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Lauren
Los Ángeles

Había sentido demasiada tranquilidad en mi alma al estar ahí. Camila seguía de pie,cruzada de brazos, mirando a Atom y a mi en el sofá. Bien lo único que pedía era que se diera por vencida y se sentará junto a mi.
No esperaba que se lanzará a mi para besarme, simplemente que me diera la señal que necesitaba.
Atom comenzaba a arullarse.
Sentarme ahí no era por cansancio. El pequeño siendo así de inofensivo lograba calmarme. Y a ese punto había logrado impedir que me diera un ataque de ansiedad. Tenía demasiado tiempo sin sentir alguna, me alivio poder controlarlo de aquella forma.

-Lo.
Atom levantó su cabecita de mi hombro.

-Si cariño, soy Lauren.
Camila hizo una cara extraña y se sentó junto a mi. Yo la miré sin entender.

-¿Que ha dicho?

-Dijo Lo, es una forma en la que me llamó también en el banco ¿Como te dice a ti?
Camila se tensó ahí sentada.

-Lauren, Ati no había pronunciado algo que tuviera sentido aún.
Miré al pequeño jugar con el anillo de mi mano. Seguía susurrando esa palabra de forma seguida.

-Espera ¿A dicho Lo como mi nombre y es su primera palabra?
Pregunté entusiasmada. El mal ambiente se había esfumado. Al menos de mi parte.

-Por supuesto que no, eso no es una palabra.
Intenté no reírme pero fue imposible. Sentía un grado de felicidad enorme.
Camila seguía sin poder creer esa información. Dios mío, era obvio.

-Digas lo que digas, el me llama ahora Lo ¿Es verdad?
Pregunté al pequeño risueño.

-LO LO. Gritó un poco más alto. Y miró a Camila. Después de eso quiso bajarse de mi regazo. Le permití bajar y miré como caminaba hacía el pasillo. Iba a ponerme de pie para seguirlo pero Camila negó.

-Se mueve libremente aquí, ahorita vendrá. Sus ojos se apartaron de inmediato de los míos y huyó del pequeño espacio que habíamos creado.
¿Debía disculparme por gritar?
¿O por haber salido con alguien más?
Dios, por supuesto que Jasmine no significaba lo mismo que ella. Solo necesitaba que Camila se esforzará un poco, estaba dispuesta a aceptar un tregua, no me gustaba para nada que me comparara con la mujer que había conocido en un inicio. No era ella. Jamás.

-¿Que debo hacer entonces?
Pregunté buscando sus ojos.

-Esperarlo tal vez quiera mostrarte algún juguete o...
Solté una risita y eso pareció hacerla detenerse en una explicación.

-Me refiero a nosotras Camila.
Se sentó de forma recta en sofá y miró enfrente por un rato.

-¿Te das cuenta de lo que implica tener a Ati?
Rodé los ojos, hice un sonido con los labios. ¿No entendía que quería a Atom como a ella?

-Camila...

-Es que aunque lográramos olvidar todo ¿A donde iría la relación?
Preguntó nerviosa.

-Esta bien, no quiero que te asustes ¿Ok? Pero quiero que seas mi novia y quiero estar cerca de Atom lo más que se pueda.

-¿Y si no funciona?

-Yo haré que funcione ¿Que pasa?
Me miró enfadada pero luego de mirarme tan segura se relajó. Sonrió un poco.

-Lauren, si esto nos lleva a estar juntas definitivamente, no creo que tengas la menor idea de como es cuidar a un hijo.

-Quiero tener uno.
Me encogí de hombros. Tal vez mi seguridad le resultaba irritante.

-No es tan simple. Volvía a reiniciar el punto.

- Bueno ¿Cómo puedo demostrarte que estoy dispuesta a esto? ¿Como puedes tu convencerme de que me quieres?
Camila me miró a los ojos esta vez y yo sonreí. Esperaba a que ella lo hiciera. Pero comenzó a ponerse nerviosa y sus mejillas enrojecieron.

-Lo segundo no creo que sea...no sé...

-Tengo una idea. La interrumpí.
-Me quedaré con ustedes, viviré aquí, me acostumbraré a tener a Atom todo el día y tu podrás darte cuenta de que soy capaz de cuidarlo, a ambos, en cambio tu si lo tienes...amm....convencerme de que me quieres va a ser difícil si sigues mirándome como si quisieras golpearme.
Camila cruzó sus brazos.

-No hago eso y por favor eso es una locura.

-No me importa lo haré y será a partir de hoy.
Me puse de pie para salir de ahí y volver lo antes posible.

-No hay lugar donde te quedes.
Ella se defendió. Dios mío, la estaba convenciendo, debía mantenerme firme con lo que decía. Iba a ser increíble.

-Me quedaré en el sofá, respetaré la distancia que quieras poner, recuerda que tu también tienes que demostrarme algo. Le guiñé y volvió Atom cuando pude haber intentado dejar un beso en su mejilla. Para calentar mi corazón aún más, él pequeño traía consigo el pequeño osito que había conseguido en el aeropuerto solo para el. Caminó a los brazos de Camila.

-Bien ¿Puedes cuidarlo mientras me cambio? Asentí y tomé al pequeño.
-Esto será divertido. Susurró mientras se alejaba al dormitorio. Mierda. Se miraba increíble con esa falda formal y blusa entallada.
Casi dejo caer a Atom por mirarla.
Había convertido ese movimiento en algo divertido para el.

-¿Quieres jugar un poco?
Arrebate el pequeño oso para fingir una conversación falsa con el pero Atom hizo un puchero al instante lo que me hizo entregárselo y ver meter su pulgar a la boca. Se acurrucó en mi cuello para dormir. Perfecto tal vez era su ritual para poder dormirse. Permanecí en silencio junto a el hasta que cerró sus ojos y se durmió.
Camila entró a la sala. Esta vez con un pantalón ajustado y una blusa ligera.

-¿Esta dormido?

-Si ¿Donde debo recostarlo?
Se encogió de hombros. Yo suspiré y coloqué a Atom en el sofá.

-No puedes dejarlo ahí Lauren.
Reclamó mientras bebía un vaso de agua.

-Ya lo sé, iré a acomodar la cama y luego lo llevaré.
Contesté con tranquilidad.

-Va a rodarse.
Sonreí con sarcasmo y aún así lo dejé en el sofá. No iba a rodar en tan poco tiempo. Di el primer paso y miré a Atom moverse inquieto en el lugar. Mierda. Apenas había alcanzado a sostenerlo.
Yo reí. Muy bajo pero muy bajo escuché a Camila hacer lo mismo.
-Ya lo entendí. Suspiré profundo y tomé al pequeño en brazos, luchando para que no despertara. Caminé por el mismo pasillo desde donde habían salido y entré al dormitorio. La cuna azul oscuro estaba justo al lado de la cama. Ahora entendía por que se tomaba tanta libertad en rodar. Lo recosté e intenté quitarle el oso para que durmiera mejor pero se quejó entre sueños.
Lo dejé como estaba.
Salí a donde Camila. Ella me miró levantando las cejas.

-Va a despertar rápido, debiste apagar la luz y recostarlo al lado derecho.
Yo sonreí.
Me gustaba mirarla tan divertida. Ni siquiera recordaba como se había quedado en la cuna.

A PETICIÓN 😏

Mientras te tuveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora