Camila
Los Ángeles-¿Esas eran todas?
Preguntó Karen a Louis cuando metió las cajas de mudanza en la camioneta. Un día anterior había cargado los pocos muebles que iba a tomar de la casa de Karen, la mayoría de Atom.
De todas formas ella viajaría con nosotros hasta la ciudad. No quería permanecer fuera de esta situación.
En resumen, había pasado los últimos 4 meses pensando en todo.
Quería mudarme, hacer algo diferente que no provocara pensar en Dylan todo el tiempo. El rancho era el principal motivo, vivir con su madre y observar todas nuestras fotografías por la casa.
Para Karen no había sido una buena noticia, pero lo respetaba. También me ayudó cuando debía salir para lo de mi nuevo trabajo.
Llevar la pequeña administración en un negocio para jardinería iba a ser suficiente para mantenerme, pagar la renta de un pequeño departamento y además los gastos de Atom. Pagar la guardería por medio día y las compras semanales.
Suspiré al tomar a mi pequeño del sofá.
Estaba caminando. Sentía que había crecido demasiado en esos 4 meses. Aunque le había costado caídas, Ati andaba de un lado a otro en pasos cortos y acelerados cuando le emocionaba algo.
Karen me miró desde la entrada de la sala.-¿Estás lista?
Asentí.-Dios, aunque no se que decirte, esto es difícil como para ti.
Sonreí para calmarla un poco y aliviar la sensación de tristeza que sentía al salir del rancho después de esos años. Eran muy buenas anécdotas en ese lugar. Los años de matrimonio con Dylan y las atenciones que ella me había brindado desde un inicio.-Sólo quiero que seas feliz Camila, sabes que apoyo por completo tu decisión, voy a extrañarlos pero iré a la ciudad para pasar las tardes de vez en cuando.
-Lo entiendo y yo estaré muy feliz de verte.
Miré la foto sobre la chimenea. Era de Dylan. Con Atom en un brazo la tomé y planteé un beso sobre el cristal.
Necesitaba hacerlo y aunque me costará, debía superar totalmente su partida. Iniciar de nuevo era la única opción.
-Debemos irnos.
Ella asintió y la miré limpiar una lágrima de su mejilla. Apostaba a que iba a extrañarnos como nosotros a ella.
Con Atom era la abuelita más cariñosa que pudiera tener.
Revisé mi bolso rápidamente antes de salir.
Nos acomodamos en la camioneta e hicimos un viaje en silencio. Louis también estaba sensible por mi decisión.
Dos horas después las cajas y demás estaban dentro del departamento.
Karen y Louis habían salido hace unos minutos. Yo me negaba a dejarlos a ayudarme a acomodar las cosas. Quería hacerlo yo.
El lugar estaba semi amueblado y con limpieza iba a quedar decente.
Tenía que comenzar con el dormitorio pequeño de Atom, donde por el momento solo lo dejaría como un cuarto de juegos.
Después de arreglar esa parte, Ati jugaba en la alfombra con un par de piezas de colores.Lauren
-¿En serio tienes que irte?
Había mirado el tierno puchero antes como una trampa pero no funcionaba ahora.-Tranquila, podremos mirarnos en la tarde para una comida ¿Tu no debes ir a la agencia otra vez?
Cubrió la mitad de su cuerpo con la sábana y negó.
Sus mejillas aún sonrojadas por la última acción del día. Me incliné para besarla dulcemente.-Si debo ir por unas horas pero cuando este libre voy a extrañarte Lauren.
Me levanté realmente satisfecha de la cama y entré a la ducha. No podría perder otro rato de la mañana en complacer cada cosa que me pidiera.
Tenía apenas dos semanas en LA y me tenía en la palma de su mano. Tampoco habíamos iniciado algo serio pero suponía que tener sexo por dos meses solamente con ella era una buena señal. No pretendía salir para conocer a alguien más.
Había sido como un buen indicio, viajar a Vancouver y mirarla de nuevo. Me había convencido de estar con ella después de varias salidas al cine, a cenar y esas tardes esquiando. Era una mujer encantadora, modelo y para mi fortuna tan diferente a mi, que llenaba esa parte de la aventura que me faltaba. Dos años menor que yo y una dulzura que te convencía de darle lo que pidiera.
También había conocido a sus padres, dedicados a la moda por completo y sin ningún interés en lo que su hija hiciera, por eso estaba aquí.
Aunque había prometido no hacer nada para ayudarla en su trabajo, no pude contenerme y días después de volver, le conseguí una entrevista en una revista de moda.
La aceptaron y ahora vivía conmigo. No sabía si era apresurado pero mi vida tan solitaria comenzaba a fastidiarme.
Además de que superar lo que había pasado con Camila no era fácil.
Ella no se comunicó y yo lo miré como la peor forma de alejarme. Listo. No quería tenerme cerca.
No lo hable con nadie pero me hice a la idea de que tal vez Camila necesitaba darse un tiempo para poder estar con alguien.-Te tardaste demasiado.
El agua caía sobre mi espalda cuando escuché su voz detrás de mi. Me había estremecido y ella soltado una risa divertida. Sus manos rodearon mi cintura.-Es otra de tus trampas ¿Cierto?
Besó una parte de mi cuello.-Tu confía en mi.
Lo hacía. Confiaba en ella aunque tuviera poco tiempo de conocerla. Era una mujer muy sensible y llena de sorpresas.
Me sentía muy bien con Jasmine, su cabello claro y esos dulces ojos verdes movían mis emociones.
Podría darme una oportunidad con ella, claro que podía.
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Mientras te tuve
FanfictionHabía sido tan sencillo estar con ella, conformarme con solo unas horas de su tiempo, mantener un toque leve en mi mejilla. Lauren había formado parte de mi vida desde hace años, cuando recién había terminando la universidad y buscaba mejores oportu...