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Camila
Los Ángeles

Atom estaba demasiado inquieto. Ahora ni siquiera con el oso se quedaba tranquilo. Intentaba vestirlo para salir de casa.

-Mi amor por favor, se va a hacer tarde.
Aventó por tercera ocasión su zapato a medio poner sobre la cama.
-Por favor, por favor. Suspiré frustrada cuando se dió la vuelta y ahora gateaba hacía el otro lado.
Debía ser mi terrible humor lo que me hacían perder la paciencia tan rápido. No había podido dormir bien. Preocupada. Por lo que sentía. Por Ati y...por esa mujer tenía la maldita capacidad de enloquecerme.
Cuando finalmente logré cambiarlo por completo caminé a la cocina para preparar algo rápido para los dos. El tenía muy buen apetito por la mañana así que no tenía problemas con eso. Cuide que no se manchara con nada y cuando me levanté para limpiar los platos.

-Lo.
Hizo ese sonido extraño que me hizo girar para verlo.
-Lo.

-¿Estás hablando?
Le di un toque juguetón en la mejilla. Lo hice reír.
Algo raro quería decir, estaba segura que luego lo relacionaría con algo.
Durante el camino pensé en el auto que quería ir a ver. Lo había tenido claro al llamar por móvil al teléfono que estaba en el periódico.
Caminé el par de calles hasta llegar a la guardería. Durante todo el camino Ati no dejaba de parlotear.

-Lo, Lo, Lo,Lo.
Haciendo reír a la señorita de la guardería al recibirlo.

-Hoy esta muy contentó. Atinó a decir.

-Inquieto más bien. Sonreí amable y despedí a mi pequeño con un beso. El siguió balbuceando.
La mañana en el trabajo no había sido tan pesada. Y eso había ayudado. Había tomado el almuerzo a mi hora y terminado todo mi trabajo demasiado rápido.

Cuando volvimos a casa había logrado mirar el auto. Estaba mas que adecuado para los dos pero el trato para la compra iba a tardar unos días.
Subí a la planta el departamento. Me lleve una sorpresa al mirar a Lauren con su movil en la mano y recargada frente a la puerta.
Detuve mis pasos pero el grito que Atom soltó de emoción no me dejo pasar desapercibida. Lauren caminó frente a mí para atrapar al pequeño inquieto por saludarle.

-Hola bebé.
Sonrió amable hacía mi.

-¿Que haces aquí? Pregunté seria.

-Necesito hablar contigo. Era su tono de voz tan ronco.

-No es buena idea. Contesté de inmediato. Dios. Si ella estaba con alguien yo no iba a ser segunda de nadie nunca más. Bastante me había costado aprender la lección.

-Dios Camila, tu sabes que es muy necesario.
Algo molesta caminé a la puerta para abrir, ella entró después de mi sin preguntar.
Le pedí que entregara a Ati pero se negaba.

-Bueno no quiero hablar contigo, quedó todo claro hace tiempo.
No tenía idea de que responder para defenderme.

-No quedó claro nada, tú huiste de mi departamento y luego me pediste que no te llamará. Reclamo mirándome dolorosamente.

-Pues por que no lo quería. Intenté darle la espalda pero ella me sujetó por el brazo.

-¿Estás con alguien?
¿A que venía esa pregunta? Claramente era ella la que tenía alguien más. Dios. No había forma de que lo negara.

-No. Conteste tensa.

-¿Entonces que te impide estar conmigo? Espero que pensar en la muerte de tu esposo no sea el motivo por que a estás alturas estoy dispuesta a ser una terapeuta para ayudarte. Levanté mis cejas sorprendida por su respuesta.
Mi cuerpo se tensó más de lo necesario. Todo lo que llevaba sintiendo en esos tres días iba a salir ahora.

-El motivo eres tu. Había subido un poco la voz. Así que Ati no estaba respondiendo bien. Intenté tomarlo nuevamente pero no quiso. Estaba haciéndome enfadar, más de lo necesario.
-Tu estas con alguien. Golpee su hombro libre y ella quedó callada por fin en esa tonta conversación o reclamos. Ya no entendía lo que era.

-Ya no lo estoy. Dijo en tono bajo. ¿Que esperaba? Las noticias corrían muy rápido y las fotografías hablaban por si solas.

-No puedo creer que lo niegues, lo he visto y es mejor que te vayas, no quiero hablar.
Con voz débil deje que por fin mi cuerpo se relajara un poco.
Dejó a Atom esconderse en su cuello. Se suponía que un bebé no debería escuchar como dos adultos peleaban.

-Pues yo si quiero hablar y seré sincera, tu me has dicho que no llamará, no lo hice, por que ese día pude leer en tus ojos la culpabilidad que sentías por Dylan ¿Vas a negarlo?
Yo me quedé callada. No podía defenderme sobre la verdad.
-Había decidido darte el tiempo necesario para pensarlo, espere tu llamada por muchos días, me había resignado a que jamás ibas a hacerlo, por eso salí con alguien, intentaba dejar atrás nuestra situación pero obviamente no iba a funcionar, seguía pensando en ti y en Atom, he terminado con ella y esas fotos no significan que yo le quiera.

-¿Solo para acostarte con ella? Dios Lauren, en eso no has cambiado nada. Me quejé enfadada. Había estado con esa mujer solo teniendo sexo. ¿Quería que le aplaudiera?

-Intentaba hacer mi vida de una u otra forma, pero no me quede tranquila después de mirarlos en el banco, he tomado una decisión y esta vez es definitiva. Su voz sonaba demasiado alto y esperaba que ningún vecino viniera a quejarse. En cambio vi a Atom hacerse bolita en su pecho.

-¿Puedes calmarte? Estas asustando a Ati.
Quise tomarlo.

-No, por dios, claramente yo puedo calmarlo también. Abrazó a Atom como si todo dependiera de el. ¿Que pensaba hacer?
-Camila, voy a estar con ustedes ¿Entiendes? No quiero buscar a nadie más, por que los he encontrado a ustedes.
Terminó de levantar la voz para luego dejarme ahí de pie. Sin palabras. Ella se dejó caer en el sofá. Aún con Atom abrazado.

Mientras te tuveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora