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Lauren
Los Ángeles

Entré a la empresa de un humor especial, apenas ayer había podido salir por la noche. Encontrarme con viejos amigos y convivir un rato. También había tenido sexo casual con una chica. Esos eran motivos como para estar de buenas.
Sonreí a mi secretaria y le pedí consultar mi agenda para el día.
Había estado tan concentrada en los negocios que el intercomunicador me hizo dar un salto.

-Señora Jauregui, hay una amiga que quiere verla, su nombre es Karen Sanders.
Mordí mi labio sin saber como reaccionar. Tal vez seria bueno verla.
-¿Le doy algún mensaje?
Dejé de lado mi ordenador.
Presioné el botón por un segundo.

-Puedes dejarla pasar.
Mi corazón se aceleró al mirarla entrar después de un rato.
Era bastante incómodo, ella sabia la mínima parte de mi, solo que las había ayudado en malos momentos. Para mi tranquilidad sabía que ellas seguían el trato y depositaban a mi cuenta mensualmente. Era lo más cercano que iba a estar a Camila.
Karen era una buena mujer y no podría rechazar su agradecimiento.
En algún momento mientras estaba en Vancouver, esperaba que ellas estuvieran bien.

-Lauren.
Me levanté de mi silla para saludarle. De inmediato sentí sus brazos rodearme y correspondí. Esta vez sin tensiones. Estaba dispuesta a contar lo necesario para estar tranquila conmigo misma ahora.

-Es una sorpresa verte por aquí.

-He venido para verificar algunas cuentas y pregunté por ti, me han dicho que habías vuelto.
Solté sus manos y la invité a sentarse.
-¿Como estás?

-Bastante bien, muchas gracias por interesarte, espero que ustedes lo estén también.
Bajó un poco su mirada pero se recompuso de inmediato sonriendo levemente. Mi corazón latió fuerte.

-Estamos bien por supuesto, el pequeño y Camila me refiero, Dylan...bueno mi hijo nos dejó haces meses, no pudo recuperarse.
Estaba realmente impactada por esa noticia. Camila y el bebé no merecían quedarse sin ese gran apoyo. Suspiré profundo y toqué su hombro al sentarme justo a su lado.

-Lo lamento mucho Karen.

-Gracias Lauren, en realidad lo hemos sobrellevado bastante bien, apoyándonos mutuamente y mi nieto creciendo a cada minuto.
Sonreí sincera.

-Eso es bueno, ustedes se tienen...mi madre se ha recuperado también, volví hace una semana y me estoy reincorporado al trabajo.
Karen sonrió de nuevo. Tal vez intentaría formar una amistad conmigo y no iba a negarme. No lucharía tampoco para alejarme de ellos, en realidad confiaba en el destino. Esperaba que Camila no guardara tanto rencor contra mi. Con todo mi corazón lo pedía.

-¿Quieres pasarte por el rancho? La última vez te quedaste poco tiempo.
Quería mirar a Camila por supuesto pero no quería presionar nada como la última ocasión.

- Les invito a comer esta vez, me parece justo, el día que ustedes estén disponibles, solo me mandas un mensaje.

-¿De verdad? Preguntó sonriente.

-Por supuesto Karen, quisiera conocer a tu nieto, debo admitir que parecía adorable el primer día de nacido.
Recordé al pequeño humano que robó mi corazón y lo comprendí cuando al alejarme, dos semanas después me preocupaba por que el estuviera realmente bien, en brazos de su madre, lo merecían.
Había tocado una parte delicada de mi corazón siendo tan pequeñito.

Camila

Karen había entrado a la casa muy sonriente.

-Hola cariño.
Quiso tomar a Atom a mis brazos y me hizo sonreír como ella lo hacía.
-Debo darte una buena noticia.

-¿A si?
Llegamos al sofá para sentarnos mientras ella se puso a jugar con Atom en su regazo.

-Si, hoy saludé a Lauren, regresó hace una semana y quiere invitarnos a comer esta vez ¿Que te parece?
Intenté sonreír de forma normal pero no pude. Por supuesto mi corazón se disparó latiendo rápido pero no podía dejar de lado mis emociones.
Había llegado a la conclusión que nunca íbamos a encontrarnos de nuevo, Lauren había sido clara antes de desaparecer, ese día del hospital. Me había ayudado para quitar sus remordimientos con respecto a nuestra relación pasada, había dado el paso así cómo yo lo hice al casarme con Dylan.
Todo parecía ser solo el pasado. ¿Sería tan malo ahora confesarle la verdad a Karen? Así podríamos olvidarnos de mantener un contacto con ella. Era lo correcto.
Con una sensación extraña en el pecho y su mirada curiosa tuve que comenzar a hablar.

-Karen, hay algo que debí contarte desde antes.
Asintió dándome a entender que escucharía todo.
-Lauren y yo no nos conocimos de la universidad como te conté.

-Yo lo suponía. Dijo comprensiva. -Debo admitir que notaba la forma en que te miraba o la forma en que se tensaba por completo esperando algo que tuvieras que decirle pero pude percibir que tú confiabas en ella por raro que pareciera. Aclaré mi garganta. Dios, Karen era una mujer muy buena, comprensiva y solía darse cuenta de mucho sin que se lo dijeras. -Ella nos ayudo y yo pensé que debíamos corresponder la ayuda ¿Te ha incomodado?

-No es tu culpa ¿Recuerdas la forma tan extraña en que conocí a Dylan?
Volvió a asentir y dejar una media sonrisa, Dylan era un buen confidente y después de presentarme con Karen, había dejado claras sus intenciones conmigo, había hablado de mi con ella de todo a todo. Cuando Karen me recibió fue de una forma particular, como si me conociera de toda la vida y abriéndome su hogar con mucho cariño y atención.
-El día que conocí a Dylan yo había salido de aquel edificio después de...terminar con Lauren.

-¿Terminar?
Me sentía muy rara contando esto, no sabía si Karen tomaría esto con buenos ojos.

-Estuve con Lauren dos años.
Solté y ella me miró sorprendida. Hice el intentó de alejarme para que ella se tomará el tiempo para entenderlo. Pero apretó mi hombro de inmediato. -Calma cariño, es solo que...nunca pude imaginarlo, no hay problema puedes seguir contando si eso te hace sentir mejor. Era sorprendente la forma en que lo contaba, después de todo lo que había pasado, afrontar todos mis errores ahora era con madurez, no podía ponerme a llorar por algo que ya había superado, incluso el supuesto rencor que guardaba a Lauren ahora ya no estaba.

-Lauren y yo pasamos 2 años juntas, pero no como lo imaginas, la conocí al comenzar a trabajar en su empresa, en el banco al terminar la universidad, ella era tan diferente a ahora, una mujer completamente controladora y después de conocernos jamás se dió por vencida al tratar de llevarme a su cama, una vez qué pasó yo estuve con ella por ese tiempo, es algo de lo que no me arrepiento pero no estoy orgullosa, fue difícil por que me enamoré y ella no, en realidad ella estaba casada.

-¿Casada? Dió un brinco al enterarse de todo. El pequeño Atom se estremeció por que ya estaba dormido sobre su regazo.
-¿Lauren hizo todo eso? Dios mío.
Tomé de sus brazos a Atom para acomodarlo en su silla para que durmiera. Yo me quedé en silencio esperando a que ella dijera algo.
-He sido tan inoportuna al acercarme a ella, quiero decir, si lo hubiera sabido ni siquiera le hubiera pedido ayuda, básicamente te orille a qué hablaras con ella, discúlpame cariño.

-Como dije antes no es tu culpa y por favor no quiero que hagas algo en defensa o...no sé, Lauren parece diferente y antes de irse del hospital me ha pedido perdón y me brindo su ayuda dejando en claro que con eso trataba de remediar el daño que me hizo hace años, es...
Karen había permanecido ahí sentada sin decir nada también por un rato.

-Bien, entonces si tu te sientes tranquila respecto a ese asunto, lo mejor es tomar la distancia cariño, ahora mismo borraré su número de móvil y respetaré que tu no quieras hablar de nuevo con ella, es comprensible.
Después de eso ella rodeó mis hombros con fuerza transmitiéndome mucha tranquilidad. Sabía que después de contarle iba a evitar el tema por un tiempo. Era mejor de esa forma.

IMAGINEN COMO SE SIENTE.

Mientras te tuveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora