Mientras te tuve

71

Camila
Los Ángeles

La idea de que ella tardaba en llegar al departamento por otras causas me agobiaba.
Cuando estuvimos dos años juntas a veces terminaba yendo con su esposa en la madrugada. Sabía que no le importaba para nada por que siempre se hacía lo que ella quisiera. No le gustaba que nadie juzgara nada de su vida.
Me rodé en la cama aún tensa y con un dolor en el pecho. Ni siquiera había podido ver a Atom y el se la pasó enojado hasta que se durmió, era lo que más me preocupaba el se encariñaba más con Lauren y si algo salía mal me partiría el corazón a otro nivel.
Había pasado una hora desde que tuve que abrirle la puerta y supuse que no iba a venir a la habitación a justificarse o a dormir. Suspiré profundo y miré a la cuna. Él podría dormir ahora tan tranquilo ¿Me había pasado con ella? Primero habían sido los celos y luego mi enfado por esto.
Lo peor de todo es que tampoco había podido hablar con Karen de lo que pasaba, no sabía como explicarle que de la nada ahora tenía a Lauren viviendo conmigo y ayudando a profundizar lo que mi corazón sentía por ella.
Cerré los ojos exhausta.

-¿Camila?
Me asusté por la voz ronca que me llamó del otro lado de la puerta.
-¿Estás dormida?
Ella intentó abrir la puerta pero sin importarme salir solo en esa playera corta que llevaba y mis bragas salí antes de que despertara a Ati.
Ella retrocedió hasta la otra pared del pasillo y no dejó de mirarme.

-No hagas eso, Ati puede despertar, luche mucho para que se durmiera.
Dije enfadada.

-Lo siento, de verdad lo siento mucho.
Dijo apenada.

-Es que no lo entiendo Lauren, has dicho que quieres estar con nosotros y demostrarme que....
Tomé aire. -Llegando a esta hora la verdad no estás demostrando nada.
Dejé caer los hombros vencida. No servía de nada mi enfado. No cuando sabía que haría cualquier cosa para convencerme y lo iba a hacer.

-Dios, no quiero que lo malinterpretes por favor.
Se quedó en silencio un rato.
-He intentado hacer esto bien, es solo que, diablos, ayer si fue un día con mucho trabajo incluso mi hermano me acompañó hasta tarde pero hoy no tengo excusa, me quedé en la oficina pensando y he dormitado un poco.
Dejó de hablar.

-¿Pensando?
Sus cejas se subieron y luego fue imposible no debilitarse con la mirada tan fija e intensa que me dió. Aún en medio de la oscuridad pude ver sus ojos verdes. No. Estaban diferentes.
-¿Bebiste?
Ella se tensó de inmediato al escucharme.

-¿Que? Por supuesto que no Camila.
Fui yo la que me tensé después de que lo negará.
Sabía perfectamente por que estaban de aquella forma.
Tocó su cabello en varias ocasiones y soltó un suspiró pesado.
-Seré sincera contigo. Asentí con miedo.
-Me ha encantado estar con ustedes estos días, casi una semana y me acostumbro fácilmente a cuidar a Atom no puedes negarlo, pero hay algo en lo que definitivamente me la he complicado.
Aclaró su garganta nerviosa y a pesar de lo que iba a soltar me mantuve ahí, esperando.
-Tu, yo...mierda, Camila eres tan hermosa, te he visto desnuda la primera mañana, te he besado y aunque lo niegues hemos dormido muy unidas por la noche, se que te acurrucas conmigo apenas me duermo ¿Vas a negarlo?
Mis mejillas debían estar enrojecidas. Tosí un poco.
No dije nada. Recargué mi cuerpo en la puerta pensando en huir.
-¿Crees que yo no siento nada? De repente quiero besarte de forma intensa a todas horas y en el trabajo pensar en ustedes me distrae demasiado, lo veo como algo bueno, es solo que...tengo miedo al pasar más tiempo aquí por que te deseo tanto que siento que no puedo contenerme, eso lo hace mil veces más difícil, se que tu no estás aún preparada o eso has querido demostrarme.
Me miró solamente.

-¿Crees que no podrás contenerte?
Asintió.

-Quiero estar contigo Camila, pero no quiero apresurar las cosas, seria como dar un paso atrás.
Me conmovió. Lauren estaba simplemente sacando lo que tenía en su mente. Yo también moría por lanzarme a sus brazos y olvidar todo. Mordí mi labio inferior y ella gruñó.
-¿Lo ves?

-¿Qué? Pregunté.

-No es fácil resistirse a ti Camila, no te miras como yo a ti. Me miró de pies a cabeza.
-Te muerdes el labio y ahora vistes solo eso, apuesto a que llevas ropa interior sexy y...
Ella soltó una risa nerviosa y comenzó a caminar hacia la sala.
¿Debía seguirla? ¿Decirle que ella me hacía sentir igual?
Apoye mi mano en la manija de la puerta. Algo cansada de la situación.
Necesitaba decidir cómo daría el siguiente paso. Pero después de pensarlo. Caminé por el pasillo. Hecha un manojo de nervios.
Lauren estaba quitando su blusa y pantalón en medio de la sala, pensando en que quizás yo no iba a hacer nada. Se estremeció al sentir el leve beso que dejé en su espalda alta. Aprecié lentamente el tatuaje que llevaba en la nuca, era el único que tenía pero jamás me había contado que significado tenía.
Lauren soltó un suspiro cuando al fin enrede una de mis manos en su cintura y pegue mi cuerpo hacía el suyo. Su piel estaba tibia y suave como recordaba.
Cerré los ojos y me dejé llevar.
La luz tenue por solo una lámpara aumentaba la tensión de ese momento.