Camila
Los ÁngelesDinah saludó desde la otra parte del restaurante entusiasmada.
Yo caminé con el carrito de Atom hacía ella.-Mi dios, se han tardado.
Reí al notar que iba a tomar a mi hijo en brazos antes de saludarme a mi.
Sus visitas a Los Ángeles eran más frecuentes así que cada vez que venía, tenia que visitarnos o vernos en alguna parte.
Atom tenía ya 10 meses y también se entusiasmaba junto a ella. Pasaba todo el raro haciendo caras divertidas para el.
-Es tan grande y hermoso.
Lo sostuvo en su regazo. Atom comenzó a hacer ruiditos y morder su dedos haciéndolo ver muy divertido.-Le gusta verte. Admití. Dinah finalmente besó mi mejilla al estar sentadas.
-¿Como te ha ido?-Bastante bien Cami, hemos estado ocupados pero tendré toda la tarde para ustedes, podrás acompañarme al hotel y seguir charlando ahí ¿Porque no salimos por la noche? Karen puede cuidar al pequeño y..
-Alto ahí. Dije rápidamente. Dejar a mi bebé era algo descartado sin dudar.
-Si paseamos o salimos es a un sitio donde Atom puede acompañarnos, es una regla.
Dinah rodó los ojos y me miró luego.-Estas desperdiciando tu juventud cariño, necesitas divertirte y mirar todos los ojos que no se apartan de ti desde que entraste por esa puerta, la maternidad te ha caído de perlas y estás más sensual y segura de ti, más que nunca, tendrías a alguien a tus pies en segundos Cami.
Yo no pude evitar reír por todo el rollo que soltó en segundos.
Llamé al mesero para pedir algo de comida. Al menos mientras estaba con Dinah tendría mis brazos libres por un rato.
Miré por la ventana y disfruté de la vista, tomé un par de fotos para Dinah con Atom.
Eran lindos juntos. También aprecié el buen clima que hacía en la ciudad. Todo era perfecto.
Karen se había quedado en casa por unos asuntos del rancho pero me había sugerido salir al despejarme un poco y comprar algo para el niño.-¿Entonces?
-¿Que?
-¿No quieres salir con nadie? ¿Quieres cuidar a Atom sola?
Fue mi turno para rodar los ojos. Limpie la mejilla del bebé sin dificultad. Me había hecho experta en cuidar cada detalle del pequeño. Mantenerlo siempre limpió y lindo. También entender todos sus gestos.
Ahora mismo balbuceaba por tener hambre.
Saqué de mi bolso lo que tenía preparado para él y se lo di a Dinah. Ella comenzó a darle a cucharas entusiasmada.-No es que no quiera, no tengo mucho tiempo para andar de novia y enamorarme, Dinah, ahorita solo necesito a Atom conmigo ¿Lo vas a entender ahora?
Asintió fastidiada y siguió con lo suyo, ahora yo planeaba soltar algún tema para incomodarla también. Tal vez si hablábamos de su actual pareja y su negación a casarse funcionaría.
La miré de nuevo y ella captó mi gesto. Aquí iba.-¿Cuando te casas?
Los ojos de Dinah se perdieron de mi hasta algo que se encontraba a mi espalda. No dijo nada.-¿Camila?
Su voz era inconfundible. Dinah me miró esta vez sin entender quién era la persona que me estaba llamando. Segundos después se detuvo al lado de nuestra mesa con una mirada insegura y sonriendo hacía a mi.Lauren
Era un restaurante completamente familiar. Chris acomodó a sus gemelos de su lado y se sentó exhausto.
-Mierda Lauren, no tengas hijos.
Yo me reí y los niños hicieron lo mismo. Volvíamos de un partido de soccer donde los dos pequeños habían jugado espectacular. Así que los había invitado a comer mientras mi madre y Keana se relajaban en casa sin nuestra presencia.-No seas exagerado, mejor hay que pedir pizza.
-Quiero pizza tía. Pidió Ryan el más inquieto. Will me miró y se encogió de hombros. Le daba igual, como a Chris.
Pedimos una pizza para los cuatro y charlamos sobre el partido sin parar. Bebía un poco de soda cuando miré la forma tan incomoda en que una mujer intentaba entrar al restaurante. Con un carro de bebé.
Para fortuna uno de los meseros le ayudó a entrar. Mi cuerpo se congeló al reconocer quien era.
Había sonreído amable al hombre y luego buscó a alguien. Yo me hice pequeña en mi silla.
¿Porque lo hacía?
Sentí alivio al verla saludar a una mujer del otro lado y sentarse junto a ella. Mierda.
Los Ángeles era una ciudad tan grande y tuve que toparmela. Sonreí de forma tonta.
Hasta que Chris rió. Lo miré esperando a que fuera por algo que hacían los niños pero no. Se reía de mi.-¿Te gusta esa mujer?
Aclaré la garganta y me recompuse en el asiento.-¿De que hablas? Intenté fingir demencia.
-De que no has apartado la mirada desde que entro y sonreías de forma boba. Golpee su pie por debajo de la mesa. Sin llamar la atención de los demás.
-¿Que te pasa?
-No he hecho eso, olvídalo.
La pizza había llegado. Pero mientras comíamos había dejado caer de forma torpe salsa de tomate sobre mi ropa. Will y Ryan se reían ahora de mi.
Todo por mirarla. Me había encantado por supuesto. No podía evitarlo. Ella era hermosa de por si. Pero había una extraña luz a su alrededor haciéndola verse más hermosa que nunca. Parecía feliz. Y luego mi corazón latió al verla tan atenta a ese pequeño. Ya no era un bebé tan indefenso. No como cuando lo había mirado.
Mordí mi labio sin saber que hacer. No podía controlarlo, Camila me atraía ahora demasiado.-Bien, escucha tal vez sea una locura, tal vez su esposo luego entre por la puerta y se enfade pero si esa mujer te gusta entonces ve y habla con ella, las madres son más excitantes.
Dijo mi hermano terminando con lo último en un susurró y un guiño.
Yo aparte la mirada de Camila y luego me enfoqué en el.
¿Debía saludarla?
Mi hermano por supuesto no sabia de quién hablábamos. Su esposo no iba a entrar al lugar.
Mi corazón se hundió con tan solo la idea. ¿Que si ella ya salía con alguien más?
Ya habían pasado 10 meses pero no culparía a nadie si intentara acercarse a ella con esas intenciones. Camila era una mujer demasiado atractiva. Con ese vestido casual y cómodo, zapatos bajos y su cabello estaba más largo. Con ese gesto de madurez en su rostro. Gracias al cielo no había notado mi mirada fija en ella. Estaban a algunas cinco mesas de nosotros del otro lado del lugar.-¿Tu Crees?
Mis pies ya estaban fuera del asiento cuando le pregunté. Chris sonrió.-Se te van los años Lauren, y te estás poniendo amargada, anda ve.
Golpee su hombro levemente y luego miré a mis sobrinos lanzarse pan de la pizza entre ellos, jugando.
La miré de nuevo y me convencí de ir, si me rechazaba al menos lo habría intentado.
No podía seguir engañándome, tal vez, mirarla de nuevo era una señal.
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Mientras te tuve
FanfictionHabía sido tan sencillo estar con ella, conformarme con solo unas horas de su tiempo, mantener un toque leve en mi mejilla. Lauren había formado parte de mi vida desde hace años, cuando recién había terminando la universidad y buscaba mejores oportu...