Mientras te tuve

26

Camila
Los Ángeles

Justo a mitad del parque, Dinah propuso comprar un helado y sentarnos para disfrutarlo.

-¿De verdad quieres vivir con tu suegra toda la vida?
Preguntó. Yo comenzaba a cansarme de lo que ella proponía que hiciera.

-Aunque no lo creas, Karen es una excelente amiga y compañía, Atom y yo somos realmente felices viviendo con ella. Me encogí de hombros y observé de frente hacía un grupo de niños que reían en medio de un juego de soccer. Adultos a su alrededor en una parrillada.

-Y yo no dudo de eso, lo que quiero decir es que tu tal vez no te animes a salir con alguien si ella está ahí defendiendo el espacio de su hijo.
Bufé. Dinah para nada conocía a Karen, era ella quien me animaba a salir del rancho y encontrar algo bueno para mi.

-Me ha tratado de hablar hoy sobre esa posibilidad y créeme ella quiere más que nadie que yo intenté seguir mi vida, debo ser sincera, que el recuerdo de Dylan esta tan vivido que es imposible para mi tratar de reemplazar algo de el. Suspiré dé nuevo y me enfoqué de nuevo en la gente alrededor.

-Vale esta bien, es pronto, pero si tu quieres puedes venir conmigo a Miami cuando quieras, así estarías cerca de tus padres.
Sonreí y luego le di un abrazo, la extrañaba realmente y ni siquiera consciente de eso. Ella había hecho mi tiempo en la universidad realmente increíble. Había sido yo quien la dejó de lado por seguir con mis planes. Algunos habían salido realmente mal.

-Muchas gracias Dinah, eres la mejor.
Habíamos pasado el resto del tiempo comiendo y caminando por el parque. Yo por dentro moría de ansiedad por lo que estuviera pasando con mi bebé. Mande un montón de mensajes a Karen para asegurarme de que estaba bien.
Dinah había dicho que nos visitaría antes de regresar a Miami y planeamos pasar el día juntas.
Dos horas y media después estaba de regreso en el rancho. Había corrido casi de la camioneta para mirar a Atom. Al entrar a la sala miré todo en orden, ningún ruido, supuse que estarían en el dormitorio.
Y así era. Atom permanecía dormido sobre la cama y Karen tejía un suéter azul mirando la televisión. Caminé apresurada a la cama y besé las mejillas regordetas de mi hijo. Karen soltó una risa divertida.

-Dios ha sido el tiempo más largo y difícil de mi vida. Dije en un suspiro.

-Atom se ha portado realmente bien cariño ¿Que has conseguido en la ciudad hoy?
Me encogí de hombros y por fin terminé de debatir en si tomar o no en brazos a Atom.
Lo abracé contra mi pecho.

-Dinah vendrá dentro de unos días, estará todo el tiempo aquí, podrás conocerla mejor.
Karen sonrió y decidió seguir solo tejiendo sin detenerse. Me gustaba mirarla tan entretenida mientras yo alimentaba a un Atom realmente hambriento.
Crecía muy rápido y su cabello castaño tomaba un tono parecido al mío. Sonrió casi dormido.

Lauren

Chris sostuvo mi maleta durante el recorrido en el aeropuerto.
Los meses habían pasado tan rápido y yo tampoco creía que al fin estaba ahí. La buena nueva era sobre mi madre estando fuera de peligro, sana al fin. Me molestaba no haber estado con ella como había prometido pero una vez salí de ahí supe que era la mejor decisión.

-¿Prefieres conducir tu?
Negué. Quería apreciar la ciudad con tranquilidad, poder respirar al fin sin tener conflictos conmigo misma en ese lugar.

-Hazlo tu, tu quisiste venir por mi, pude tomar un taxi y llegar a casa de mamá. El se quejó jugando y abrió la puerta del copiloto para dejarme pasar y volver para guardar mi equipaje.
Cuando estuvimos los dos dentro del auto comenzaron las preguntas.

-¿Así que pasar estos meses en Vancouver te han funcionado?
Sonreí. Algo poco usual en mi hace meses.

-Por supuesto. Admití. Disfrutando la música baja dentro del auto.

-Dios, tu sonrisa habla de muchas cosas pasando allá. Extendió la palabra muchas de forma graciosa haciéndome soltar una risa.

-Varias, si, pasaron y fue realmente divertido, creo que lo que me hacía falta eran esas vacaciones, fuera del trabajo y preocupándome solo por mi.
Apreté su hombro como agradecimiento, finalmente el tuvo que hacerse cargo de la empresa en mi ausencia. Y además cuidar a mamá.

-¿Debo sentirme mal por no quedarme junto a mamá durante su tratamiento? Pregunté seria.
Chris negó de inmediato.

-No, ha sido muy difícil pero créeme el que te hubieras quedado tal vez te habría afectado más de lo que ya estabas, mamá estaba mejor con la idea de ti lejos y haciendo solida tu recuperación.
El recorrido era rápido así que me permití mejor disfrutar la charla con mi hermano. Tenia ganas de ver a mi familia. El único contacto que mantuvimos fue por teléfono.
Ni siquiera el día de mi cumpleaños quise volver aun con su insistencia.
-¿Y bien? ¿Conociste a alguien?

-Algo realmente casual Chris y lo hemos dejado por que yo volvía, ahora solo estoy abierta a conocer a alguien.

-Eso es lo mejor entonces.
Me guiñó.
Al llegar a casa. Caminé a prisa para mirar a todos. Mi madre sonrió como nunca y la atrapé en un abrazo realmente necesitado. Había pasado tanto tiempo sin poder disfrutar un contacto de esa forma. Sonreí al ver a su espalda a mis sobrinos y Keana.

-¿Como estas? Pregunté sintiendo mis ojos humedecimos.

-Ahora estoy realmente bien cariño, ya quería verte y contarte cuan sana estoy.
Volví a abrazarla.
Volver para esta temporada del año añadía más entusiasmo para mi. Iba a pasar un largo tiempo realmente familiar.