, solo no pensé en tocar estaba más preocupada por saber del pequeño. Dije las últimas palabras en un tono bajo.
Ella me miró mal. Llevaba un vestido casual para el trabajo y esos tacones finos que demostraban que podía ser bella hasta los pies. Sus piernas. Despeiné mi cabello cuando me dió la espalda para preparar un poco de leche para Atom. Aprecié su culo y suspiré sin querer.
No, solo estaba empeorando las cosas.
Después de no obtener ni un poco de su atención caminé a la sala.
Fue en ese momento que me fijé en la luz que entraba por las ventanas. Miré mi reloj. No.
Era tarde. Debía estar cuanto antes en el banco.
Encogí mis hombros al sentir un dolor leve sobre el sitio. Debí haber dormido en mala posición.
15 minutos después Camila salió del dormitorio con Atom en brazos y su bolso. El pequeño me dió una dulce sonrisa.
Estaba cambiado e iban a salir del departamento yo solo había logrado dormitar un poco más.

-¿Que haces?
Pregunté al mirarla abrir la puerta principal.

-Debo llevar a Ati cuanto antes a la guardería y además viajar a mi trabajo.
Corrí hasta detenerla y para mi mala suerte tropecé con un juguete de Atom lanzando dolor a mi dedo pequeño del otro pie. Me quejé.

-Espera Camila, solo me cambiaré y lavó mis dientes, yo puedo llevarlos a ambos, así no tienes que caminar. Aunque con mala cara aceptó esperarme pacientemente en la sala.
Entre al pequeño baño a prisa y me coloqué ropa limpia, acomode mi cabello e hice me higiene personal. Pasaron apenas 8 minutos cuando salí para ayudar a Camila a llegar hasta mi auto. Ella no decía nada. Simplemente acepto la atención que les daba.
Esperaba que el asunto de la mañana quedará fuera para no crear tensión para ambas.
Aunque me bastaba pensar un poco y recordar ese hermoso momento.
Me indicó donde llegar.
Al mirar el pequeño negocio de estancia infantil, no me dió mucha confianza, en realidad no me agradaba por la simple idea de dejarlo ahí.
Ayudé a Camila a salir del auto y a tomar a Atom en brazos, junto con un pequeño bolso para el.

-¿Confías en estas personas para cuidarlo?
Pregunté preocupada. Ella me miró tensa.

-Por supuesto que si, me he preocupado por informarme bien y conocer el lugar, es de confianza.
Aclaré mi garganta y antes de que enterara ella sola, dejé un beso en la mejilla de Atom.

-Pórtate bien. El sonrió levemente y puso un puchero.
-Oh dios no, calma, que seguro que estaremos Aquí por ti en poco tiempo. Confesé y espere a que Camila saliera. Ansiosa miré mi reloj, era tarde para pasar por el departamento.
Tenía que ir con esa ropa al banco, ya no tenía opción y todos lo notarían.

Después de unos minutos, Interrumpí el silencio que había dentro del auto, estábamos apenas a unas calles del trabajo de Camila.
-Atom no parece muy feliz de quedarse ahí.

-Solo se está acostumbrando, el solo estaba bajo el cuidado de Karen y mío pero ahora que nos mudamos no tuve otra opción, a mi tampoco me gusta dejarlo ahí para ir a trabajar.

-Yo podría ayudar con eso.
Dije sin dudar. Podríamos contratar a alguien para que cuidara de Atom en el departamento.

-Lauren de verdad agradezco tu ayuda pero no vas a lograr que acepte, Ati se acostumbrara y además esta conociendo a otros niños, no pasa muchas horas ahí, solo hasta medio día.
Ella intentaba hacer que yo respetara sus decisiones. Resople un poco pero finalmente le di la razón. Conocía mejor que nadie a su hijo, Camila tal vez sentía el mismo vacío que yo había sentido al mirarlo hacer esa carita de pena antes de entrar. Solo quería asegurarme de que ahí lo cuidaban perfectamente.

ME GUSTAN SUS COMENTARIOS, MUCHAS GRACIAS POR LEER Y ACEPTAR EL NUEVO RUMBO QUE TOMA LA HISTORIA, BUENA NOCHE UN BESO 😘

Mientras te tuveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora