Mientras te tuve

97

Lauren
Los Ángeles

Entramos a casa. Ati todavía dormía.
Para mi alivio Camila no estaba con todos en la sala. Yo quería sostenerlo por más tiempo. Todos vinieron cerca mío para mirar a Ati. Karen besó su frente entre lágrimas y luego me abrazó. Para mi sorpresa los padres de Camila estaban ahí. A pesar del dolor que todos sentían por pensar al pequeño en peligro ninguno había insistido para tomarlo de mis brazos. Yo se los agradecí con la mirada.

-¿Dónde está Camila?

-Lo siento cariño, hemos tenido que darle algo para calmarla, esta dormida.
Asentí con pena y dispuesta a entregarlo ya en sus brazos. Comencé a subir las escaleras y con mucho pesar entre al dormitorio. La habían recostado y ella estaba hecha un ovillo ahora.
El rastro de lágrimas en sus mejillas. Sobe su hombro esperando a que despertara pero no funcionó. Recosté a Ati a su lado y yo me recargué mirándolos. Por fin podía descansar un poco. Cerré los ojos agotada y sosteniendo una de las manos de Camila, mientras Ati dormía entre ambas, demasiado seguro.
Nadie vino a interrumpir ni a decirnos que el tiempo para descansar había pasado. Nada.
Simplemente nos acogimos los tres como si no hubiera un mañana.
Rodé sobre mi lado en algún momento interrumpiendo el sueño tranquilo de Atom.
Se movió intranquilo.

-Esta bien bebé.

-Lolo. Llamó. Iba a tomarlo en brazos pero Camila se despertó de golpe. Miró hacía a mi y luego a su lado, donde Ati sonreía perezoso. Soltó un sollozo alto y no hubo quién separará al pequeño de sus brazos. Había llorado por minutos. Tratando de mantener a Atom en calma. El también estaba alterado por la efusividad de su madre. Yo mordí mi labio y esperé a que dijera algo.
Besó sus mejillas.

-Mi amor. Sonrió con tristeza al separarse y dejar que Ati se acomodará en sus brazos. Apostaba a que él tenía hambre. Ella no busco mi mirada.
Yo llamé a Natan para distraerme de un momento tan pesado.

-¿Lauren? ¿Todo bien?

-Si, ahora ya esta a salvo ¿Podrías enviar a algún médico? Solo para el reporte y asegurarnos de que Ati este sano.
Quedó de venir el mismo acompañado en un par de horas. Era de madrugada pero no había tiempo para esas cosas, entre más rápido terminará esa pesadilla mucho mejor. Giré para ver a Camila luchar con Ati para cambiarlo, como siempre, entre lágrimas y risas del pequeño, logró hacerlo.

-¿Esta bien?
Pregunté con voz débil y ella asintió.
-Un médico vendrá para revisarlo.

-No hace falta Lauren, Ati esta bien.

-Lo se, es solo que toda la parte legal pide un reporte médico para certificar que el pequeño no tenga ningún daño.
Ella sollozó y acurrucó a Ati en su cuello.

-Ni siquiera sabemos como lo trataba. Se quejó bajo y demasiado preocupada.
-¿Como lo han encontrado?

-Ella no le hizo daño, estaba dormido cuando yo lo tomé en brazos, Samantha solo quería...

-No quiero volver a escuchar su nombre de nuevo ¿Entiendes?
Asentí con pena. Enfadada también y los dejé solos en la habitación. Bajé para tomar algo que me calmara, sentía un hambre atroz también, podría preparar algo para los tres.

-¿Lauren?

-Hola Martha ¿Que haces despierta?

-Clara me pidió que iniciara más temprano, suponía que uno de los tres despertaría con hambre ¿Esta bien el pequeño?
Asentí.

-¿Donde están todos?
Pregunté sería dejándome caer en una silla. Ella se puso manos a la obra para preparar un buen desayuno.

-Chris, Keana y los niños fueron a casa, la señora Karen también recordando que volverían hoy temprano para saber cómo estaban, los padres de la señora Camila están descansando en el dormitorio de huéspedes, mantuvieron una charla larga anoche, supongo que tardarán más en estar de pie.
Agradecí con la cabeza y recargué mi frente en la pequeña mesa. Iba a esperar a que Natan estuviera aquí para hablar de todo el caso, no estaba segura de querer saber de las intenciones de Samantha con el niño, su absurdo plan simplemente había sido una pesadilla.
Llamé a Chris si pensar en la hora, había algo que comía mi cabeza y sabía que el no podía descuidar la empresa ahora.

-¿Lauren?

-Quiero al padre de Samantha fuera de la empresa. Exigí. Su voz sonaba soñolienta, definitivamente había interrumpido su siesta. Caminé fuera de la cocina para calmar mis nervios.

-Eso no es tan fácil Lauren, lo sabes, invierte con nosotros.

-No será mas importante el dinero que el nos daba, nada tan importante como Camila y Ati, oblígalo, amenaza si es necesario para que se retire, te lo pido cómo un favor Chris, sabes que tan importante es.
Con inseguridad el me dijo que intentaría hacerlo. Me sentía tan estupida. Prácticamente nos habíamos metido con su familia por mi matrimonio. Ahora eso ya no me importaba en absoluto. No era esa mujer solo con el interés de triunfar en el mundo de los negocios como mi padre. Anhelaba mas tener la libertad de estar con los míos, de preocuparme por ellos y amarlos hasta cansarme. Suspiré profundo.
Martha me ayudó a subir las bandejas al dormitorio.
Entramos cuando Camila trataba de entretener a Ati sobre la cama.

-Señora, me da tanto gusto ver de nuevo al pequeño. Camila sonrió de forma tranquila. Agradeciendo por los buenos deseos de la mujer.

-Espero que Ati tenga ánimos de comer cereal, también hicieron un poco de papilla.
No bastó decir de nuevo por que el pequeño comenzó a aceptar lo que Camila le ofrecía. Comí una rebanada de pan tostado y los miré todo el rato. Hasta ella se había esforzado por comer un poco más que las últimas horas.
Un toque en la puerta me hizo distraerme.

-Debe ser Natan, vuelvo en un rato.
Camila asintió levemente.