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Camila
Los Ángeles

Lo último que recordé haber visto fue a Lauren darse la vuelta y engancharme a su cintura.
Me tomó en brazos y me apoyó en uno de los muebles mientras me besaba con efusividad.
Mis manos sostuvieron su cabello.
¿Era normal sentirse tan excitada?
El único sonido que se había escuchado era el de nuestras bocas jugando y un par de adornos cayendo.
Apretó sus manos en mis muslos haciéndome gemir.

-Mierda. Retiró mi blusa a prisa dándose cuenta que llevaba un sostén color azul.
Sonrió encantada. Sus besos ahora se repartían entre mi cuello y mi pecho.
-Eres tan hermosa.
Suspiró en mi piel causándome escalofríos a lo largo de mi espalda. Intensos. Lamió entre mis pechos obligándome a echar la cabeza atrás. Dios mío. Tal vez tener sexo era lo que más me hacía falta, las dudas y preocupaciones se habían esfumado, solo necesitaba sentir las manos de Lauren en mi cuerpo. En una parte en especial. Asumía que estaba tan húmeda.
Arrastró una de sus manos sobre mi vientre y dibujó alrededor de mi ombligo con sus dedos.
-Te deseo tanto. Susurró esta vez en mi oído.
Mis manos buscaron tocar sus pechos pero ella gruño.
-Primero me ocupo de ti, Camila...me hizo mirarla mientras hablaba entre besos. -Si me tocas no podré controlarme.
Ese tono ronco no iba a perderlo.
Necesitaba tener sexo, necesitaba que me tocara en todas partes de forma brusca y también suave.
Desabrochó mi sostén en un solo movimiento lanzadolo al piso. Me miró segundos y de inmediato metió uno de mis pezones a su boca, lamiendo y endureciéndolo. Apreté su cara en mi pecho.

-Por dios Lauren.

-Vamos a la cama. Me bajó del mueble y aún besándome me llevó de espaldas por el pasillo.
Atrapando mis labios otra vez. Sostuve mis manos en su espalda y ella gemía cuando arrastraba sus manos hasta mi culo.
No fue hasta que llegamos a la puerta que caí en cuenta. Separé a Lauren de mi cuerpo y traté de controlar mi respiración.

-Lauren no.
Frunció el ceño y me dió un beso profundo.

-Estoy cansada de contenerme, voy a hacerte mía ahora ¿Entiendes?
Yo asentí pero con una risita logré apártala por segundos para decirle algo que también la asustó.

-Atom está ahí.
Retrocedió un poco y besó mis labios más calmada.

-Mierda tienes razón.

-Volvamos al sofá. Dije en susurró. Me cargó de forma graciosa en su hombro y sentí como soltaba mi cuerpo en el incómodo sofá.
-Lauren, esto es realmente incómodo, no se como...

Con sus dedos atrapó mis labios para que no hablará y luego me beso, su lengua había logrado entrar a mi boca, jugaba con la mía y yo aproveché para tocar su espalda. Intenté quitar su sostén pero era imposible. Se separó segundos para demostrar que la forma de abrirse era por delante.
Quitó también mis bragas y las aventó al piso.
Después de darme un beso suave, fue bajando sus labios Por mi cuello, recorriendo entre mis pechos, succionó mis dos pezones por minutos, dejándome realmente preparada en mi parte íntima, mi clitoris latía fuertemente necesitando el mínimo contacto, traté de mover mi cadera para rozar con su cuerpo. Gemí alto cuando soltó de golpe uno de mis pezones.
Besó por mi ombligo y bajo lentamente hasta mi monte de venus. Una maldita suerte que me había encargado de esa área esa misma mañana. Besó sobre la corta cicatriz que tenía y finalmente lamió alrededor de mis muslos.

-Lauren por favor.
Con sus manos separó mis piernas y elevó mis rodillas.
Me sujeté al reposabrazos en el mismo momento en que logró succionar mi clitoris.
-Aaaaa.
Esperaba que eso no fuera un grito por que desde luego alarmaría a los vecinos.
Suponía que la excitación que sentía era por la falta de sexo desde hace mucho tiempo. No sentía inseguridad por que Lauren había observado mi cuerpo como si fuera la nueva maravilla, mis caderas se miraban un poco más grandes y apostaba a que mi culo resaltaba.
Ella no habló más, besaba y succionaba de mi lo que podía arrancándome gemidos altos, apreté lo que tuve a mi alcance cuando introdujo dos de sus dedos de golpe.
Subió a mi altura y comenzó a moverse, su contacto era lo único que necesitaba, eran sus movimientos precisos y fuertes, el sudor de su cuerpo rozando mis pechos y el abdomen. Abrí los ojos para mirarla apretar los suyos y soltar un gemido.
¿Estaba llegando también? Caí en cuenta que debía hacer algo más por ella, con manos precisas me solté del sofá para apretar su culo, era tarde para retirar sus bragas pero con esfuerzo pude bajarlas un poco. Comenzó a movernos de forma frenética, mi cabeza chocaba de vez en cuando en el reposabrazos.

-Dios Lauren.

-Mírame. Pidió cansada. Cuando lo hice sus ojos verdes estaban oscuros. Atrapó mis labios y unió nuestros cuerpos lo más que pudo, se rozó contra mi y sentía que mi vagina succionaba sus dedos en espasmos, estaba realmente húmeda y sentía que ella lo estaba de esa forma por que rozaba su vulva contra mi piel.
-Te amo Camila.
Mi concentración en ayudarla a moverse se perdió y cerré los ojos. Los espasmos habían aumentado, sentía que podía elevarme y miré luces.
-Estoy llegando. Se quejó con voz ronca y yo grité.
Sentía que mis pechos iban a explotar.
El sonido de ella entrando en mi se hizo más intenso y complete el orgasmo unos instantes después. Era increíble. Lauren se movió un momento mas sin rendirse y soltó un gruñido. También había llegado. Dejo caer su cuerpo contra el mío y me besó. Mi cuerpo había caído en un momento de relajación completa. Mi corazón latía con fuerza, apreté mi boca contra la suya para luego abrir los ojos.

NO SOY BUENA ESCRIBIENDO ESTA MADRE PERO AHÍ ESTA 😂

Mientras te tuveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora