Mientras te tuve

13

Camila
Los Ángeles

-Estuvo aquí una mujer joven, muy guapa y amable, dijo que te conocía y quería saber como estabas, parecía preocupada.
No tenia idea de quien era. Yo no tenía muchas amigas en la ciudad. Dinah se había mudado a Miami luego de no tener buenas oportunidades en la ciudad.
Era imposible que hubiera estado aquí. Nos habíamos alejado un poco después del día de mi boda con Dylan.

-¿Te dijo su nombre?
Karen negó y sostuvo mi mano. Ambas esperábamos que nos avisaran cuando Dylan estuviera en otra habitación individual.

-No, tal vez vuelva en un rato, menciono que tenía a su madre hospitalizada, no se...

-¿Ella era alta y con ojos verdes? Pregunte curiosa y preocupada por que fuera ella.
Karen asintió. Mi piel se heló.
Por un momento creí estar alucinando todo aquello ¿Que hacía aquí? ¿Para que me buscaba? Yo no quería verla de nuevo.
Maldita fuera esa mujer. La conocía. Sabía que tarde o temprano iba lograr localizarme.
A estas alturas debía saber todo de mi, donde había estado, que Dylan era mi esposo ¿Para que quería verme otra vez? Abracé mi vientre con fuerza.

-¿Quien es cariño?

-Una conocida de la universidad, creí haberla visto ayer por la entrada pero no estaba segura, ahora bueno, tal vez la salude luego.
Karen asintió y se recargó en el sofá. Insistía en quedarse y esperar a que Dylan fuera trasladado. Se miraba tan agotada pero ahora mismo no era la indicada para reconfortarla. Yo estaba peor.
Comencé a mover mi pierna impaciente. Cada que miraba a alguien dar la vuelta por el pasillo hasta acá, mi corazón se aceleraba, con temor de que fuera ella. Sus ojos aparecían en mi mente con mucha frecuencia y eso me asustaba.
¿Su madre estaba aquí?
Tal vez era una mentira, para sacar un poco mas de información a Karen.
Suspiré profundo. Necesitaba calmarme y pensar en el bebé.
Pensar en Dylan. El no se miraba nada bien y temía hablar con los médicos y me dieran los peores pronósticos.
Si el estuviera cerca ahora, encontrarme con Lauren sería más fácil, el me sacaría de donde fuera solo para asegurarse de que mi corazón estuviera intacto amándolo a él, solamente a el.

Cuando estuvimos Dylan y yo en una habitación. Karen salió del hospital. Cansada y con lágrimas en su rostro. Ella
No merecía ver a su hijo en esta situación, había estado tan al pendiente de el, cuando habían perdido a su esposo y padre.
Tomé lentamente la mano de Dylan.

-Te necesito ahora, demasiado cariño, debes abrir tus ojos y verme de nuevo, para sentirme segura.
Susurré.
La enfermera a cargo había entrado indicándome descansar en el sofá frente a la cama mientras ellos revisaban los signos de mi esposo.
Por fin estaba sintiendo un poco de hambre. Mi apetito había sido casi nulo desde el accidente pero debía preocuparte por mi hijo.

-¿Le importa si salgo a conseguir algo para comer?
La enfermera sonrió amable y me indicó ir con calma. Dylan no tendría muchos cambios en el tiempo que yo me fuera.
Salí apresurada de la habitación que estaba una planta más arriba al área intensiva, justo al salir. Topé con los ojos similares a los de Lauren. Su hermano. El tiempo que trabaje con ellos, yo lo había mirado poco. Tal vez el tampoco me recordaba. Pasó a mi lado.
Pero mi cuerpo se congeló al ver a Lauren salir de tres habitaciones después de la de Dylan. Esto debería ser una broma. Apreté mi abrigo contra mi y traté de pasar desapercibida. Ella se miraba distraída. Acomodó su cabello a un lado y no levanto la mirada de su móvil.
No, hasta que al pasarla sentí su tacto en mi brazo.
Nuestros ojos se volvieron a unir.

Lauren

Podría reconocer ese olor. Yo sabía que Camila llevaba esa fragancia. Solía olerla luego de que ella se fuera de mi departamento. Dolida.
Era ella. Tuve que sostener su brazo para que no se fuera.
Me miró llena de miedo. Yo la recorrí por completo sintiéndome la más grande idiota del planeta.
La herida que apenas comenzaba a sanar en mi corazón dolía como la mierda.

-Camila.
Ella no respondió y alejó su tacto de mi.
-¿Estas...

-No tenemos nada de que hablar, señora Jauregui.
Respondió fría. Como nunca lo había hecho antes. Incluso el día en que ella huyo, aún temía de mi. Parecía un pobre animal herido, asustado. Ahora parecía una fiera en alerta, protegiéndose a si misma y al ser que llevaba en el vientre. Maldita sea, su hijo y el de ese hombre.
No era capaz de sentir odio hacía el. Estaba en desventaja. Tal vez debatiéndose entre la vida y muerte, yo lo respetaba.

-Yo...
Pero ella siguió su camino como si yo no la hubiera visto ¿No sentía nada al verme? Nada.

Flashback

-¿Vas a tener un hijo con Samantha? Preguntó herida. Yo sonreí. Estaba entusiasmada por la idea que mi esposa tenía. Mi padre me molestaba mucho con esa idea de los herederos, Chris y Keana tenían a sus hijos pequeños pero el decía querer conocer a uno mío antes de que envejeciera más.

-Si Camila.
Dije un poco molesta por que me mirara de esa forma tan acusadora. ¿No esperaba a que lo tuviera con ella?

-Yo. Titubeó. -Creo que no será bueno qué sigamos juntas si tu piensas formar una familia con tu esposa Lauren.
Me reí.
Me acerqué a su cuerpo desnudo. Solo con mi camisa y sus bragas. Tratando de cocinar algo para las dos.

-No es como si tuviéramos que tener sexo para dejarla embarazada.
Ella se tensó y eso me excitó. Sus inocencia y el temor que tenía siempre al mirarme, me hacían desearla con locura.
-No digas tonterías Camila, tu y yo podemos seguir haciendo esto sin problema, no es contigo con quién deseo tener un hijo, ni con ella, solo quiero que mi padre tenga el nieto que tanto quiere, pero para fortuna, ella es mi esposa ¿Lo correcto es que ella lo tenga no?
Contesté divertida.
Besé la piel de su hombro y olí su fragancia.
Habíamos pasado dos horas teniendo sexo sobre mis sábanas. Apreté su espalda en mi cuerpo.

Fin flashback