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Lauren
Los Ángeles

Después de dejar a Jasmine en agencia, llegué a la empresa. Salude a todos al entrar y me senté frente al escritorio.
Con mi mente jugando una broma. La preocupación estaba presente. Aún y eso me molestaba demasiado. Necesitaba hacer algo y sin pensármelo mucho marqué el número. Al tercer timbre, Karen contestó. Sorprendida por mi llamada pero siendo demasiado amable, como siempre. Quizás le daba tranquilidad que Camila y yo no termináramos juntas.

-¿A que se debe tu llamada?
Había tardado un poco en preguntarme sobre como estaba y los negocios pero la pregunta ya estaba en la línea.

-Claro, yo...Aclaré mi garganta.
-Quería saber sobre Atom y Camila.
Esperaba no sonar como desesperada. Tampoco que ella lo mal entendiera por que era más fácil llamar a Camila.

-Hasta hace unas horas estaban bien.
Soltó y mi corazón se detuvo.

-¿Que les ha pasado?
Pregunté asustada. Realmente asustada. Tanto que me levanté de mi silla y coloqué mi saco. Quizá debía hacer algo. Mierda. Había una razón importante por la cual me había despertado en la madrugada. Era eso.

-Oh calma, calma Lauren.

-¿Cómo me pides que me calme?
Traté de pensar claro y escuchar lo que tuviera que decirme.

-Me refiero a que hace horas que llamé todo estaba bien, Camila y el pequeño ya no viven aquí.
Cómo un piquete agudo recorrió toda mi espalda.
Pensé en los peores escenarios, ya no vivían en Los Ángeles, si algo les pasaba sería difícil ir hasta ellos o...mierda, ¿Era que Camila había encontrado a alguien?

-¿Desde cuando?

-Hace meses que viven en la ciudad ¿Pero Porqué tengo que se yo quién te lo cuente?
Al menos comencé a sentir un poco de calma, ellos estaban aquí.
No lograba entender como era que los dos solos vivían ahora aquí, la segunda opción seguía siendo la mayor posibilidad.
Fruncí el ceño y comí mi cabeza.
-¿Lauren sigues ahí?
Debí permanecer mucho rato en silencio por que ella volvió a llamarme. Aclaré mi garganta dispuesta a despedirme.

-Es sólo que...esta bien, escucha, he tenido pesadillas con algo sobre Atom, me he preocupado y no pensé que era buena idea llamarla a ella ¿Puedo pedirte un favor?
Karen hizo un sonido gracioso en la línea y finalmente contestó.
-Por favor no le digas que he llamado, sólo quería saber si el pequeño estaba bien, te agradezco atender mi llamada.

-No es nada, pero si piensas saber un poco más, puedes comunicarte con ella.

-No, no, es mejor así, prometo no hacerlo de nuevo ¿Entonces estamos en esto? Sobre la llamada.
Ella rió. Mierda. Yo era tan estupida por llamar frente a la situación. Pero ante desesperación siempre tomaba medidas desesperadas. Ahora estaba más preocupada por algo más que Atom.

-Esta bien Lauren, no lo mencionaré.

-Gracias, pasa buen día.
Se despidió y colgó, yo quise lanzar el móvil por la ventana o mejor aún lanzarme yo misma por la metida de pie que acababa de hacer.

Camila

-¿Hola? Hoy llamaste muy temprano, estoy llegando apenas a la oficina. Salude en el móvil a Karen.

-Lauren llamó.
Mis palabras se quedaron atrapadas en mi garganta y miré a todas partes buscando una distracción. ¿Que era lo que quería?
Por dios. Me sorprendía de lo que estaba sintiendo. Después de tantos meses sumergida en emociones muy diferentes.
Por fin era capaz de sentir enfado con alguien.
Lo que no me sorprendía que era hacía ella.

-¿Pero que es lo que quería? Contesté enfadada. -No le has dicho nada de mi ¿verdad?

-Pensé que estarías feliz de escucharlo, te la pasaste tristeando y esperando alguna llamada de ella.
Mi cuerpo se crispo. No había hecho eso. Claro que no. Nadie debía llamar era la conclusión. Ella estaba rompiendo la paz que tenía en mi interior.
Primero con esas fotos y ahora con meterse en mi vida otra vez ¿Para que?
Estaba con esa mujer, la de la foto ¿Que quería ahora?
Dejé mi bolso en el perchero y me senté en la silla cómoda para soltar un suspiro frustrado.

-No es verdad ¿Me dirás que quería?

-Pues saber de ti y de Atom, aunque fue extraño por que mire unas fotografías de ella con una chica, es su novia supongo.
Sentí un fuego correr de mi pecho hasta mis brazos.
¿Que era?

-No tengo idea de que quería ¿Porque me lo cuentas?

-Ya dije que pensé que te pondría feliz. Se justificó. Pensaba que le tranquilizaba saber que Lauren y yo habíamos dejado de hablar. Finalmente esa separación que yo había obligado me había ayudado bastante a pensar que hacer con mi vida, a dejar por fin el tema de Dylan.

-Pues no lo haces, en realidad me da igual. Quise componer.
-Espero que no le hayas dicho nada.

-Solo sabe que estás en la ciudad ahora y que bueno...están bien ¿Cierto?

-Por supuesto, espero que no vuelva a llamar.
Dije entredientes. Por dios. De verdad me sentía muy enfadada. Demasiado.

-No creo que lo haga, en fin, mañana necesito que me acompañes al banco, debo hacer algo de lo que no estoy muy segura, por la tarde ¿Te parece?
Rodé los ojos fastidiada pero acepté. No quería pisar ese lugar después de no entender lo que pretendía Lauren.
Que si estaba saliendo con alguien que permaneciera así y muy lejos de mis asuntos.
Mi mal humor había continuado todo la jornada laboral, Kev había entrado para saber que sucedía.
Nada. ¿Que podía estar pasando?

Claro ahora Lauren estaba muy preocupada por Atom, después de meses y justo cuando salían esas fotografías de su supuesta relación, saliendo de la fiesta y dándose la vida que ella siempre disfrutó.

Mientras te tuveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora