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Lauren
Los Ángeles

Tomé el aire que me faltaba. Todo acababa de pasar, estando con ella sabia que mi mundo ahora dependía totalmente de su presencia.

Mierda. Le había dicho te amo y rogaba que en medio del orgasmo lo olvidará. No quería exponerme tanto.
La había extrañado. Mi cuerpo se sentía entumecido después de aliviarme y aliviarla a ella.
Besé su hombro y luego mire sus ojos café. Los cerró de nuevo y luchó por mantener su respiración tranquila.
Sus mejillas estaban enrojecidas y una sonrisa quería salir de sus labios.

-Wow. Soltó en una risita. Yo no podía ni sabía que decirle.
Su cuerpo era lo más hermoso que había tocado. Quería sentirla de nuevo y hacerla llegar. Mirarla sentir el orgasmo.
Saqué lentamente mis dedos de su interior y la abracé por la cintura.
Mordía su labio aún con los ojos cerrados.

-¿Lauren?

-Hmm?
Intenté contestar pero mis labios estaban realmente satisfechos, cansados e hinchados.

-¿Como pudiste dormir aquí? Se quejó. Mierda con rapidez logré levantarme de ella y ayudarla a sentarse.

-¿Estás bien? Pregunté preocupada. Yo me pare para colocarme mi blusa solamente. Cuando ella trató de alcanzar su ropa interior la detuve y en cambio la ayudé a ponerse de pie. Ella sonrió.

-Lo estoy, quiero dormir. Asentí y la besé de nuevo. Apretando cada centímetro de su piel a la mía. Apreté su culo y mordí su labio inferior.
Sus labios dibujaron una sonrisa encantadora.

-Ya no recordaba lo que se sentía. Suspiró profundo y se abrazó a mí. Con cuidado nos guíe al dormitorio.
Abrimos la puerta y la ayude a apoyarse en la cama. Pero de inmediato sé puso de pie y miró como Atom aún dormía. Solo para asegurarse que nuestros gritos de la sala no perturbarán su sueño.

Yo saqué mi ropa por completo y la invité a acostarse a mi lado.
Solté un suspiro al sentir su cuerpo desnudo apoyado en el mío, de la misma forma, era cálido.
-Venga duerme, si Atom se despierta yo me hago cargo. Asintió y dejó caer su cabeza en mi hombro. Enredó su pierna y brazo a mi. Yo la sostuve por espalda baja y nos cubrí con la sábana. Con mi otra mano inicie una caricia en su cabello.
Cerró sus ojos y por un momento pensé que se había quedado dormida pero se estremeció para luego sentarse un poco y mirarme a los ojos.

-Te amo también Lauren, se que puede ser apresurado pero...Mordió su labio.
La calma que inundó mi pecho fue increíble.
-Es que siento que lo hago, haber hecho esto contigo es una buena señal, me he sentido increíble y pienso en ti la mayoría del tiempo.

-Oye calma, duerme ¿Si? Podremos hablar sobre esto en la mañana. Asintió y me dejó un pico en los labios antes de acomodarse.

Camila

Listo. Había contestado a mi corazón con la misma respuesta que a ella. Los sentimientos que había tenido por ella hace años habían renacido. La amaba. Amaba a Lauren y estaba segura de no sentir lo mismo con ninguna otra persona.
Habían sentido como nuestros corazones latían al mismo ritmo y también como mi cuerpo se dejaba tocar por ella con libertad.
Como si al fin respirara con calma. Cada parte de mi piel anhelaba que la tocara.
Si la amaba, ella me había dicho lo mismo. Esperaba que lo dijera con la misma sinceridad que yo.
Arrastre mi mano por su piel y me quedé dormida con tanta calma, me sentía protegida y cuando había mencionado lo de Atom sabía que lo decía muy en serio, ella era capaz de cuidarlo y consolarlo.

Al despertar noté que estaba sola en la cama. Me removí un poco para dar la vuelta. Ati no estaba en la cuna tampoco. Era sábado así que supuse que ninguna de las dos iba a salir del departamento. Salí de la cama desnuda y entré al baño.
Dios. Miré mi reflejo en el espejo. ¿Era yo? Una sonrisa adornada mis labios.
Listo Lauren y yo habíamos hecho el amor por fin, después de años, había logrado sentir lo mismo. Había sido realmente satisfactorio y lleno de sentimientos. De necesidad.
Miré mi cuello y me espanté al mirar una pequeña marca. Por instituto comencé a buscar en mi piel pero no hubo ninguna otra. Mi vagina sé contrajo de la nada y deseé poder tomar una ducha con ella, besarnos ahí dentro.
Negué divertida y comencé a darme un baño. Cuando salí solo había enredado una toalla en mi cuerpo. Ya había secado mi cabello.
Conseguí unos jeans y blusa corta para salir. Cruce el pasillo descalza y me sorprendió no mirar a nadie ahí. A pesar de eso no me espanté. Busque mi móvil para marcarle.

-Hola hermosa. Mi corazón latió fuerte.

-¿Donde se han metido? Dime que Ati esta contigo.
Soltó una risita.

-Claro que lo esta, nos hemos despertado antes que tu y no se si lo sabes, pero, yo no se cocinar.
Esta vez reí yo. -Estamos en una cafetería cercana comprando el desayuno, Ati esta en mis brazos, bien abrigado y muy feliz, te lo prometo, volveremos en unos minutos.

-Esta bien, aquí espero.

-Se supone que debía sorprenderte. Dijo con voz ronca. Me obligó a morder mi labio. Estaba siendo realmente atenta. Yo solo quería plantar un beso en sus labios, hubiera querido haber despertado en sus brazos.

-Me has sorprendido, ayer ¿Lo recuerdas?
Sonreí como tonta con el móvil en el oído.

-Mierda.

-Lauren. La reprendí. No debía decir eso cuando Ati estaba presente.

-Lo siento, es solo que me haces tener mucha ansiedad por verte, o espera van a entregar la comida, te veo enseguida.
Colgó sin esperar que me despidiera y cómo si fuera una adolescente me dejé caer en el sofá para solo mirar el techo. Con mi corazón acelerado.

Mientras te tuveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora