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Lauren
Los Ángeles

-Entonces le he dicho que quiero hacer las fotos pero con alguien más, ese tipo es un nefasto.
Asentí distraída.
Llevaba así todo el maldito día. Por la noche.
Esa tarde debía volver al banco arreglar un par de asuntos antes de ir al departamento y Jasmine había querido acompañarme. Tomé su mano para entrar al edificio.
Sonrió dulcemente.

-Esta bien cariño, debes imponer tus propias condiciones.
Aunque una parte de mi quisiera decirle que parte de un trabajo era aceptar con profesionalismo lo que te pedían. Modelar no era lo mismo que sentarte en un escritorio y llegar a un trato. Aunque tu peor enemigo este sentado ahí frente a ti.
Negué en mi mente pero ella siguió mencionando lo que planeaba charlar con su agente. Me daba igual, ella iba a quedarse de todas formas en la ciudad. Suponía que conseguir otro trabajo no sería difícil, gracias a mi y a esas estupidas fotos obtenía demasiada promoción.
Entramos y caminé segura al elevador. Los trabajadores no decían nada, saludaban a Jasmine, ya había estado un par de veces en la empresa.
Antes de subir al elevador miré dé reojo como en una de las oficinas alguien arreglaba un par de cosas del piso.
Uno de los gerentes se acercó para saber qué sucedía. Jasmine sostuvo mi brazo para esperar el elevador sin decir nada. Algo pérdida en sus pensamientos.
Yo puse atención en el cabello castaño que de repente aparecía en la imagen. Una risita me convenció de lo que veía.
-¿Cariño podrías esperar arriba? Debo mirar lo qué pasa ahí.
Le indiqué vagamente y asintió. Besó mi mejilla en cuanto apareció el elevador.

Caminé a prisa hasta la oficina. Sonreí.
Karen junto al gerente esperaba a que una de las encargadas de limpieza, terminará de levantar algo que se había roto en el piso.
Mi atención se centró en la mujer que llevaba en brazos al pequeño.

-Dios, cuanto lo siento ¿Podría remediar esto? ¿Le ha costado mucho?
Karen evitó reírse.
Camila seguía insistiendo.

-¿Que esta pasando?
Mi voz sorprendió a todos. Incluso a la señora que termino derramando de nuevo la basura sobre el piso.
Karen saludó amable pero Camila me dió una mirada desconfiada. En realidad parecía querer atravesar mi cabeza con algo.
El pequeño Atom sonrió al mirarme dentro.

-Nada grave señora Jauregui, el pequeño ha tirado por accidente algo, pero no se preocupe.
Dijo el gerente y reacomodo su corbata. No tenía idea de que yo conocía a todos ahí.

-No, no Ati, ya hiciste suficiente.
El pequeño comenzó a removerse demasiado inquieto en los brazos de Camila y ella intentó reprenderlo. Renegó un poco más hasta que tuvo que ponerlo en el piso.
Mierda. Mis ojos debían estar brillando de felicidad al mirarlo tan grande. Estaba realmente apoyando sus pies en el piso y...
Era demasiado inquieto por que esquivo los brazos de Karen para caminar hacía donde yo estaba.
No pude más que estar a su altura para mirarlo con orgullo.
¿Que iba a decirme?

-Atom.
El pequeño sonrió y extendió sus brazos a mi. Lo tomé sin dudar y besé su mejilla regordeta.
La risa de Karen se escuchó de fondo.
Camila caminó hacía a mi tratando de tomar de nuevo a Atom pero yo me hice a un lado.
-Esta bien, voy a sostenerlo.
Frunció el ceño.
-¿Cómo estás bebé? Dios, debes estar muy feliz de poder moverte a todas partes.
Él soltó una risita. Después se acurrucó en mi cuello sin dudarlo. Lanzando un suspiro de alivio que yo compartía y que no sentía desde hace tiempo.

-¿Podemos continuar?
Alguien interrumpió la pequeña lucha de miradas que Camila y yo teníamos.

-Oh bien, voy a distraer un poco a Atom mientras ustedes terminan. Levanté mis cejas cuestionando, aunque mas bien era para informar. Salí de la oficina hacía la estancia pequeña que había para descanso del resto del personal. No podía ir a mi oficina, Jasmine estaba ahí.
Dejé a Atom en el piso. Me sentía tan orgullosa de verlo. Caminó inquieto hasta moverse hasta el otro sofá ¿Quería que lo siguiera?

- O bien ¿Quieres esconderte de mi?
Sin dudarlo comencé un pequeño juego con el, esperaba que nadie me observará, por qué debía verme como un tonta persiguiendo al pequeño.
Cuando finalmente lo atrapé logre sentarlo en mi regazo.
-¿Te acuerdas de mi cierto?
El pequeño hizo un movimiento para seguir jugando.
-Recuerda que mi nombre el Lauren, supongo que pasará mucho rato para verte otra vez.
El sonrió.

-Lo.
Pronunció de forma balbuceante.
Apenas y se entendía pero esperaba que fuera un intentó para decir mi nombre por que había robado latidos de mi corazón.
Era tan lindo. Besé su mejilla antes de mirar a alguien venir a buscarme.

-Señora Jauregui, hay una mujer esperando en...

-Ya voy. Dije y para su sorpresa tomé a Atom del piso para llevarlo hasta la recepción de la empresa. Una Camila demasiado tensa esperaba.
Salude formalmente a Karen y cuando iba a saludar a Camila prácticamente tomó a Atom de mis brazos.

-Es bueno verlos.
Sonrió de forma extraña.

-Bueno, debemos irnos ahora. Asentí sin saber que mas decir. Karen sonrió amable.

-Hasta luego Atom.
No lo dejó mirarme otra vez y salieron del edificio.
¿Que había sido todo eso? Camila mantenía esa actitud, similar a la que tenía cuando nos reencontramos. Se suponía que ella había pedido que me alejara, pero mierda, frente a un encuentro casual no había a quien culpar. Además no podía negar que Atom me quería al menos un poco y yo a el.
Suspiré profundo.
Sentía una pequeña parte de mi buscando el calor que el pequeño desprendía.
Intenté dejar de sonreír pero no podía. La chica de recepción me miró raro. Yo aclaré mi garganta y salí de ahí.

Mientras te tuveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora